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Cómic

'Mujeres entre viñetas', la web que reivindica a las grandes autoras de la historia del cómic

  • Cada quince días, Montserrat Terrones y Panchulei publican la biografía de una gran artista
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Trina Robbins, la primera mujer que dibujó a Wonder Woman

En sus más de 120 años de historia el Cómic ha sido muy machista en todos los aspectos, desde los papeles que se ha dado a la mujer en la historieta hasta la poca presencia de autoras. Y las que ha habido, casi siempre han sido relegadas al olvido. Por eso nace Mujeres entre viñetas, un proyecto ilustrado online de la editora catalana Montserrat Terrones y la artista chilena Panchulei, que pretende recuperar la memoria y difundir la obra de autoras de cómic de distintos lugares del mundo y de todas las épocas.

Panchulei (Francisca Cárcamo Rojas), nos cuenta por qué nace y cúal es el objetivo de este proyecto: “La visibilización de las mujeres en distintos sectores, ha surgido como una necesidad descubierta junto a la conciencia que comenzamos a tener como mujeres, figuras y actores relegadas a lo largo de la historia. Por ende, creo que este impulso no es algo aislado y está situado en un contexto mucho más global que hemos estado teniendo las mujeres que nos consideramos feministas. ¿Qué podemos hacer desde nuestra vereda? Yo creo que este proyecto es el resultado y reflejo que quienes somos nosotras. Editoras, dibujantes, diletantes de lo artístico y por lo demás, buenas lectores de comic, y que además estamos motivadas (y hasta nos sentimos en deuda) en visibilizar a aquellas mujeres dejadas, muchas veces, en segundo plano en el mundo masculino de la historieta”.

“Desde el sitio web Mujeres Entre Viñetas, creado por Montserrat Terrones y en el que desde hace algún tiempo ya se pueden encontrar diversos post relacionados al quehacer historietístico de mujeres autoras/artistas, hemos querido realizar este acto divulgativo visual –continúa Panchulei-. Por eso cada 15 días publicamos una biografía pequeña sobre una mujer historietista, de forma ilustrada. La idea es que con un simple vistazo el lector pueda enterarse de los aspectos más importantes de la carrera de cada una de estas mujeres, además de hacer una suerte de tributo a ellas, con lo que decide contar y mostrar en cada entrega. La idea es divulgar y crear una suerte de pequeño archivo gráfico para consulta y difusión”.

“Exacto –añade Monserrat Terrones-, lo que pretendemos es divulgar la existencia de todas estas autoras, muchas de ellas completamente desconocidas para todas aquellas personas que no tienen una relación intensiva con el cómic”.

Las primeras autoras elegidas: Trina Robbins y Marika Vila

Las primeras autoras elegidas para el proyecto son la norteamericana Trina Robbins (la primera mujer que dibujó Wonder Woman e introdujo la temática de género en la serie , que también es historiadora sobre la mujer y el cómic) y la catalana Marika Vila (una de las pocas autora que participó en el boom de la novela gráfica española de mitad de los años 70 y que, desde entonces, ha luchado para que no se olvide a las autoras y por la igualdad en el mundo del cómic).

Panchulei asegura que: “Representan gran parte de la incursión norteamericana/europea de la mujer en el comic hace décadas atrás. Y aunque ambas están vigentes en la escena, ya son artistas con trayectoria y que además han realizado un aporte a la difusión de otras artistas a través de sus estudios, investigaciones y comisariados. Pero las artistas que seguirán en las próximas entregas son diversas, de muchos lugares del mundo. Su selección va no solo en la relevancia artística que tienen, también en la curiosidad que sus figuras nos han despertado y que creemos que serán interesantes de mostrar”

“Es cierto –añade Montserrat- que aunque ambas son autoras de una larga trayectoria, no son muy conocidas por el público no altamente especializado. Y menos conocida es aún su labor de recuperación de artistas, realizada completamente en solitario. Por esta razón nos ha parecido importante empezar con ellas y hacerles este modesto "reconocimiento".

Pero sólo son las primeras de una larga lista de las que les gustaría hablar: “Nos gustaría homenajear a quienes han marcado tendencias, a otras artistas mucho menos conocidas aquí, por ejemplo autoras latinoamericanas y aquellas que creemos que también corren riesgo de ser olvidadas o relegadas dentro del mundo del cómic” -asegura Panchulei-.

Nos gustaría romper en lo posible las dinámicas norte y sur y dar voz a autoras que debido a otras circunstancias más allá de las de su género, se encuentran en una situación que aún dificulta mucho más su visibilidad –añade Montserrat-. En lo que respecta a España, sí, hay muchas autoras extranjeras que no han sido publicadas, pero creo que es más urgente recuperar en ediciones de buena calidad el patrimonio historietístico que supone la obra de muchas autoras que han publicado a lo largo del siglo XX y cuya obra es difícil de encontrar si no se visita la Biblioteca Nacional”.

Destacar la estética y los colores que ha elegido Panchulei, acorde con las dibujantes a las que han homenajeado hasta ahora: “Cada vez que comienzo una nueva biografía, veo muchísimas imágenes en detalle de cada artista. Muchas de ellas tiene una forma de dibujar y de diseñar a sus personajes en particular, y muchas veces también cuenta con una forma de autorrepresentarse, lo cual me parece interesantísimo. El sentido estético de cada una de ellas, también va acompañado de una paleta de colores bastante singular, siempre se están desenmarcando del clásico color y eso me gusta mucho, por lo que creo una paleta de colores acotados para dar vida a los dibujos. No solo mostrar escenas importantes de su carrera, sino que también acercar al lector a una especie de síntesis estética. Es muy difícil, pero a la vez muy entretenido de realizar, espero estar consiguiendo eso”.

Biografía de Trina Robbins

Autoras famosas en todo el mundo… menos en España e Iberoamérica

Panchulei destaca que haya grandes autoras que son conocidas en todo el mundo menos en España: “En muchos casos si. Hay casos de autoras muy populares en el mundo o incluso en otros mercados que con suerte han sido traducidas al español, y por ende desconocidas en el mundo ibero/hispanoamericano. Sin ir más lejos, Trina Robbins o Aline Kominsky son dos autoras de las que casi no se puede encontrar material publicado en España. En otros casos, han sido opacadas por la escena, que en muchos casos pareciera ser un grupo de amigos coleguistas y no de artistas que destaquen el verdadero valor y sentido del trabajo, si no, muchas más mujeres serían publicadas y destacadas, ya que además las mujeres autoras tienen discursos y trabajos de gran calidad”.

“Del cómic hasta hace poco era difícil encontrar documentación en general –añade Montserrat- así que si hablamos de autoras, y si éstas son del pasado, aún lo es más. Afortunadamente han aparecido figuras como las ya citadas de Trina Robbins y de Marika Vila que han trabajado para la preservación de la memoria y que cada vez hay más gesten interesada en esta preservación, pero también es cierto que hay documentación que ya está perdida para siempre”.

Dos autoras con el mismo objetivo: reivindicar a las dibujantes

Panchulei nos comenta cómo surgió esta gran idea: “Nos conocimos en el Festival Internacional de la BD en Angoulême realizado a fines de enero pasado (Francia). Yo estaba junto a Marcela Trujillo y Catalina Bu en una mesa sobre mujeres chilenas en la historieta, en la que además no solo hablamos de nuestro quehacer, si no que también la enfocamos en qué cosas como artistas estábamos realizando para apoyar el estallido social en Chile, el cual comenzó en octubre del 2019. Fue ahí que Montserrat estaba en el público y al finalizar la charla nos pusimos en contacto (ambas vivimos en Barcelona). La sincronía ha sido inmediata y sin sobresaltos. Nos pusimos la meta de publicar estas biografías y lo hemos pasado muy bien. Creo que ambas estamos buscando lo mismo y nuestra diversidad cultural, de quehaceres, así como las diferentes lecturas y visiones, se han integrado muy bien y ha nutrido este proyecto desde el comienzo”.

“En mi caso –continúa Panchulei-, desde muy niña seguí la pista de las autoras de manga, soy muy fan de Rumiko Takahashi, Naoko Takeuchi y de Riyoko Ikeda y me sorprendía que fueran tan buenas dibujantes y narradoras, que crearan mundos tan complejos y con tanta gracia. Luego en Chile, el resurgimiento de la historieta (a fines de la primera década del 2000) fue de la mano de mujeres como Marcela Trujillo y Sol Díaz. Eso me motivó a buscar a otras autoras, y llegué a Marjane Satrapi, Alison Bechdel, Posy Simmonds, Catherine Maurice y Gabrielle Bell. Cuando tuve mi editorial y librería (especializada en ilustración e historieta) en Chile, me sorprendí con la cantidad de lectoras del mundo infantil y juvenil se estaban formando gracias a las historietas de Daniela Thiers (Alegría y Sofía) y Paulina Palacios (Maestro Gato)”

“Veía una escena consolidada en lectores, producción, ventas, pero muy poca en difusión de los propios pares –continúa la chilena-. Estas artistas no están casi nunca nominadas a premios, y menos invitadas a eventos de caracter "friki". Y fue ahí cuando grité a los cielos ¡¿POR QUÉ?! Me parecía una locura. No había caído en cuenta de que eran mujeres, y a pesar de haber nacido en una familia de solo mujeres y muy fuertes, no había madurado mi conciencia con respecto al feminismo. De pronto despertamos, comenzamos a hablar de ello y se hizo la magia. Es muy bello saber que ya no estamos ni dormidas ni solas, que ahora nos tenemos para luchar juntas por la visibilidad y el reconocimiento justo en un mundo masculino, que a ratos también ha sido tan desagradable e ingrato con nosotras”.

“En mi caso he tenido siempre interés por el cómic hecho por mujeres –añade Montserrat- y cuando trabajaba en Ediciones La Cúpula hice todo lo posible para aumentar su presencia en nuestro catálogo, cosa que no fue fácil, sobre todo al principio. Cuando empecé a trabajar como editora me di cuenta que las mujeres no leíamos cómics porque toda la industria no nos tenía en cuenta para nada como público potencial y que eso había que cambiarlo. Es decir, que había autores del cómic independiente que nos podían interesar y gustar y que nosotras no sabíamos que existían porque a nadie se le había pasado por la cabeza que nosotras también podíamos leer esos cómics”.

Ilustración de 'Mujeres entre viñetas'

La mujer en el cómic español

Como la mayoría de los autores de cómic del Siglo XX eran hombres, los personajes femeninos siempre han estado distorsionados por esa visión masculina. Y a las autoras se las encasillaba en el cómic para niñas, como nos recuerda Montserrat: “En España ha habido cómics hechos por y para mujeres con bastante frecuencia en la historia del medio. Lo que tendríamos que preguntarnos es cuándo han existido cómics hechos por mujeres que les permitían escapar del discurso asociado a su género y que les permitía crear con total libertad, tanto a nivel de discurso como de estilo. Esto ha sido relativamente reciente, con algunos casos esporádicos como Núria Pompeia, Marika Vila, Montse Clavé o Mabel Soria en los años 70”.

“Hoy en día que hay tantas autoras –añade Montserrat-, muchas siguen creando en función de lo que se espera de ellas en función de los roles de género y no creo que sean conscientes de ello. Continúan habiendo géneros, los serios, en los que no tenemos casi presencia. No publicamos viñetas de actualidad política y buena parte del humor que hacemos se centra en una visión irónica de la feminidad (cosa que no me parece mal), pero que nos encasilla otra vez en lo que se espera de nosotras en tanto género. Me gustaría que publicasen autoras que hiciesen sátira política, cómics de investigación al estilo de los de Joe Sacco en primera línea del conflicto, etc”.

Imagen de la exposición 'Con voz propia: Mujeres cuerpo a cuerpo'

La mujer en el cómic chileno

Como la mayoría de los autores de cómic del Siglo XX eran hombres, los personajes femeninos siempre han estado distorsionados por esa visión masculina. Por eso preguntamos a Panchulei cuando empezó a haber mujeres de verdad en los tebeos de Chile: “En Chile hubo una edad de oro bastante extensa (1945-1973), pero siempre fue dominada por la presencia masculina o bajo sus cánones, por lo que la representación de la figura femenina siempre estuvo supeditada a esa perspectiva. Recién con el surgimiento de la escena underground en Chile, hubo una real representación y quehacer de mujeres chilenas como autoras, y su fuerte comenzó hace un poco más de 10 año solamente. Yo comencé a publicar historietas el año 2009, y éramos vistas como las raritas”.

“En Chile –añade Panchulei- una de las propulsoras ha sido Marcela Trujillo, que comenzó a publicar en la revista Trauko en los ochenta. Luego tomó la posta de autoras del underground y la autobiografía descarnada, ha entregado en Chile la posibilidad de abrir puertas. Hablar de ella siempre me emociona mucho, creo que esto nunca se lo he dicho, pero siempre me he sentido agradecida de su papel en la historieta en Chile. Luego iniciativas que han buscado la unión de las mujeres en torno a las viñetas, como es el caso de Tribuna Femenina, fanzine hecho solo por mujeres y creado por Melina Rapimán, o de iniciativas como Comiqueras, feria de autoras en el comic o sitios como La Comiquera, donde busca la difusión de la historieta, destacando principalmenta a las mujeres, han sido iniciativas muy buenas”.

“Actualmente –concluye Panchulei-, la revista Brígida, ha tenido un papel importante en mantener una producción variada de mujeres en habla hispana compartiendo un espacio de publicación popular y activo. En Latinoamérica el feminismo es muy fuerte, porque las leyes no están acordes ni al mismo tiempo que la sociedad, por ende la unión entre mujeres ha sido necesaria en muchas dimensiones de la vida, no solo en el quehacer artístico, de protesta o denuncia. Actualmente hay una conciencia transversal interesante, como la revista Clítoris o el Chicks on Comics en Argentina. Las mujeres estamos muy productivas y bravas, porque sentimos que ahora vale más que nunca la pena nuestro trabajo, ya sea de denuncia, visibilización o bien nuestro quehacer cotidiano ya es validado”.

Portada de la revista 'Clítoris'

Además, Panchulei nos comenta que los cómics chilenos están lastrados por la colonización cultural europea y norteamericana: “Los estereotipos son impuestos por la dominación cultural norte-sur obvia de un país que surge desde una colonia, el saqueo y el genocidio, para luego ser establecido como proveedor de materias primas al primer mundo en la era industrial. El colonialismo no ha terminado, América Latina está plagada de transnacionales que lucran con nuestros recursos, no tenemos una verdadera soberanía, y eso se extrapola en lo cultural. Se nos impuso la lengua, la cultura, la forma de generación y adquisición del conocimiento, los modelos económicos y qué es lo que debemos respetar”.

“Nosotros conocemos mucho de la cultura norteamericana y europea, pero eso no es de la misma forma en el sentido contrario –añade-. Eso se llama división norte-sur, donde el sur del mundo cree que la construcción gráfica y de la narrativa debe obedecer a ciertas audiencias de mercados establecidos en el primer mundo, por ende nuestra historieta nació mirando hacia afuera más que al mirarnos hacia adentro, al menos en el formato, en la forma de dibujar y hasta de qué forma producir esa cultura popular. Pero eso poco a poco ha ido cambiando. El surgimiento de la autobiografía en Latinoamérica ha sido urgente y necesaria, ya que la vida de una "sudaca" nunca ha sido atractiva de ser escuchada por las audiencias educadas en un modelo distante”.

“Nosotras mismas –continúa- nos damos cuenta de que en muchas ocasiones tampoco estamos siendo fieles a nuestro relato, a nuestra realidad, y nos estamos diseñando de forma distinta. Con el estallido social en Chile, las autoras nos sentimos con el deber de retratar esa realidad, nuestro imaginario, nuestros sueños, difundir qué sucede en el desconocido sur del mundo. Lo bueno, es que el mundo está cambiando, y muchas supuestos que dábamos por cierto, se están derrumbando. El feminismo es una linda vereda desde donde reinventarnos, porque este mundo fue creado y reglamentado no solo desde el primer mundo, sino también desde la mirada masculina de la dominación y la explotación. Nosotras las mujeres hemos sido tan espectadoras, que ahora al fin tenemos el escenario limpio para reclamar un mundo mejor para todos”.

“Unirnos y seguir luchando es mi gran esperanza”

Por último les preguntamos qué papel creen que les espera a las mujeres en el mundo del cómic: “Yo soy muy optimista –confiesa Panchulei-. Creo que el mundo tal y como está en estos momentos, está haciendo evidentes los fracasos de los modelos creados desde el hetero patriarcado. Ya no es viable un futuro así, de un modelo económico que buscar explotar al otro y a la naturaleza, de la discriminación del otro por ser diferente, del triunfo de una cultura y el apoderamiento del conocimiento por parte de unos pocos. O cambiamos o ya no habrá mundo. Visibilizar esos cambios necesarios y los cambios posibles, son muy buenas metas para las y los artistas. Todos somos motores de cambio desde cada vereda, aunque cueste, aunque cada dos días nos queramos bajar del mundo, como dijo Mafalda: "unirnos y seguir luchando es mi gran esperanza”.

“Actualmente -añade-, el despertar de Chile y el feminismo me han dado nuevos sueños, luchas y objetivos, estoy todo el día en pos de ellos, y no solo pensando en mí, también pensando en lo colectivo. El capitalismo y el neoliberalismo nos ha hecho creer que ningún cambio es posible, que no hay salida, que lo político es una dimensión aparte y ajena, y nos tenían en calma. Eso cambió, y aunque cueste y nos canse, debemos hacerlo. No me gustaría que en muchos años más me preguntaran ¿dónde estuviste o qué hiciste mientras el mundo estaba cambiando?, y responder desde la apatía y la inacción. Eso nunca ha sido una posibilidad”.

“Yo pienso que ahora estamos de moda y que, cuando ésta pase, será el momento de evaluar la permanencia de lo que hoy en día consideramos como asumido –concluye Montserrat-. De todas formas sí que es cierto que hay un público lector femenino que parece estar consolidado y que en tanto que comprador, tiene mucho poder a la hora de garantizar la permanencia de las mujeres autoras de cómic. El tiempo lo dirá”.

Marika Vila, pionera dle cómic adulto español e historiadora del cómic femenino