'Verdad', la lucha de una mujer por la justicia y la libertad en la Guerra Civil española
- Un cómic de la italiana Lorena Canottiere premiado con el Gran Prix de Artemisia de 2018
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Durante la Segunda República las mujeres consiguieron logros como el derecho a voto, a divorciarse, a ir a la escuela o a presentarse a las elecciones. Y al comienzo de la Guerra Civil las milicianas republicanas no dudaron ni un momento en coger las armas e irse a combatir al frente. Aunque fueron desmovilizadas oficialmente en 1937, por militares masculinos que se sintieron amenazados por su presencia. Lo que demostró que el machismo seguía siendo universal.
Verdad (Liana editoria) es un maravilloso cómic de la italiana Lorena Canottiere (Turín), que habla de esa lucha de las mujeres y que está protagonizada por una joven anarqiusta italiana que se alista en las Brigadas Internacionales y que combatirá hasta el final, hasta convertirse en una maqui y seguir luchando contra la dictadura, tras el final de la guerra.
Lorena ha participado este sábado en la Semana Negra de Gijón, donde ha presentado el cómic y ha hablado sobre el cartel que ha dibujado para este acontecimiento cultural. La italiana ha asegurado que, para ella, "la Guerra Civil significó el principio del fin de los sueños de libertad".
Una historia que, aunque esté ambientada en la Guerra Civil, sigue de actualidad porque, desgraciadamente, la lucha de las mujeres por la igualdad dista mucho de haber acabado.
Un cómic apasionante por lo que cuenta (esa lucha de la protagonista contra el fascismo y la opresión religiosa y social de la época) y que, además, es una obra de arte gracias a la espectaculares ilustraciones de Lorena. Y que le valió el Gran Prix Artemisia de 2018, un galardón que tiene como objetivo promocionar el cómic femenino.
Una mujer en busca de la libertad y de su propia identidad
Verdad no es solo el título del cómic sino también el nombre de su protagonista, esa joven anarquista italiana que se alista en las Brigadas Internacionales inspirada por su madre, una mujer adelantada a su tiempo que estuvo en la famosa comuna libertaria de Monte Veritá y que la inculcó sus ansias de libertad.
Por eso, la protagonista sueña con encontrar algún día su propio paraíso, su propio Monte Veritá, como recompensa a su lucha por la libertad y la igualdad, pero el fascismo tiene otros planes para ella. Aún así ella nunca dejará de luchar contra la injusticia y en busca de su propia identidad, en uno de los momentos más convulsos de nuestra historia reciente.
El nombre también juega con esa creencia que tenemos todos de que estamos en posesión de la verdad y que los que no coinciden con nosotros están equivocados.
Esa lucha de la protagonista se alterna con sus recuerdos de infancia en una sociedad marcada por el machismo y que consideraba a su madre un producto del diablo, ya que había vivido en esa famosa comuna libertaria de Monte Verità por donde pasaron escritores, escultores, arquitectos, bailarines, pintores, poetas y políticos. Entre ellos Otto Gross, Rudolf Von Laban, Erich Müsam, Gustav Gräser o Hermann Hesse.
Una comuna que reivindicaba las libertades individuales (incluída la libertad sexual), que practicaba el nudismo y que era vegetariana. Como os podéis imaginar fue un auténtico escándalo en la época y la abuela de la protagonista la consideraba obra del diablo. El paraíso con el que sueña la protagonista mientras tiene que luchar por sus ideales y por su vida.
Destacar la maestría con la que Lorena va construyendo el personaje, poco a poco y con la necesaria colaboración del lector, que tiene que rellenar los huecos de la vida de la joven.
Un personaje que no es ninguna heroína, sino solo una mujer que se enfrenta a sus miedos y lucha por conseguir sus sueños, aunque sepa que está condenada al fracaso.
Una obra de arte
Pero además de la fantástica historia que cuenta, el cómic es una maravilla gráfica y visual. Imposible no sentirse atraído por los fantásticos dibujos de Lorena, cuyo dinamismo y expresividad dotan a los personajes de auténtica vida.
La combinación de imágenes y texto es realmente increíble. Y si a eso le sumamos un personaje protagonista realmente inolvidable, una vez que entras en la historia os garantizo que no la abandonaréis hasta el final.
Sin olvidar su manejo del color. Solo usa tres tonos: el amarillo, el rojo y el azul, con los que quiere imitar los afiches de la propaganda bélica de la época. Pero con ellos logra transmitir todo un abanico de emociones.
Una mirada innovadora a la Guerra Civil española, a través de los ojos de las mujeres, y que tiene un mensaje de esperanza en que un mundo mejor es posible. Aunque para ello haya que luchar y sufrir.