'Checkpoint Charlie', de símbolo del Muro de Berlín a atracción turística
- Este lunes se cumplen 30 años del desmantelamiento del puesto fronterizo más famoso de la Guerra Fría
- En ese lugar tanques de EE.UU. y la URSS se enfrentaron cara a cara en medio del temor a una guerra nuclear
El Muro de Berlín fue uno de los símbolos de la Guerra Fría, ejemplo de la división en Europa en dos bloques, el este comunista y el oeste democrático y capitalista. Pero si hay un punto que resume la esencia de esta brecha entre las dos Alemanias es el llamado Checkpoint Charlie, el puesto fronterizo más famoso del muro, de cuyo desmantelamiento se cumplen este lunes 30 años.
Durante las casi tres décadas que estuvo en pie el muro, Checkpoint Charlie fue uno de los puntos más calientes, lugar de intercambio de espías -como refleja la película de Steven Spielberg El puente de los espías- y de intentos desesperados de fuga desde la parte oriental a la occidental.
En realidad el paso fronterizo es anterior al muro, ya que fue establecido en 1947 tras la división de Berlín. Recibió el nombre por ser el tercero creado por los aliados, el puesto 'C', 'Charlie' traducido a la jerga militar. Pero una vez se erigió el Muro de Berlín, fue el único punto de paso oficial entre las dos partes de la ciudad.
Tanques cara a cara
El momento de mayor tensión que se vivió en el Checkpoint Charlie tuvo lugar durante 16 horas entre el 27 y el 29 de octubre de 1961, cuando tanques estadounidenses y soviéticos se enfrentaron cara a cara, en lo que estuvo a punto de ser el detonante de una nueva guerra mundial.
Apenas unos meses antes, en agosto de 1961 la URSS había erigido el muro y en octubre los militares de Alemania Oriental comenzaron a denegar a los diplomáticos y funcionarios occidentales el acceso a Berlín Oriental, una cuestión que había quedado acordada entre las partes tras la ocupación de la Alemania nazi.
Un incidente con Allan Lightner, diplomático de EE.UU en Berlín Occidental, elevó la tensión, hasta el punto de que el mando militar norteamericano envió a varios tanques al Checkpoint Charlie y los dispuso a 75 metros del paso fronterizo, con sus cañones apuntando a la zona comunista. En respuesta, Moscú también situó sus tanques al otro lado de la línea, encarando a los vehículos estadounidenses durante 16 largas horas en las que el mundo estuvo cerca de una nueva contienda que, con las superpotencias ya pertrechadas de armas nucleares, hubiera tenido nefastas consecuencias.
John F. Kennedy, que apenas llevaba unos meses en la Casa Blanca, calmó los ánimos y logró negociar con los soviéticos, que retiraron del lado este uno de sus carros, lo que tuvo como respuesta el abandono de uno de los tanques estadounidenses y así sucesivamente. Uno a uno, las dos partes fueron retirando sus contingentes hasta finalizar con el conflicto y haciendo respirar al mundo entero.
Un año después, el propio Kennedy viviría una situación mucho más apurada durante la famosa crisis de los misiles de Cuba, seguramente el momento en el que la humanidad ha estado más cerca de enfrentarse a una guerra nuclear.
Colapso de la Europa comunista
Berlín recuperó su tránsito habitual, aunque hasta la década de los ochenta se siguieron produciendo los intentos de fuga de los alemanes orientales hasta la parte occidental del país, mientras la URSS consolidaba su dominio sobre la Europa comunista.
Pero a finales de los ochenta el desgaste de los soviéticos era evidente, agudizado por el fracaso de la perestroika de Gorbachov y el desastre nuclear de Chernóbil A ello se sumaron las ansias de libertad de sus países satélite y la debilidad creciente del régimen comunista de la República Democrática Alemana (RDA).
En septiembre de 1989, Hungría decidió abrir su frontera con Austria, en lo que supuso el primer agujero de importancia en el telón de acero, a través del cual miles de alemanes orientales aprovecharon para huir al oeste.
Los hechos se desarrollaron con velocidad y durante el otoño de aquel año se sucedieron las manifestaciones de protestas en la RDA, hasta que el 9 de noviembre se abrieron las fronteras: miles de habitantes de la Alemania del Este cruzaron en masa y esa misma noche comenzó el derrumbe del muro. Un equipo TVE fue testigo directo de un momento histórico. El colapso de la Europa comunista era cuestión de tiempo.
El fin del 'Checkpoint Charlie'
Uno de los momentos cumbre de este proceso llegó el 22 de junio de 1990, cuando la caseta fronteriza del Checkpoint Charlie fue retirada, en una ceremonia en la que estuvieron presentes los ministros de Exteriores de los países vencedores en la Segunda Guerra Mundial.
El muro desapareció físicamente pero su recuerdo quedó vivo en el imaginario colectivo. Por eso, muchos turistas acudían a la céntrica calle Friedrichstrasse, donde antaño estaba situado el Checkpoint Charlie, en busca de uno de los símbolos de la Guerra Fría.
La presión de los visitantes hizo que las autoridades decidieran hace unos años situar una caseta falsa en el lugar donde se encontraba el punto fronterizo y al lado un museo dedicado al Muro de Berlín, en el que se encuentra la caseta original del Checkpoint Charlie. Durante estos años, miles de turistas han acudido a ese lugar, uno de los más frecuentados de Berlín, para hacerse una foto en uno de los principales símbolos de la división política en la Europa del siglo XX.