Muere el escritor Juan Marsé a los 87 años
- Premio Cervantes en 2008, es autor de obras como Últimas tardes con Teresa o Si te dicen que caí
- Integrante de la generación del 50, está considerado como el gran retratista de la Barcelona de la posguerra
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El escritor barcelonés Juan Marsé, premio Cervantes en 2008, ha muerto este sábado en su ciudad natal a los 87 años de edad, según ha informado RNE en Cataluña.
La agencia literaria Carmen Balcells, que representa a Marsé, ha lamentado el fallecimiento del escritor en su cuenta de Twitter.
Autor de obras como El amante bilingüe o Últimas tardes con Teresa, Marsé está considerado como uno de los grandes retratistas de la Barcelona de la posguerra, donde pasó su infancia, y uno de los miembros destacados de la llamada Generación del 50, junto a Carmen Laforet, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma o Carlos Barrall, cuya amistad cultivó pese a la diferencia de clase social.
Escritores y políticos han destacado la trayectoria de Juan Marsé, al que han calificado de "figura clave" en la literatura española del siglo XX, así como su calidad humana. La capilla ardiente del escritor se abrirá este lunes en el tanatorio barcelonés de Sancho de Ávila a las 15:30 horas
De aprendiz de joyero a escritor de éxito
Nacido en Barcelona en 1933 como Joan Faneca Roca, cambió su nombre a Juan Marsé Carbó por su familia adoptiva, tras la muerte de su madre pocos días después del parto.
A los 13 años su padre fue encarcelado por sus ideas políticas y Marsé tuvo que empezar a trabajar como aprendiz de joyero, actividad que combinaría con la publicación de sus primeros relatos en las revistas Ínsula y El Ciervo, además de escribir sobre cine en la revista especializada Art-Cinema. En 1958 ganó el Premio Sésamo de Cuentas con Nada para morir.
Tras quedar finalista del Premio Biblioteca Breve con su primera novela, Encerrados con un solo juguete (1960), se fue a vivir a París con una beca de la editorial Seix Barral. Allí trabajó en diversos oficios, como profesor de español, guionista, traductor y ayudante de laboratorio en el Instituto Pasteur, contactando con el círculo de exiliados españoles y entrando a formar parte del Partido Comunista, del que posteriormente se desvincularía.
Dos años después regresó a Barcelona y publicó su segunda novela, Esta cara de la luna (1962), repudiada por su autor y excluida de sus obras completas. Le seguiría en 1965 Últimas tardes con Teresa, que ganó el Premio Biblioteca Breve y le permitió abandonar el oficio de joyero para centrarse en la literatura, la traducción y la escritura de guiones de cine.
Los 70, años de consagración
En los años siguiente lograría la consagración, gracias a obras como La oscura historia de la prima Montse (1970), Si te dicen que caí (1973) -que no se publicó en España hasta 1976 a causa de la censura franquista- y La muchacha de las bragas de oro (1978), con la que logró el Premio Planeta. Años después de ganar este premio, en 2005, Marsé renunció a participar en el jurado del Planeta por la "baja calidad" de los originales enviados.
Un día volveré (1982), Ronda del Guinardó (1984, Premio Ciudad de Barcelona), El amante bilingüe (1990, Premio Ateneo de Sevilla), El embrujo de Shanghai (1993), Rabos de lagartija (2000, Premio de la Crítica y Nacional de Narrativa), Canciones de amor en Lolita's Club (2005), Caligrafía de los sueños (2011), Noticias felices en aviones de papel (2014) y Esa puta tan distinguida (2016) completan la relación de sus novelas, muchas de las cuales fueron llevadas a la gran pantalla -Vicente Aranda lo hizo hasta en cuatro ocasiones-, aunque por lo general Marsé no quedó satisfecho por las adaptaciones.
El Cervantes y el valor de la memoria
El Premio Cervantes que le fue concedido en 2008 supuso un reconocimiento a su papel como renovador de la novela en lengua castellana. En su discurso, que pronunció vestido de frac -una prenda que detestaba- aseguró con sencillez que "el premio está en la escritura".
Además, puso en valor el papel de la memoria, elemento esencial en su obra, pues "no hay literatura sin memoria" y destacó que era "un catalán que escribe en lengua castellana", algo en lo que nunca vio "nada anormal", pese a que algunos lo consideraban "una anomalía".
Casado con Joaquina Hoyas, Juan Marsé es padre de dos hijos, Alex, dedicado al mundo de la edición gráfica, y Berta, también escritora.