Así es la campaña de la DGT: furgonetas camufladas y más de 1.300 radares para un verano imprevisible
- Se esperan desplazamientos cortos y más viajes de reencuentro, así como desplazamientos a grandes núcleos urbanos para ocio
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La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha este año una campaña de verano "atípica", "distinta" e imprevisible tras los más de tres meses de estado de alarma por la pandemia del coronavirus, que contará con más de 1.300 radares de control de velocidad, así como 15 furgonetas camufladas, 12 helicópteros, 216 cámaras de control de cinturón de seguridad y de uso del móvil al volante, y 11 drones.
En rueda de prensa, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido que la excepcional situación vivida estos meses por el estado de alarma impide a Tráfico ofrecer una cifra aproximada de desplazamientos previstos para este verano, aunque ha considerado que difícilmente se aproximarán a los 91 millones que se produjeron entre julio y agosto de 2019.
Según el ministro, Tráfico prevé que este verano predominarán los "desplazamientos cortos, más viajes de reencuentro y más movimientos hacia los grandes núcleos urbanos en busca de actividades de ocio".
Así, se estima que habrá más salidas de fin de semana y de corta duración, así como un incremento de los desplazamientos de ida y vuelta en el día a lugares próximos a las urbes.
Más radares que el pasado verano
Para controlar los desplazamientos de este verano, la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán, como cualquier otro año por estas fechas, la vigilancia de la velocidad, los controles de alcohol y drogas y del uso del cinturón de seguridad y del casco.
Este verano, habrá más radares en las carreteras que el verano pasado, porque, según ha explicado el director general de la DGT, Pere Navarro, se instalaron 78 nuevos hasta el 31 de diciembre pasado. Así, habrá 764 radares fijos y 548 móviles.
La operación verano de la DGT de este año tendrá cuatro fases: la primera se desarrollará entre el viernes 3 y el domingo 5 de julio; la segunda fase, del viernes 31 de julio al domingo 2 de agosto; la tercera fase, del viernes 14 al domingo 16 de agosto, y la última, del viernes 28 al domingo 31 de agosto.
Una operación verano "distinta" por la pandemia
Grande-Marlaska ha recordado que la pandemia ya se ha cobrado la vida de más de 28.000 personas en España, por lo que ha hecho un llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad este verano en las carreteras.
"Las ganas por recuperar la nueva normalidad no pueden llevarnos a cometer imprudencias en la carretera, ya que en más ocasiones de las deseadas, esas imprudencias suelen acabar en accidentes mortales, por tanto, si hemos superado la fase más aguda del coronavirus no podemos estropearlo en la carretera, porque este país no puede soportar más muertes", ha advertido.
Con el lema "Este país no puede soportar más muertes. Al conducir extrema las precauciones", el patinador olímpico y dos veces campeón del mundo Javier Fernández protagoniza el vídeo de la campaña de la DGT, que está ambientado en un lugar lleno de simbolismo durante la pandemia: el Palacio de Hielo de Madrid, que fue habilitado como morgue durante la crisis sanitaria.
El video muestra de manera metafórica a Fernández como si fuera un vehículo y la pista de hielo como si fuera una carretera. Un mal salto puede tener consecuencias fatales para el patinador; lo mismo que cuando el conductor adopta comportamientos de riesgo en la conducción, segúnTráfico.
"Va a ser una operación verano distinta, va a ser un verano especial para todos", ha vaticinado el titular de Interior, que ha advertido de que están vigentes las medidas habituales de seguridad vial.
Preocupación por la recuperación de la movilidad
Según ha indicado el ministro, se está recuperando el volumen de tráfico registrado antes de la pandemia, aunque todavía en junio hay un 20% menos de desplazamientos con respecto al año anterior en mismas fechas. Marlaska ha recordado que durante el estado de alarma los desplazamientos llegaron a reducirse entre un 80% y un 95%.
Por ello, se ha mostrado preocupado por la movilidad en la nueva normalidad, pues ha incidido en que algunas personas retoman la conducción después de tres meses sin hacerlo, lo que hace, según el ministro, que algunos conductores sean "más impulsivos" porque "se ha perdido la costumbre".
"Llevamos tres meses sin conducir y eso nos preocupa", ha alertado Marlaska, que también avisa de la posibilidad de "perder el recuerdo de mantener esa costumbre de responsabilidad", lo que puede llevar a conducir con una velocidad excesiva por confundir esta con el haber "recobrado la libertad".
De hecho, el ministro del Interior ha señalado que los siniestros que han tenido lugar durante estos últimos meses han sido de vehículos que realizaban desplazamientos cortos debido a un "exceso de confianza".
Y para recordar que hay que seguir "siendo responsables" en la carretera, la DGT ha elaborado también un documental en el que Javier Fernández, un guardia civil de Tráfico, una médico intensivista y un militar de la UME recuerdan que tras los tres meses de confinamiento por la pandemia hay que seguir siendo prudentes al volante. De hecho, Fernández alerta de que las "ansias" por viajar "nos pueden perjudicar" cuando nos ponemos al volante.
Balance de siniestros del año pasado
Por otro lado, el ministro ha recordado el balance de fallecidos el año pasado durante la campaña del verano de 2019. Entonces, fallecieron un total de 215 personas durante el verano, la cifra más baja desde que se disponen estadísticas.
Casi la mitad de los accidentes mortales (45%) fueron salidas de la vía, y según Marlaska, detrás de este tipo de accidentes suele estar una velocidad excesiva o alguna distracción. En cuanto a la franja horaria con mayor concentración de accidentes, el 36% de los accidentes mortales se produjeron entre las 14.00 y las 20.00 horas.
También ha resaltado que el 43% de los fallecidos durante el verano fueron los que se consideran vulnerables, un colectivo compuesto por motoristas, ciclistas y peatones, y que en 2010 representaban el 30% del total de las víctimas mortales. De los fallecidos en las carreteras, 69 fueron motoristas, de los que cuatro no llevaban cascos, y 10 fueron ciclistas, de los que siete tampoco llevaban casco. Y otros 23 de las víctimas mortales, no llevaban cinturón de seguridad.