La violencia contra las mujeres que el gobierno mexicano no quiere ver
- En México once mujeres son asesinadas cada día por el hecho de serlo. Los feminicidios aumentan con el confinamiento
- Las feministas se organizan para recopilar los datos y acusan al gobierno de López Obrador de minimizar el problema
En México, en abril, mataron a una mujer cada 128 minutos, más de 11 al día, 337 a lo largo de los treinta días que tiene el mes. Que sean 26 más que en abril del año pasado debería ser una señal de alarma o, al menos, no llevar a afirmar, como hizo el presidente mexicano, que la violencia hacia las mujeres no ha aumentado durante la pandemia. Ante cualquier cuestionamiento basado en cifras, López Obrador suele responder que "tiene otros datos". Apropiándose de esa coletilla, colectivos de mujeres han formado la red "Nosotras tenemos otros datos" para dar a conocer la verdadera dimensión del problema.
María Salguero lleva cuatro años recopilando noticias sobre asesinatos de mujeres. Cada uno de ellos queda marcado en un mapa interactivo con una cruz que indica el lugar y la fecha donde se produjo, además de cualquier otro dato relevante que pueda traer la prensa. Elaborado con pocos medios y sin ningún apoyo institucional, el "Mapa Nacional de Feminicidios" ofrece más detalles sobre el agresor, la víctima o las circunstancias de su muerte que cualquier otra herramienta oficial.
Los de María siempre han sido "otros datos". Su mapa no alcanza a registrar todos los homicidios de mujeres porque no todos son noticia, pero, en cambio, incluye muchos más feminicidios.
“Así es como ocultan los feminicidios en México“
En el mapa que ha creado para documentar lo ocurrido durante el confinamiento, pone de ejemplo el Estado de México que sólo registro un feminicidio durante el mes de abril. "Yo sólo con lo que dice la prensa pude establecer que, al menos, 17 de los 25 asesinatos de mujeres fueron feminicidios. Todos los demás, el Estado de México los mandó a homicidios calificados. Así es como ocultan de forma reiterada las cifras de feminicidios", afirma esta geofísica que acaba de aparecer en la lista Forbes de las 100 mujeres mexicanas más influyentes.
Ampliar el concepto de feminicidio
Fiscales y policías carecen a menudo del necesario enfoque de género a la hora de investigar estos asesinatos. Les falta formación y con frecuencia también voluntad. Una concepción bastante estrecha del tipo penal de "feminicidio" hace el resto.
Rara vez se incluyen en esta categoría los crímenes cometidos por el crimen organizado, cuando suelen ser la mayoría de ellos. En un contexto sumamente violento como el que vive México, con 100 homicidios diarios, resulta sencillo encubrir un asesinato machista. Es tan fácil como imitar el modus operandi del narco y hacerlo pasar por un ajuste de cuentas.
Fue el caso del de Abril Pérez, en abril de este año. Su marido, que ya la había agredido previamente, contrató, presuntamente, a un sicario. Con su moto se colocó a la altura del coche de Abril y la asesinó a balazos delante de sus dos hijos.
El crimen organizado también mata a las mujeres por el mero hecho de ser las del enemigo. "En México no está tipificado este supuesto, pero Naciones Unidas tiene identificado este patrón en su protocolo latinoamericano para situaciones de conflicto armado, como la que existía en Colombia" señala, María Salguero, después de mostrarnos a través de la pantalla del ordenador varios ejemplos de "narcomantas" (pancartas) con mensajes amenazantes dirigidos a las mujeres y los hijos de bandas rivales.
Así, las cifras de oficiales de feminicidios bajan en marzo y abril, a pesar de que los asesinatos de mujeres hayan aumentado.
Negar, minimizar, relativizar
La respuesta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha sido la misma que en otras ocasiones. Negar, minimizar o, cuando menos, relativizar el problema, englobándolo dentro de la violencia en general o difuminándolo dentro de la violencia intrafamiliar.
Lo ha negado al decir que la violencia hacia las mujeres no ha aumentado esta cuarentena porque no lo han hecho las denuncias presentadas. Un dato que los expertos consideran poco revelador teniendo en cuenta las restricciones que impone el confinamiento.
Lo ha minimizado cuando ha asegurado que el 90% de las llamadas a los números de emergencia son falsas. Los colectivos de mujeres no dudan que un alto porcentaje (en torno al 70%) no sean válidas, pero eso no quiere decir que sean falsas, ni significa que no haya que alarmarse ante el hecho de que estas llamadas al 911 hayan aumentado un 50% en los meses de marzo y abril.
Y lo ha relativizado cuando ha repetido una y otra vez que la familia mexicana es excepcional en su fraternidad, "algo único en el mundo", "mucha pieza", como si la violencia fuera inconcebible en su seno y, en caso de estallar, bastara con "contar hasta diez y sacar la bandera blanca", como reza la campaña publicitaria del gobierno que ha terminado de indignar a las mujeres. Empezando por Wendy Figueroa, que como directora de la Red Nacional de Refugios trae también "otro dato": durante el confinamiento hay más mujeres maltratadas queriendo huir de sus casas. Las solicitudes de ingreso a los refugios han aumentado un 50%
Contar hasta 10... asesinadas y sumando
"Una de las razones claves de la violencia es la sumisión. Es el calladita te ves más bonita, la ropa sucia se lava en casa. Las feministas, los movimientos, las organizaciones hemos estado pidiendo políticas públicas presupuestarias garantes y esta respuesta nos parece totalmente fuera de lo que las mujeres en México necesitan", opina Wendy.
“Una de las razones de la violencia es la sumisión, el calladita te ves más bonita“
El escándalo que se ha montado con la campaña, que recuerda a una de Televisa de los años 90, ha sido tal que incluso la Comisión Nacional de Derechos Humanos, un organismo paraestatal, ha llamado la atención del gobierno, que ya se ha comprometido rectificar. Por si les faltan ideas un grupo de mujeres, entre las que se encuentran la periodista Lydia Cacho o la actriz Kate del Castillo, han sacado una contracampaña en la que contar hasta 10 es enumerar las mujeres que son asesinadas en México a diario.
"Lo que se necesita en este momento son campañas que justamente visibilicen las violencias, las nombren, les dejen claro a los agresores que este es un delito y a las mujeres que el estado y sus autoridades están para protegerlas" concluye Wendy que no oculta su perplejidad ante el hecho de que la campaña haya pasado el filtro de un gobierno paritario, que incluye a destacadas feministas, a las que considera compañeras de batalla.
“Hacen falta campañas que visibilicen y nombres las violencias“
No solo ocurre con este asunto. El discurso torrencial de López Obrador, que tiene su altavoz diario en las ruedas de prensa mañaneras, secuestra la atención del público y eclipsa otras voces del ejecutivo que saben no sólo abordar mejor el problema, sino también expresarlo en toda su complejidad.
Las mujeres de su gabinete suelen excusar los deslices de su jefe, lo presentan como un feminista incomprendido (aunque él se declara humanista y no feminista) y destacan que siempre ha luchado por la igualdad (él también presume de ello constantemente)
Las mujeres que no están en el Gobierno ya no tienen tantas contemplaciones. Creen que no es un tema en el que se puede vivir de las rentas, que vale presumir de pedigrí igualitario que se tenga, que hay reconocer su gravedad y su importancia, darle prioridad y actuar con urgencia. Lo contrario, dicen, es no querer entenderlo, ni atenderlo.