Maddalen Iriarte, la candidata de Otegi para liderar la izquierda sin renunciar a la "república vasca"
- La candidata de EH-Bildu aspira a desmentir el "mito de la buena gestión" del PNV y recortar distancias con Urkullu
- Especial: elecciones vascas 2020
BIOGRAFÍA:
Fecha y lugar de nacimiento: San Sebastián, 1963
Formación: Estudios en Derecho, aunque se dedicó al periodismo.
Años en política: Candidata por Guipúzcoa en las elecciones vascas de 2016 y portavoz de EH-Bildu en el Parlamento Vasco desde entonces
Maddalen Iriarte toma protagonismo en estas elecciones como candidata indiscutible de EH-Bildu, partido del que es portavoz en el Parlamento Vasco, pese a llevar tan solo cuatro años en política y a no militar en ninguna formación. Sus pilares son el derecho a decidir por una república vasca, el euskera y el feminismo, y con ellos intentará recortar distancias con el PNV de Íñigo Urkullu y reforzarse como referente de la izquierda en la región, frente al PSE y Elkarrekin Podemos.
Periodista de profesión, dio el salto a la política en 2016. Ese año, el coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, designó a tres cabezas de lista provinciales para las elecciones autonómicas del 25 de septiembre tras haber intentado ser candidato sin éxito, habiendo sido inhabilitado por la Junta Electoral Central -con el aval del Tribunal Constitucional-. Iriarte fue entonces presentada oficialmente como candidata de EH Bildu en el segundo puesto de la lista por la circunscripción de Guipúzcoa, que finalmente encabezó. Logró ser segunda fuerza con 18 diputados y, una vez obtuvo acta de parlamentaria, EH Bildu la designó portavoz del grupo parlamentario, así como su candidata a lehendakari en el pleno de investidura.
Su fuerte pasa por presentarse como la alternativa de Gobierno ante el “mito” de la “buena gestión” del PNV, a quien critica especialmente por la tragedia de Zaldibar y la crisis de la COVID-19. Pero las posibilidades de gobernar son pocas ante un Íñigo Urkullu (PNV) al que dan vencedor todas las encuestas y la “ciencia ficción” -en palabras de Otegi- de un posible tripartito de izquierdas, ya que todo indica que Urkullu mantendrá el apoyo de los socialistas.
Entre tanto, Bildu, con ocho años de existencia, se presenta aglutinando a Sortu -la izquierda abertzale heredera de Batasuna- EA, Alternatiba y la disuelta Aralar con un discurso que a medida que va pasando el tiempo se centra más en las políticas sociales -como la promesa de una jornada laboral de 35 horas- y menos en el “conflicto político” vasco, imagen que proyecta también en el Congreso. Aun así, Iriarte mantiene que “la supuesta bilateralidad” con el Estado, que tanto defiende el PNV, ha “mostrado sus miserias”, por lo que ha prometido "dejarse la piel" por la “república vasca”.
Pero su identidad de izquierdas choca con un pasado que se le echa encima a Eh-Bildu cuando rechaza condenar, como pasó en el Parlamento Vasco y en el Congreso, los ataques por parte de un grupo de “resistencia” abertzale al domicilio de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, con pintura roja en su puerta y panfletos que aludían a la huelga de hambre de un preso de ETA y la palabra "asesina" escrita en ellos. En concreto, Iriarte sí afirmó que no “compartía” estos ataques, aunque otros partidos han exigido más contundencia en su posición sobre este acto y otros similares. Conscientes de que este activismo no les beneficia, Otegi aseguró a principios de junio que, tanto quienes lo ejecutan, como quieres lo utilizan para exigir una condena más contundente, buscan el mismo objetivo, que consiste en "debilitar" a la coalición abertzale.
Iriarte, en tres frases
“EH Bildu luchará cada día por una República vasca independiente pero, sobre todo, para que la ciudadanía vasca tenga derecho a decidir”.
“Utilizar un tema tan serio como la paz y la convivencia para buscar rédito político, me parece una irresponsabilidad".
"No soñaba con dedicarme a la política pero, en estos tiempos difíciles, sueño con daros buenas noticias".
Expectativas electorales
Eh-Bildu se mantendría como segunda fuerza en las elecciones vascas, pero podría perder hasta dos escaños, según el barómetro preelectoral del CIS, que le otorga entre 16 y 18 diputados.
Bildu no recortaría posiciones con el PNV, que saldría reforzado con hasta un máximo de 34 escaños frente a los 29 que tiene ahora, y tiene pocas posibilidades de gobernar con un PSE que apoya al lehendakari, Íñigo Urkullu, y un Elkarrekin Podemos con el que no suma los escaños suficientes y cuya propuesta de tripartito de izquierdas la ve como "ciencia ficción".