Lidl, condenada por plagiar a un inventor valenciano un utensilio para hacer leches veganas
- El incumplimiento de la sentencia de un tribunal alemán podría acarrear una multa de hasta 250.000 euros
Un vaso filtrante con un mazo. Simple pero efectivo. Se llama Vegan Milker y sirve para hacer leches vegetales o veganas. No es casualidad que naciera en la localidad valenciana de Alboraya, la cuna de la horchata, que no deja de ser leche de chufa. De hecho, es el sustituto moderno y mejorado de los procedimientos tradicionales para su elaboración.
Su inventor, Andoni Monforte, recuerda entre risas cómo para un reportaje de una televisión británica le obligaron incluso a reproducir el antiguo procedimiento de elaboración de la horchata introduciendo las chufas en un pañuelo y machacándolas.
La idea la tuvo en 2012. Fue entonces cuando creo su start up, Chufamix, y tras casi dos años, 150 prototipos y una inversión en I+D de cerca de 250.000 euros, estuvo listo.
Andoni exhibe con orgullo los componentes del invento. “Son todos materiales sostenibles” recalca. El mazo de madera de su última versión es de pino gallego. El vaso de plástico, certificado para evitar la emisión de cualquier tóxico, se hace en Ibi, Alicante. Hay hasta siete empresas, la mayoría valencianas, implicadas. Para alguna de ellas, nos dice, es un 30% de su facturación: "Proveernos ha sido clave para sobrevivir durante la crisis del coronavirus".
“Fuimos un caso raro de start up, que dio beneficios desde el primer momento” El producto se registró en la oficina europea de patentes en Múnich, se puso de moda entre comunidades veganas de casi 40 países y las ventas iban creciendo, hasta que llego 2017.
Ese año la cadena de supermercados Lidl empezó a vender un producto similar, fabricado en China y a un precio siete veces inferior. La empresa valenciana estuvo a punto de irse al traste. En un año pasaron de tener beneficios a pérdidas de 40.000 euros y les dejaban 20 de sus distribuidores internacionales, algunos de los cuales le escribieron enfadados pensando que habían llegado, sin decírselo, a un acuerdo con la multinacional alemana.
Cruce de demandas. “Nos habían plagiado hasta el manual de instrucciones”
El empresario valenciano primero requirió por carta a Lidl para que dejara de distribuir su producto recordándoles que se trataba de un invento con patente europea. El gigante de la distribución negó que se tratase de un plagio.
Andoni Monforte presentó entonces una denuncia ante la justicia española por un delito contra la propiedad industrial e intelectual. A petición del juzgado, la oficina española de patentes y marcas y la sección de falsificaciones de la Policía Nacional emitieron informes corroborando que Lidl había realizado un plagio.
“Ni siquiera se molestaron en modificar el manual de instrucciones“
“Ni siquiera se molestaron en modificar el manual de instrucciones” asegura el inventor, que hace hincapié en los dibujos de las chufas que aparecen copiados en el modelo alemán.
Lidl contraatacó con tres demandas, pidiendo la nulidad de la patente en Alemania y España y reclamando que la justicia germana se pronunciara sobre si había una infracción de la normativa de patentes.
La sentencia dice que sí hubo plagio
Ha sido esta última la que ha producido la condena a la cadena de supermercados. La Audiencia provincial de Mannheim considera que la comercialización del producto fabricado en China si infringió la patente registrada, obliga a Lidl Digital Internacional a resarcir los perjuicios económicos causados a la empresa valenciana desde 2017, e impone una multa, caso de no hacerlo, que podría llegar a los 250.000 euros.
Andoni Monforte se lamenta de que mientras la justicia alemana ha resuelto el asunto en nueve meses el caso en España lleva tres años de instrucción.
La batalla continúa
De momento la multinacional estudia su respuesta. Al emprendedor valenciano pleitear le ha costado ya 40.000 euros y apunta, además, que la sentencia solo es de aplicación en Alemania, pese que la cadena de supermercados ha distribuido su producto en todo el mundo.
Con todo, Andoni está contento. La empresa vuelve a tener beneficios. En lo que llevamos de año, cerca de medio millón de euros en ventas. “Ahora que hemos ganado en Alemania vamos a ver cual es la indemnización y quizá reinvirtamos esa indemnización, por ejemplo, en demandarlos en Estados Unidos”