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Coronavirus

Cuatro días consecutivos de protestas en Serbia por la gestión de la pandemia dejan decenas de detenidos

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Cuarto día de protestas en Belgrado contra las medidas de confinamiento del Gobierno

Las autoridades serbias han informado este sábado de la detención de 71 personas durante la protesta que tuvo lugar la víspera en el centro de Belgrado y que derivó en incidentes violentos, causando varios heridos, entre ellos, 14 policías y un número indeterminado de periodistas.

Entre los detenidos hay ciudadanos de Montenegro, Gran Bretaña, Túnez y Bosnia-Herzegovina, resaltó el director de la Policía serbia, Vladimir Rebic, en rueda de prensa en Belgrado. Según Rebic, "entraron en Serbia, que les ofreció hospitalidad, pero ellos llegaron para destruir y atacar a la policía".

La noche del viernes 10 de julio, miles de personas volvieron a salir a las calles de la capital para protestar contra el Gobierno del presidente, Aleksandar Vucic, por cuarto día consecutivo. Los incidentes se produjeron cuando grupos violentos empezaron a embestir la puerta del Parlamento y tirar piedras, bengalas y otros artefactos a la policía en repetidos ataques.

El coronavirus como detonante del descontento político

Las protestas ciudadanas comenzaron el martes 7 de julio por el descontento con la gestión de la pandemia de la COVID-19 y el anuncio de nuevas medidas restrictivas para frenar la expansión del coronavirus, y rápidamente se convirtieron en manifestaciones antigubernamentales en las que participan desde manifestantes pacíficos que reivindican mayores estándares democráticos a los de extrema derecha.

Serbia cuenta oficialmente con menos de 400 muertos por la pandemia. Los serbios cumplieron un estricto confinamiento al que se puso fin con multitud de actos sociales y deportivos multitudinarios hasta que el martes 7 de julio, el presidente Aleksandar Vucic, anunció un nuevo confinamiento de viernes a lunes que miles de belgradenses rechazaron con protestas callejeras.

Para muchos, Vucic minimizó la gravedad de la pandemia y se atribuyó una "victoria sobre el virus" para poder celebrar las elecciones legislaivas del 21 de junio, boicoteadas por la oposición. Si, durante la campaña, las autoridades anunciaban una o ninguna muerte diaria, después de las elecciones, la mortalidad volvió a aumentar resultando positivos incluso varios ministros.

Vucic, acusado de autoritarismo por ONG´s y oposición

Las manifestaciones forzaron al presidente, Aleksandar Vucic a rectificar el nuevo confinamiento de fin de semana al tiempo que denunciaba la acción de "hooligans" en las manifestaciones. Por su parte los manifestantes acusan a las autoridades de haber infiltrado "agentes provocadores" para reventar la protesta y desacreditarla.

Hombre fuerte de Serbia desde 2012, Aleksandar Vucic, ex ministro del ex presidente Slobodan Milosevic, es un ex ultranacionalista que se ha reiventado como político de centro derecha que desea una integración de Serbia en la Unión Europea. Tiene bajo su control tanto las instituciones como los principales medios de comunicación, especialmente la televisión con excepción del canal N1 que ejerce una crítica abierta.

Según la ONG Freedom House, Serbia ya no puede considerarse una democracia debido a este control de poder casi monopolístico sobre los medios de comunicación. La oposición, laminada durante años, está ahora ausente en el Parlamento y como resultado, "la lucha política se libra el la calle", asegura el comentarista político Boban Stojanovic.

Escepticismo sobre el alcance de la protesta

Según el periodista Nemanja Rujevic, la experiencia demuestra que "el gobierno puede soportar durante meses protestas pacíficas siempre que siga controlando el discurso de los medios". Algo en lo que concuerda el profesor de la Universidad de Derecho de Birmingham, Bosko Tripikovic que considera que las protestas "privadas de objetivos ideológicos claros, tienden a ser intensas pero breves".

Los manifestantes que recogen un descontento presente en todo el espectro ideológico no tienen "liderazgo ni lista de demandas" en ausencia de partidos de oposición desbordados por la protesta y sin capacidad para canalizarla. Por otra parte, tampoco ayuda la indulgencia de la Unión Europea hacia el presidente, Aleksandar Vucic, al que considera garante de la estabilidad del país.

Aunque denuncie las deficiencias en la lucha contra la corrupción o la independencia judicial, la UE ve también en el presidente, Aleksandar Vucic, una figura clave para la resolución del conflicto con Kosovo cuya independencia Belgrado no reconoce.