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China acusa de espionaje a dos canadienses detenidos desde 2018 tras el conflicto diplomático por Huawei

  • La fiscalía china acusa al exdiplomático Kovrig y el empresario Spavor también de haber "divulgado secretos de Estado"
  • Su arresto ocurrió después de que Canadá detuviera a la vicepresidenta de Huawei a petición de Estados Unidos

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Un representante de la Asociación de Uigures de Vancouver se manifiesta en contra del tratamiento de los uigures por parte de China mientras sostiene una foto de los canadienses detenidos Michael Spavor y Michael Kovrig.
Un representante de la Asociación de Uigures de Vancouver se manifiesta en contra del tratamiento de los uigures por parte de China mientras sostiene una foto de los canadienses detenidos Michael Spavor y Michael Kovrig.

Un tribunal chino ha acusado formalmente de espionaje a los dos canadienses detenidos desde diciembre de 2018, por su implicación en actividades que, según Pekín, ponían en riesgo la seguridad nacional, tras el conflicto diplomático entre los países por la detención de la vicepresidenta de Huawei.

La Fiscalía de Dandong de la provincia nororiental china de Liaoning, según señala en un comunicado, acusa al empresario Michael Spavor de "proveer ilegalmente secretos de estado e información de inteligencia a fuerzas extranjeras", mientras que el diplomático en excedencia Michael Kovrig está acusado de robarlos.

China detuvo en diciembre de 2018 a Kovrig y Spavor y los puso "bajo investigación" por su presunta implicación en "actividades que ponen en peligro" la seguridad nacional del país asiático, y en mayo de 2019 formalizó su arresto.

Según las autoridades chinas, Kovrig viajó frecuentemente a China desde 2017 con "pasaporte regular y visa de negocios", y habría "espiado y robado información sensible e inteligencia a través de sus contactos en China".

Acusación de espionaje y detenciones

Sin embargo, el caso parece circunscribirse a la ofensiva de Pekín para conseguir la liberación de Meng Wanzhou, vicepresidenta de la empresa de telefonía china Huawei, detenida en Canadá el 1 de diciembre de 2018 a petición de EE.UU..

Aunque China siempre ha evitado relacionar estos dos casos, sus detenciones coincidieron con las "graves amenazas" que lanzó entonces contra Canadá y que se vieron como una medida de presión más para que el país norteamericano pusiera a Meng en libertad.

Spavor, empresario de 43 años y oriundo de Calgary, es uno de los pocos occidentales que ha conocido y departido ampliamente con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Licenciado en Relaciones Internacionales, Spavor acabó fundando Paektu Cultural Exchange empresa con sedes en Londres, Pionyang, Pekín y la ciudad nororiental china de Yanji que organiza, entre otras cosas, viajes turísticos a Corea del Norte y eventos de intercambio con un fuerte acento en la diplomacia deportiva.

Por su parte, Kovrig es un diplomático en excedencia que estuvo destinado en Pekín y en la ONU, y que se encargó de organizar la visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a China en diciembre de 2017.

Un paso más en la escalada de la tensión

La detención de Kovrig y Spavor, considerada "arbitraria" por Ottawa, fue un paso más en la escalada de la tensión entre China y Canadá. La crisis diplomática comenzó cuando el 1 de diciembre 2018, Meng Wanzhou fue arrestada en Canadá, a petición de Estados Unidos. El motivo: haber violado, supuestamente, las sanciones impuestas por Washington contra Irán.

El mes pasado, Meng, hija del fundador del gigante de las telecomunicaciones, no consiguió evitar la extradición a Estados Unidos donde se enfrentaría a cargos por fraude bancario. En su intento de terminar con su arresto domiciliario en Vancouver, ha planteado una nueva defensa en un tribunal canadiense para evitar el traslado, según muestras los documentos del tribunal publicados este lunes.

Kovrig y Spavor "se conocen bien" debido a sus "intereses mutuos" en el noreste de Asia, aseguró entonces el periódico hongkonés South China Morning Post, que apuntaba a que ambos se han convertido en víctimas de un "juego de rehenes" por las tensiones trilaterales.

En el momento de su detención, Kovrig que se encontraba en China trabajando para el laboratorio de ideas International Crisis Group (ICG). Pero según afirmó China entonces, la ONG para la que trabajaba Kovrig no estaba registrada en el país asiático "conforme a la ley".