Los líderes europeos negocian con poco optimismo y posturas enfrentadas el pacto de reconstrucción de la UE
- Las negociaciones se prevén intensas y sus protagonistas no descartan que la cumbre finalice sin acuerdo
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Los líderes de la Unión Europea (UE) negocian a esta hora en Bruselas, con poco optimismo y posturas enfrentadas, la cuantía y las condiciones del fondo de reconstrucción tras el coronavirus y de los presupuestos para los próximos siete años, en una cumbre que se prevé intensa y cuyos protagonistas no descartan que finalice sin acuerdo, sobre todo por la posición de Holanda, que rechaza que las ayudas lleguen en forma de transferencias a fondo perdido y que exige que los desembolsos se aprueben por unanimidad de los Estados, algo a lo que se opone España.
Los Veintisiete han estado discutiendo durante ocho horas la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que mantiene la cuantía del fondo en 750.000 millones de euros pero rebaja el marco financiero plurianual hasta los 1,074 billones de euros -frente a los 1,1 billones que proponía la Comisión- con el fin de contentar al primer ministro holandés, Mark Rutte.
Posteriormente, los líderes europeos han aprovechado un receso de cuatro horas para celebrar reuniones bilaterales e intentar acercar posturas y a las 21:00 horas han retomado la negociación conjunta. Fuentes diplomáticas aseguran a RTVE que la de este viernes ha sido una primera jornada de tanteo y que este sábado los Veintisiete debatirán los detalles. Sobre la mesa, el tamaño del fondo y del presupuesto, el reparto entre transferencias y préstamos y las condiciones para otorgar las ayudas.
Sin embargo, ni las presiones de grandes potencias como Alemania y Francia ni las concesiones de Michel han conseguido doblegar a Rutte que continúa, junto al resto de los llamados países 'frugales' -Suecia, Dinamarca y Austria-, pidiendo recortes en el volumen del presupuesto y del plan de recuperación, y que este se componga mayoritariamente de préstamos. También solicitan reformas estructurales a cambio de las ayudas y que los planes nacionales se aprueben de forma unánime, lo que daría a cada uno de los Estados miembros la posibilidad de vetarlos, algo a lo que se oponen el resto de países.
Según el canciller federal de Austria, el conservador Sebastian Kurz, "entre esta noche y mañana habrá nuevas propuestas", ha dicho en una entrevista con la televisión pública austríaca ORF, al tiempo que ha asegurado que "no están dispuestos a que haya países que reciban ayuda sin hacer reformas" y ha recordado que hay miembros de la UE "que ya tenían deudas elevadas antes de la pandemia", así como "un alto índice de desempleo juvenil".
Por su parte, fuentes de la delegación española asumen que España y que todos los países van a tener que hacer renuncias y concesiones ya que las negociaciones están siendo muy complicadas. De hecho, reconocen que, tras diez horas de reuniones, no ha habido avances y que el encuentro únicamente ha servido para que los países expongan su posición
Por si fuera poco, los países del Este también han mostrado reticencias al plan de recuperación ya que rechazan vincular la recepción de fondos europeos al respeto del Estado de derecho. Especialmente, Hungría y Polonia, que recordemos están en el punto de mira de Bruselas por sus ataques a la independencia judicial o a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Según apuntan las mismas fuentes diplomáticas, hasta ahora, la "temperatura" del debate se mantiene en calma y "parece que los líderes están reservando energías para lo que venga mañana", aseguran.
España e Italia, un frente común
Para evitar mayores concesiones a los 'frugales', el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se han unido en un frente común en esta primera jornada del Consejo, oponiéndose rotúndamente a que el grueso del fondo sean créditos y a que los países puedan vetar los planes nacionales. Tanto España como Italia han sido los países más golpeados por la pandemia y podrían ser los principales beneficiarios de estas ayudas.
“Los líderes europeos estamos obligados a llegar a un acuerdo“
"Estamos ante un Consejo histórico para el conjunto de países europeos, porque inédita es también la situación que estamos atravesando", ha dicho a su llegada a la cumbre Pedro Sánchez, quien cree que los líderes europeos están "obligados" a llegar a un acuerdo este viernes y sábado en Bruselas. El presidente ha asegurado que llega con "ánimo constructivo" y que defenderá frente a los Veintisiete "nuestros intereses nacionales en el ámbito de la agricultura", la "gobernanza" y las políticas en las que se tiene que centrar el fondo de recuperación.
En la misma línea, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha dicho ser consciente de las diferencias existentes, pero ha confiado en que puedan superarse. "La línea roja italiana es que la respuesta sea adecuada y efectiva, es decir, que se pueda realizar", ha afirmado Conte a su llegada.
También la canciller alemana, Angela Merkel, ha mostrado sus dudas de cara a conseguir un pacto este viernes. "Las diferencias son muy profundas y no puedo garantizar que alcancemos un acuerdo hoy. Sería deseable pero tenemos que ver la realidad tal cual es y hará falta mucha voluntad de todos para comprometerse y alcanzar un acuerdo que sea bueno para Europa", ha asegurado la canciller alemana, partidaria de la postura española.
Mientras, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha reconocido que la negociación será "muy difícil" y que la decisión "no es solo sobre dinero, es sobre personas, sobre el futuro europeo, sobre la unidad". "Estoy convencido de que con coraje político será posible conseguir un acuerdo", ha subrayado el político belga.
Pocas perspectivas de éxito
Así, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se ven las caras este viernes por primera vez en cinco meses en una cumbre con pocas perspectivas de éxito, sobre todo porque los más austeros consideran insuficientes los cambios propuestos por Michel y pedirán recortar el volumen del presupuesto y del plan de recuperación, y que este se componga mayoritariamente de créditos.
También buscan reducir hasta 2023 el periodo en que se puede comprometer dinero y modificar los criterios de asignación de las ayudas para dar más peso a la caída del PIB, en detrimento de la tasa de paro.
La condicionalidad para acceder a las ayudas también es otra cuestión abierta que los líderes tendrán que resolver. Los más austeros quieren supeditar la recepción de dinero a que los países lleven a cabo reformas estructurales y que los planes nacionales se aprueben por unanimidad de los Veintisiete, en lugar de por mayoría cualificada como propuso Michel. En este sentido, fuentes del Ejecutivo español aseguran que no van a aceptar una troika, ni vetos de otros países.