'Cinema Paradiso', un homenaje al cine para rescatar a las salas tras la pandemia
- La cinta de Guiseppe Tornattore se reestrena en 150 cines, coincidiendo con la reapertura de las salas
- Narra la historia de historia de un niño en la Italia de posguerra y su amistad con el proyeccionista del cine de su pueblo
Las salas de cine de toda España vuelven a abrir este fin de semana tras más de tres meses de cierre obligado a causa de la pandemia de coronavirus. Entre medidas de seguridad y una enorme incertidumbre, la cartelera no presenta grandes estrenos, quizá aguardando a que el panorama se termine de despejar. Pero los cines confían en este retorno en el tirón de un título emblemático, uno de los grandes homenajes al séptimo arte como es Cinema Paradiso.
Más de 150 salas proyectan desde este fin de semana el clásico de Giuseppe Tornattore (Bagheria, Italia; 1956), una película cargada de nostalgia y de tintes autobiográficos. Cinema Paradiso (1988) narra la historia de un director de cine que, al saber de la muerte de Alfredo, el proyeccionista del cine del pequeño pueblo siciliano en el que se crió, evoca su infancia y la amistad que alcanzaron. La relación entre el pequeño Totó (al que dan vida tres actores, Salvatore Cascio en su infancia; Marco Leonardi en su adolescencia y Jacques Perrin en su época adulta) y Alfredo (Philippe Noiret), ambientada en la Italia de la posguerra, va evolucionando hasta convertirse en un vínculo paternofilial -el protagonista es huérfano- y sirve de excusa para recordar un tiempo, previo a la llegada de la televisión, en el que ir al cine era un acontecimiento social.
Con elementos del neorrealismo italiano, un música magistral a cargo de Ennio Morricone y unos personajes inolvidables y cargados de verdad, Cinema Paradiso alcanzó un lugar importante en el corazón de los aficionados, muchos de los cuales la consideran una de las cintas que mejor reflejan la magia del cine, un sentimiento ligado a una época que hace mucho tiempo que se esfumó. Es quizá en esa capacidad de mezclar drama y comedia donde reside el éxito de la película.
(MÚSICA)
-Hace más de 30 años que no viene por aquí.
(HABLA EN ITALIANO)
-La primera vez que mi padre me llevó a un cine,
la mayor sorpresa fue el hecho de ver a tan poca distancia de mí,
figuras humanas gigantescas.
Y me sorprendía que nadie tuviese miedo.
Ningún espectador tenía miedo de esos gigantes.
Y yo me preguntaba ¿cómo era posible?
Y esa pregunta se quedó dentro de mí cuando se encendieron las luces
y vi aquella enorme pantalla blanca delante.
No podía dejar de preguntarme cómo era posible semejante prodigio.
-Dijo que había muerto...
Un tal Alfredo.
Y que mañana se celebrarán los funerales.
¿Quién es?
(HABLA EN ITALIANO)
-Siempre pensaba en Alfredo como un personaje imponente,
como una especie de gran oso con los ojos de ese niño tan pequeño.
Y pensando en un actor extranjero, recordé a Philippe Noiret.
-Tú no debes venir aquí.
¿Cómo tengo que decírtelo?
¿Se puede saber? ¿Es que no lo entiendes?
-¿Me la puedo quedar?
¿Qué dices, me la puedo quedar?
-¡¿Me la puedo quedar?!
(ENFADADO) -¡No!
(GRITOS)
-Para evitar que el fuego llegue a las bovinas.
¿Lo entiendes?
-Sí, Alfredo.
-Recuerdo exactamente haber tenido la idea de pensar
que se podía hacer una película sobre el final de una sala de cine
en un momento histórico particular,
en unos años en los que las salas de cine no paraban de cerrar
una tras otra.
(HABLA EN ITALIANO)
(MÚSICA)
-Estas son las cosas que ha dejado para ti.
(MÚSICA)
Desapercibida en su estreno
Sin embargo, el recorrido de Cinema Paradiso hasta el éxito no fue fácil. Su director, Giusseppe Tornattore, venía del mundo de la televisión y en 1986 había dirigido su ópera prima, El profesor, una película de mafiosos cuya temática no podía estar más lejos del título que le lanzaría a la fama y que no tuvo gran repercusión
Tornattore llevaba años rumiando la idea de realizar una película basada en su infancia y en su experiencia personal y, cuando tuvo oportunidad, se enfrascó en el proyecto, que rodó en su Bagueria natal para dar mayor verosimilitud a una historia que nace de sus propias vivencias, aunque el nombre del pueblo en el que se desarrolla la historia, Giancaldo, es ficticio.
Pero en su estreno en Italia, a finales de 1988, la película pasó un tanto desapercibida y sería un año después, en el festival de Cannes, donde se alzó con el Premio Especial del Jurado, dando paso a una carrera meteórica que le llevó a ganar el Globo de Oro y el Oscar a mejor película de habla no inglesa y a arrasar en los BAFTA británicos.
Éxito en España
Con ese aval, en diciembre de 1989 se estrenó en España, donde logró grandes números en taquilla, ayudada por el reconocimiento internacional pero, sobre todo, por el boca a boca que convirtió a la película italiana en una de las preferidas del público español.
Sin embargo, la película supuso el techo en la carrera de Tornatore que, a pesar de las expectativas que levantó, nunca logró igualar las cotas de popularidad logradas con sus obras posteriores, aunque algunas sí rayaron a gran altura artística, como Pura formalidad (1994), El hombre de las estrellas (1995), Malena (2000) o La mejor oferta (2013).
Prueba de la popularidad de Cinema Paradiso es que, en 2014, coincidiendo con el 25 aniversario de su estreno en España, volvió a nuestras salas una versión remasterizada.
Por eso, no es casual que las distribuidoras hayan confiado en un valor seguro como Cinema Paradiso en este momento tan complicado, teniendo en cuenta que ni siquiera durante la Guerra Civil española se llegó a este punto de suspender las proyecciones.
Totó, Alfredo y el resto de personajes de esta mágica historia son, sin duda, los idóneos para intentar rescatar a los cines en el momento más complicado de su historia.