Caos, electoralismo y un riesgo para EE.UU: el demoledor retrato de Trump según su exasesor Bolton
- El exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU. describe en sus memorias los entresijos de la política exterior del presidente
- En pleno año electoral, The Room Where It Happened amenaza con disuadir a los votantes del líder republicano
John Robert Bolton llegó a la Administración Trump en abril de 2018. Durante sus 17 meses como asesor de Seguridad Nacional, urdió la política exterior de los Estados Unidos de la mano de un presidente al que ahora describe como "incompetente e ingenuo", con una forma de pensar similar a un "archipiélago de puntos" y capaz de "hacer favores a dictadores que le caen bien" hasta desquiciar a sus asesores por anteponer sus intereses personales y electorales a los de Estados Unidos.
Lo hace en su recién publicado libro The Room Where It Happened: A White House Memoir (La sala donde ocurrió: memorias de la Casa Blanca), un éxito de ventas antes siquiera de ver la luz y que la Casa Blanca no ha logrado bloquear por la vía judicial. En los últimos cuatro años, periodistas, escritores e incluso el exdirector de la CIA han escrito sobre el hombre más poderoso del mundo: un multimillonario que según el mítico Bob Woodward (Fear, 2018) se conformó en 2010 con adoptar una filosofía antiaborto con tal de ganarse el apoyo republicano; o un presidente que se encierra por las noches en su dormitorio, hamburguesa de queso en mano, para analizar la cobertura mediática o charlar con sus confidentes, según el polémico escritor Michael Wolff (Fire and Fury, 2017).
No en vano, su retrato del "caótico" funcionamiento del ala oeste es uno de los más sólidos hasta la fecha. A lo largo de 500 páginas, Bolton ofrece todo lujo de detalles y críticas a lo que ocurre en el escritorio Resolute en cuanto a política internacional: desde la retirada del acuerdo nuclear con Irán, pasando por el acercamiento con el líder norcoreano Kim Jong-un, los desencuentros con líderes europeos por la OTAN, la guerra comercial con China o las relaciones con Rusia.
Favores a líderes como arma política
El que fuera embajador en la ONU (2005-2006) y funcionario de los gobiernos de Ronald Reagan, George H.W. Bush y George W.Bush captó la atención de Trump tras sus intervenciones en Fox, pero decidió dimitir tras una infructuosa lucha contra la política "disfuncional" de Washington. El mandatario, en cambio, sostiene que fue despedido y le acusa de mentir y poner en jaque la Seguridad Nacional del país.
“Trump creía que criticar las acciones de gobiernos perjudicaría sus relaciones con los líderes“
El autor desistió en su intento de imponer políticas duras contra los países rivales al concluir que el republicano prefiere "hacer favores a los dictadores que le caen bien", líderes internacionales de la talla de Kim Jong-un, Vladímir Putin, Mohammed bin Salman o Xi Jinping. "Trump parecía creer que criticar las políticas y acciones de gobiernos extranjeros perjudicaría sus relaciones con los líderes, lo que refleja su dificultad a la hora de separar las relaciones personales de las oficiales", escribe Bolton. De hecho, llega a asegurar que el presidente buscó la ayuda de China para la reelección, aunque advierte que se ha visto obligado a eliminar la cita exacta en una conversación con el mandatario chino tras la revisión de la Casa Blanca.
Uno de los episodios a los que más esfuerzos dedica en su relato es la relación con Corea del Norte. Oficialmente, Trump ha mantenido una estrategia de máxima presión contra el país, pero la "desesperación" del mandatario por vender la imagen de hasta tres reuniones con Kim Jong-un echó por tierra años de desconfianza y precaución con Pyongyang.
Bolton se muestra igual de perturbado cuando habla de Rusia, en el punto de mira durante la investigación del FBI. Trump habría presionado a sus funcionarios para que evitaran hablar de la injerencia en las elecciones de 2016 "porque creía que confirmaría implícitamente que había conspirado con Rusia en su campaña". El exasesor llega a asegurar que "Putin debía estar riéndose desproporcionadamente al salirse con la suya" cuando Trump contradijo a la Inteligencia estadounidense en defensa de Putin.
Guerras internas y miedo a los tuits del presidente
Trump apenas presta atención en los briefings de sus asesores, dedica sus mañanas a hablar por teléfono con funcionarios del Gobierno o con gente de fuera y no comienza a trabajar hasta la hora de comer. "Las reuniones se parecían más a peleas universitarias que a la cuidadosa toma de decisiones", narra, frustrado porque el mayor obstáculo al que se enfrentó a la hora de negociar la política exterior fue "la división entre Trump y Trump".
“Todos habíamos dado por perdida la idea de impedir que tuiteara“
La devoción del presidente por la red social Twitter es bien conocida, pero el Gobierno teme lo peor cuando el presidente tuitea sin previo aviso o cuando toma decisiones basadas en la cobertura mediática. "Todos habíamos dado por perdida la idea de impedir que tuiteara, lo único que podíamos hacer era vivir con ello", dice Bolton, sobre la invitación sorpresa del presidente a Kim Jong-un a una reunión que acabó en un hito histórico con su entrada en Corea del Norte.
A favor del impeachment, pero no por Ucrania
La suerte de laberinto que suponen todos los personajes que componen la Casa Blanca puede resultar a menudo confusa: desde asesores de la talla de Bolton, hasta diplomáticos desconocidos que sin embargo desempeñan un papel fundamental en la era Trump. Es el caso de funcionarios como Marie Yovanovitch, exembajadora de EE.UU. en Ucrania despedida por "hablar mal del Gobierno", o el mismísmo abogado personal de Trump y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, al que Bolton culpa de convencer al presidente de una falsa teoría de conspiración por la que Ucrania interfirió en el proceso electoral de 2016.
El testigo que no fue ha preferido desvelar parte de su conocimiento sobre la trama ucraniana a comparecer ante el Congreso en el tercer impeachment a un presidente de la historia del país, pero el capítulo dedicado al juicio político resulta no ser tan revelador como se llegó a anticipar. Aunque el exasesor asegura que jamás tuvo conocimiento del encargo al presidente de Ucrania para investigar a Hillary Clinton o Joe Biden, Bolton concluye que el republicano podría haber sido destituido por muchos otros factores fruto de un comportamiento "inaceptable como presidente".
La Casa Blanca demandó al exasesor a mediados de junio para impedir la publicación del libro, alegando que compromete la Seguridad Nacional del país. Un juez federal se negó a detener la publicación, pero advirtió a Bolton de que está "jugando con la Seguridad Nacional y se expone a responsabilidades civiles y criminales". A falta de una segunda demanda que podría obligar al exasesor a entregar el dinero recaudado con el libro al Gobierno, Bolton ha lanzado toda una campaña contra la reelección del hombre a quien llamó jefe durante más de año y medio.
Y con los sondeos por primera vez a favor de Joe Biden a cinco meses de las elecciones, el país sumido en la crisis sanitaria del coronavirus y los disturbios contra el racismo, John Bolton pone en jaque al presidente: "Es la silla del escritorio [de Trump] la que está vacía".
La era Trump, en siete frases
- "Trump estaba completamente preparado para ir a la guerra si tenía que hacerlo e Irán debía entenderlo", (Bolton).
- "Pat Cipollone [abogado de la Casa Blanca y defensa de Trump en el impeachment] se quedó pasmado por el uso de Trump de la ley", (Bolton).
- "No me importa que el ISIS vuelva a Irak", (Donald Trump).
- "No puede ser que no podamos cerrar la frontera [con México]. Es como un teatro, decid que [EE.UU.] está lleno. Me votaron por esto y si no, no lo volverán a hacer", (Donald Trump).
- "¿Qué pasa si tenemos otra crisis de verdad como la del 11S con su forma de tomar decisiones? Quizá lo mejor [para EE.UU.] sería que fuera mal", (John Kelly, jefe de gabinete entre 2017 y 2019).
- "Lo hiciera o no, estamos de parte de Arabia Saudí", (Donald Trump, sobre el rol del príncipe saudí Mohammed bin Salman, en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
- "Siempre dije que Maduro es duro. Nadie ha oído hablar del niño Guaidó", (Donald Trump, tras reconocer a Juan Guaidó como presidente "interino" de Venezuela).