Sanidad aconseja no fumar o vapear en ambientes sociales porque puede ayudar a transmitir la Covid-19
Fumar y vapear puede ayudar a la transmisión de la Covid-19 debido a la manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos. Así lo refleja en el documento Posicionamiento en relación al consumo de tabaco y relacionados durante la pandemia por la COVID-19, aprobado por la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud.
Además, el texto subraya que dicho acto lleva consigo la expulsión de gotitas respiratorias y que estas "pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas" junto con "el factor de relajación de la distancia social de seguridad".
Por ello indica que "debe evitarse su consumo en ambientes comunitarios y sociales" especificando que "en caso de realizarse, sea en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados".
Por ello, recomienda seguir medidas especiales de higiene en relación al consumo de productos del tabaco y relacionados. Y se hace hincapié en los nuevos riesgos asociados al acto de fumar y vapear. La recomendación de Sanidad coincide con la que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) realizó el pasado 26 de mayo, alertando de que fumar en las terrazas y espacios públicos durante el período de desescalada aumentaba el riesgo de contagio tanto para los fumadores como para las personas del entorno.
Las pipas de agua no son recomendables en la nueva normalidad
El documento se refiere de manera específica a las pipas de agua "cuya utilización compartida se encontraba prohibida durante las fases 1, 2 y 3 del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad en función a lo establecido en la letra f) de los artículos 16 y 19 de las respectivas órdenes ministeriales".
Esto resulta también indicado en la actualidad teniendo cuenta las recomendaciones generales de higiene para evitar la transmisión de la COVID-19. Sobre este consumo ya hay algunas comunidades autónomas que están desarrollando, de forma complementaria, su propia normativa.
El consumo de tabaco empeora las enfermedades respiratorias
El documento recuerda que está demostrado que el consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas, empeora el curso de las enfermedades respiratorias y es, por tanto, un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, oncológicas, así como para la diabetes, entre otras patologías.
En cuanto a la relación entre fumar y la progresión de la COVID-19, "la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos".
En esta misma línea, el texto informa de que la OMS advierte de que "hay una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos produce efectos secundarios en los pulmones, corazón y vasos sanguíneos, y ello podría aumentar el riesgo de complicaciones severas por la COVID-19".
Precisamente la OMS ha avisado de que las personas infectadas por Covid-19 y fumadoras tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de forma grave e, incluso, de muerte, si bien ha reconocido que por ahora no se ha demostrado que tengan un mayor riesgo de infectarse, en comparación con los que no fuman.