SimSimón: "No podemos dar una importancia excesiva a las PCR para controlar casos importados"
Una vez que España ha alcanzado la nueva normalidad -con la excepción de tres comarcas de Huesca que han retrocedido a la Fase 2 por un rebrote-, los principales quebraderos de cabeza de las autoridades sanitarias son dos: las cadenas de contagio residuales y los brotes asociados a casos importados de COVID-19. Son estos segundos los que cobran especial relevancia a raíz de la apertura de fronteras Schengen este 21 de junio, y la próxima apertura a terceros países no pertenecientes a la Unión Europea.
"Estamos en el periodo en el que mayor número de casos se notifican en el mundo", ha recordado en la rueda de prensa diaria el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, cuando se le ha preguntado por las medidas de control que se están adoptando en los aeropuertos españoles para evitar los casos importados. Una de ellas podría ser exigir una prueba PCR antes de la salida del vuelo, aunque el epidemiólogo ha reiterado su escasa utilidad: "Algún caso puede detectar, pero si la prueba está hecha una semana antes no implica que luego no estés infectado. Y con las PCR a la llegada sucede lo mismo. No podemos dar un peso excesivo a estas pruebas".
Temperatura, cuestionario y reconocimiento visual
Desde este domingo en el que se han retomado una parte importante de los vuelos internacionales, las medidas en los aeropuertos españoles se reducen a tres: control de temperatura, un cuestionario y un reconocimiento visual. "Siempre podemos maximizar estas medidas", ha manifestado Fernando Simón, aunque ha matizado que "hay que valorar el beneficio que se obtiene", puesto que "los recursos son limitados, y los aspectos logísticos y éticos que pueden implicar no son banales".
El experto sanitario ha declarado que la salud pública es fundamental, pero que "España tiene que vivir y el turismo es importante". "Necesitamos que no haya enfermedades pero también comer todos los días", ha dicho al respecto. Por eso, ha apuntado a "otras medidas que, sin bloquear actividades concretas, sí que pueden disuadir a alguna gente de venir, como cámaras de temperatura o recogida de datos".
Sobre el posible cierre selectivo a terceros países ajenos al espacio Schengen, si su situación epidemiológica así lo aconsejase, Simón ha asegurado una vez más que "no es algo que pueda hacer España unilateralmente". "Las fronteras Schengen no se pueden cerrar así como así", ha incidido, dejando claro que el cierre selectivo depende siempre de la Unión Europea en su conjunto, puesto que por mucho que un Estado deniegue la entrada a los ciudadanos de otro país, estos "pueden entrar de manera indirecta si lo hacen por otro de la zona Schengen".