Blas de Lezo y su imposible victoria sobre los ingleses que cambió la historia del Nuevo Mundo
- Ángel Miranda, Guillermo Mogorón, Ramón Vega y Miguel Ángel Abad narran esa famosa batalla en Lezo
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El 13 de marzo de 1741 los ingleses se plantaron en Cartagena de Indias con la mayor flota que había visto América: 200 barcos y 30.000 hombres, con el objetivo de acabar con el dominio español en la zona. Allí les esperaba Blas de Lezo, con tan solo 6 barcos y 3.000 hombres. Los ingleses estaban tan convencidos de su victoria que incluso acuñaron unas monedas conmemorativas. Pero, contra todo pronóstico, Lezo les derrotó en una de las batallas más increíbles de la historia, que ahora llevan al cómic el guionista Ángel Miranda Vicente, el dibujante Guillermo Mogorrón, el colorista Miguel Ángel Abad y el historiador Ramón Vega. En un cómic titulado: Lezo.
Ángel Miranda se confiesa fascinado por esta historia: "La figura de Blas de Lezo y la batalla de Cartagena de Indias son oro puro narrativamente hablando. Aunque hay varios libros al respecto, pedía a gritos que se contara en un formato más visual y espectacular. Es un personaje histórico fascinante y uno de esos casos en los que la realidad supera a la ficción… con creces. Además, nos lo reclamaron los seguidores de nuestro primer cómic" (Espadas del fin del mundo).
Ángel nos comenta cómo fue posible la increíble victoria de Lezo: "El sorprendente desenlace de una batalla tan desequilibrada, que parecía ganada de antemano por los ingleses, fue posible gracias a varios factores: tenacidad y talento de varias personas en el bando español, un toque de providencia, jugar en casa -el Caribe puede ser duro para los recién llegados- y una serie de malas decisiones en el bando inglés debidas a la soberbia y las prisas. De todos modos, en ambos bandos hubo muchas tensiones internas y enfrentamientos, lo cual es como pólvora para el guion, al que siempre le vienen bien los conflictos".
"Lezo fue un hombre de inmenso talento estratégico y gran valor"
Los protagonistas de la historia son los jefes de ambas armadas, Lezo y su enemigo, el Almirante Vernon. "Hemos intentado profundizar todo lo posible en los personajes, en sus ambiciones y frustraciones, para intentar representar de forma fiel qué les motivaba, cómo se comportarían y por qué existían esas rivalidades -asegura Ángel-. Para ello, hemos accedido a la propia correspondencia y diarios originales escritos por su puño y letra. Muchas de las declaraciones y frases que usamos fueron prácticamente así expresadas".
Aunque había perdido un brazo, un ojo y una pierna en sus múltiples batallas, eso no le impidió llegar a ser uno de los almirantes más temidos y respetados de la época. "Lezo fue un hombre de inmenso talento estratégico y gran valor; eso nadie lo duda -asegura Ángel-. Jamás fue vencido, a pesar de meterse en la boca del lobo una y otra vez. Por el camino fue perdiendo partes del cuerpo, lo cual no le hizo abandonar el campo de batalla, ni retirarse a la corte. También mostraba un carácter arisco que le enfrentó a varias personas influyentes, lo que acabó denostando su legado. Digamos que no tenía pelos en la lengua ni dotes diplomáticas… las cosas se hacían mal o a su manera. Alguien complicado de tratar ante un desacuerdo, de lo que tenemos varias referencias".
En cuanto a su rival, Ángel Miranda asegura que: "Vernon fue la antítesis de Lezo, por eso funcionan tan bien como contrarios. El inglés era un maestro de la política, la propaganda y de echarse méritos… aunque demostró no tener mucha visión estratégica en esta batalla. Hizo todo lo posible por lucirse y por mantener el mando marítimo sobre el ejército de tierra, como queda patente en su lápida, lo que le salió caro. Sus discursos arengando al pueblo inglés que aparecen en las viñetas pueden parecer exagerados, pero son reales. En cierto modo, un adelantado a su tiempo".
El dibujante Guillermo Mogorrón ha sido el encargado de plasmar a Lezo en las viñetas: "En su diseño pensé que no veo a Lezo como a un héroe moderno ni como a un superhéroe, sino como a un tipo muy profesional, muy seguro de que tiene razón, y muy dañado por las circunstancias de su vida. Tras su primera lesión le ofrecen una vida más cómoda en la corte y prefiere seguir arriesgándose. Por detalles que sabemos de su vida y su trato con otros, debía ser difícil y muy seco. Sus diferentes lesiones es posible que le produjesen dolor físico constante, y que afectasen a su carácter".
"Otro detalle que me interesaba de su pose y de sus gestos es que no necesitase ayuda; o camina con un bastón, o sabe colocarse lo que lleve, ya sea un gorro, un arma o un bastón bajo el brazo con poca movilidad, de manera que su único brazo útil le siga permitiendo agarrarse -continúa el dibujante-. Me lo he imaginado desafiante con sus superiores y amable con sus compañeros, pero también lo he diseñado con gesto duro de villano, mientras que al "villano" le he puesto rasgos más redondeados, en contraposición".
"Si Lezo hubiera perdido hoy se hablaría inglés en Sudamérica"
Como nos recuerda Ángel, esta batalla fue decisiva para el dominio español del Caribe y para la historia del continente: "Se lo jugaban todo. Cartagena de Indias era la llave de América en aquel momento, un puerto seguro donde proteger la flotas de Indias. Los ingleses ya habían atacado antes, pero ese era el peor momento para los españoles, con las construcciones defensivas en malas condiciones, la flota desperdigada y conflictos internos en plena restauración del virreinato. Los ingleses llegaban confiados con la mayor flota que habían visto esas aguas y tras su implacable victoria en Portobello, pero las cosas no salieron como esperaban".
Y es que, si hubieran vencido los ingleses, la historia sería muy diferente. "Si Vernon hubiera tomado la plaza -asegura Ángel-, es muy probable que el proceso de colonización inglés se hubiera adelantado y que en Sudamérica hoy se hablase inglés. Además de haber permitido a Vernon llevar el conflicto a España, posiblemente, con la pérdida de miles de vidas. El curso de la historia en ambos continentes y en muchos países se hubiera desarrollado de forma muy diferente. Se trata de una batalla decisiva y crucial que no se conoce en su justa medida. Es muy compleja, tanto en términos bélicos como socioculturales, pero hemos intentado representarla de forma fiel y al mismo tiempo estimulante".
Una excelente documentación
Destacar la excelente documentación de la que puede presumir este cómic, algo para lo que ha sido fundamental el papel del historiador Ramón Vega. "La documentación y la investigación nos ha obsesionado hasta límites insospechados -confiesa Ángel-, pero siempre con la finalidad de enriquecer el argumento, ser fieles a lo sucedido y utilizar todos esos datos para construir un buen esqueleto narrativo. Puede apreciarse en cada detalle gráfico, diálogo o contexto. Esto lleva su tiempo y su esfuerzo, pero también tiene su recompensa en el resultado final".
"El papel de Ramón vega -continúa el guionista- es fundamental para lograr esta fórmula y aportar ese valor incalculable al cómic. Se trata de un investigador de las complejas y numerosas fuentes originales e incluso contacta con expertos en otras áreas, como paleógrafos o botánicos. Su labor es indispensable tanto para la fidelidad como para entender qué ocurrió allí y encontrar la mejor forma de contarlo. Es un autor más y no solo aporta a nivel documental, sino también en el guion y el dibujo… también es historiador de arte".
El mayor desafío de los cómics históricos siempre es esa documentación y Guillermo también destaca el papel de Ramón en ese aspecto: "Cada página tenía su desafío, siempre, ya fuese por los uniformes, o la narrativa, o los escenarios, o el incluir a diferentes mecenas en las viñetas (el cómic se ha financiado por crowfunding y esa era una de las recompensas). El historiador Ramón Vega ha ayudado a que todo fuese lo más veraz que se pudiese, y su meticulosidad es más exacta de lo que mi dibujo refleja, cosa que espero no le haya desesperado mucho. Los uniformes no son lo más complejo, ni los barcos, porque al final te los aprendes, pero sí es difícil tener en cuenta particularidades de ciertos uniformes a lo largo de todas las viñetas, o hacer que las batallas pareciesen tan concurridas como en realidad eran. Espero haberlo hecho bien, y que se note".
"Lezo ha supuesto un desafío por su carácter casi mítico para algunos"
Una historia como esta, que incluye grandes batallas navales y coloridos trajes de época, es un desafío para cualquier dibujante. Pero Guillermo Mogorrón logra que cada página sea una auténtica maravilla visual. "Me interesa la historia en general, la ficción histórica y la época -asegura Guillermo-. Blas de Lezo me interesaba como ejemplo de historia bélica adaptable a cómic, aunque hasta que el guionista Ángel Miranda no lo me propuso, no lo tenía en mente como una de mis prioridades. De haber sido 100% mío habría tenido algún monstruo involucrado".
"El mayor desafío ha sido técnico -confiesa-, ya que hemos desarrollado un método de producción diferente al que suelo tener, más meticuloso, y a la vez me he involucrado más en su desarrollo que cuando es un trabajo de encargo. El propio personaje ha supuesto un desafío por su carácter casi mítico para algunos, y porque intentábamos ser lo más cercanos a la realidad de nuestras referencias como fuese posible, pero a mí me gusta dramatizar un poco los diseños y la narrativa, y de ese pulso entre realidad y ficción creo que he encontrado la manera de dibujarlo".
Guillermo Mogorrón colabora habitualmente con Marvel en series como los X-Men, por eso le preguntamos que diferencias encuentra en trabajar para una gran editorial americana y un proyecto más personal como este: "En Marvel entras como un engranaje, para bien o para mal, y notas que la maquinaria se mueve quieras o no quieras, tu trabajo viene detrás del de otro artista o del guionista, y detrás de ti llegan otros que lo completan, y aunque puedes involucrarte y en mi experiencia te respetan mucho, no tiene nada que ver con un cómic en el que el proceso en vez de linear ha sido en zig zag. El guionista y el historiador trabajan por un lado, cuando me llega el guión, y lo aboceto, el historiador y el guionista lo repasan, lo comentamos, se sugieren cambios, etc, y cuando hago la página a lápiz o a tinta, el historiador, Ramón Vega, aún está a tiempo de repasar detalles, verificar uniformes, escenarios, localizaciones, fauna, flora, dirección del viento, color de la tierra, armamento, pelucas...
Destacar también el color de Miguel Ángel Abad. "Lo primero de todo dar las gracias a Miguel Ángel Abad por su contribución, sin la que no sólo no habría terminado en esa fecha, sino que el cómic no luciría tan bien -asegura Guillermo-. Yo di el color de las primeras 8 páginas más una o dos posteriores, el de la portada y algunos retoques finales en el resto. Tenía más o menos una idea formada de qué tipo de tonos quería usar, y esa puesta en escena la puse en común con Miguel Ángel en cuanto se sumó al proyecto".
"A Miguel -continúa- lo conozco desde que estudiábamos bachillerato de artes y es un colorista y un artista magnífico por derecho propio, y en cuanto avanzó con el cómic pude delegar en él el grueso del trabajo de color. Nuestro proceso inicial era que él se apoyaba en los tonos grises de mi tinta, pero enseguida vimos que podíamos avanzar sin ellos, y que podía delegar esa tarea en él salvo cuando la escena realmente requería una valoración de tonos que quería que fuese a mi manera, pero eran momentos puntuales. En cuanto a qué aportan narrativamente, aportan claridad a mis dibujos por un lado, y atmósfera por otro".
'Espadas del fin del mundo', otra victoria imposible narrada por Ángel
Esta no es la primera victoria histórica imposible que narra Ángel. En 2016, y junto al dibujante Juan Aguilera, publicó su primer cómic: Espadas del fin del mundo, en donde narraban la victoria de 40 españoles frentre a casi un millar de piratas japoneses, en las proximidades del río Cagayán, en Filipinas.
"Aunque son obras con un desarrollo diferente -asegura Ángel-, Lezo bebe de la fórmula planteada en Espadas: rigor documental, espectacularidad, ritmo narrativo y personajes memorables. En ambos casos los protagonistas se enfrentan a una fuerza increíblemente superior en número. Los combates en el Cagayán contra piratas japoneses fueron una escaramuza, Cartagena fue una batalla más compleja de contar y con muchos más elementos en juego. Lo mismo ha ocurrido en la creación de ambos cómics".
"Creo que, aunque ambas se engloban en el género histórico, tienen ciertas diferencias narrativas -añade-. Una presenta la épica de la lucha a espada y un protagonista más absoluto, otra es más coral y la pelea tiene lugar entre cañones y ejércitos. Una tiene un toque más de aventura y otra más bélico, aunque ciertamente ambas presentan ingredientes comunes. Me gustaría pensar que con Lezo hemos dado un paso adelante gracias a los aprendizajes de Espadas".
Sus proyectos
De momento ambos trabajan en la segunda parte de Lezo, con la que conluirán la historia. "La segunda parte promete ser aún más emocionante -asegura Ángel-, ahora que ya hemos presentado a todos los personajes y el contexto. Estamos planificándola para empezar con ella en seguida. Veremos el desenlace de los conflictos planteados, tanto los de la batalla como los que hay entre los mandos. Cerrará la historia y el arco de los personajes, acabará de explicar qué fue lo que ocurrió y qué pasó después. Aún hay pendientes muchos cañonazos y momentos impactantes totalmente reales".
"Espero que el éxito de Lezo -continúa el giuonista- nos dé pie a poner en marcha nuevos cómics históricos con ciertas variaciones de género. Tenemos varias ideas en el cajón que gritan por ver la luz y me gustaría que saliesen adelante cuanto antes. Además, estoy terminando una novela histórica de aventuras con un viejo conocido como protagonista que recoge el espíritu de estos cómics, con un estilo narrativo que espero resulte sorprendente. Me gustaría hacerla pública en unos meses".
En cuanto a Guillermo: "La segunda parte está ya arrancando, y aunque no he leído el guión completo, lo que tengo en las manos es mucho más espectacular de lo que nadie espera. Aparte de Lezo, tengo un proyecto para USA del que no puedo hablar aún, pero que posiblemente implique dibujar más barcos, y esta vez sí, ¡algún monstruo!"