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Irene Montero asegura que es "muy difícil" separar la corrupción de la "familia Borbón" de la institución

  • El mensaje contrasta con la postura del ala socialista del gobierno, que distingue entre el papel de Felipe VI y el de su padre

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Irene Montero: es "muy difícil" separar la corrupción de la "familia Borbón" de la institución

La ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, ha evitado responder a si el Gobierno debe quitar el título de rey emérito a don Juan Carlos I, pero ha señalado que ve "muy difícil" separar de la institución monárquica "los casos de corrupción, algunos presuntos y otros contrastados, de la familia Borbón".

Irene Montero se ha pronunciado en estos términos en declaraciones a los periodistas a su entrada al curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) organizado por Podemos, y que este lunes versa sobre la "Alianza feminista de la generación Igualdad y la Agenda 2030".

"Creo que estoy siendo bastante clara", ha incidido cuando le han preguntado por la posibilidad de que Juan Carlos I se quede sin el título de rey.

La "enorme gravedad" de los supuestos negocios del rey

La ministra de Igualdad ha llamado la atención sobre "la enorme gravedad" de los supuestos negocios ocultos del rey Juan Carlos y por los que está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo y ha dicho que el Gobierno debe "velar por la limpieza y la ejemplaridad de las instituciones".

"Nuestra labor tiene que ser firme", ha incidido la número dos de Podemos, que cree que todo el mundo debe tener claro que "todos somos iguales ante la ley" y que "la corrupción es una cosa del pasado" y que "no va a haber impunidad".

La Ejecutiva de Podemos ya cuestionó este viernes la utilidad de la Monarquía a raíz de "los numerosos escándalos de corrupción" y pidió abrir un debate "para avanzar hacia una democracia más fuerte".

Un gobierno, dos mensajes

El mensaje de Montero contrasta con la postura del ala socialista del gobierno, que en las últimas semanas ha insistido en distinguir el papel de Felipe VI, calificado como "ejemplar", del de su padre. En palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, las informaciones sobre el rey emérito "no tienen que ver con la situación de comportamiento constitucional absolutamente correcto" de Felipe VI.

Por su parte, también este lunes el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha defendido actuar con "inflexibilidad" en relación con el rey Juan Carlos y abrir una comisión de investigación en el Congreso sobre sus presuntos negocios ocultos al apreciar "sospechas cuantiosas de corrupción".

En declaraciones a los medios antes de participar en un seminario de los cursos de verano de El Escorial, Garzón ha criticado a aquellas "personas o partidos" que rechazan investigar al rey emérito y que creen que "proteger todo lo que hace la monarquía, aunque sea mal, es proteger España".

PSOE y PP han rechazado en varias ocasiones abrir una comisión de investigación parlamentaria al alegar que el Congreso no tiene competencias para hacerlo y que don Juan Carlos fue inviolable hasta que abdicó en junio de 2014.

Preguntado si el Gobierno debería retirarle el título de rey a don Juan Carlos, el ministro ha respondido que "no se lo ha planteado" y que, en este momento, la prioridad es abrir la investigación.

Las finanzas del rey, bajo sospecha

En España, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación que dirigía Anticorrupción sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación en 2011 del AVE a La Meca (Arabia Saudí) al comprobar que podría estar involucrado el rey emérito, que es aforado y cuya inviolabilidad hasta que dejó de ser rey en 2014 impide que se le pueda investigar por hechos ocurridos durante su mandato, aunque sí posteriores.

Las finanzas del rey Juan Carlos llevan años bajo sospecha, si bien a mediados del pasado mes de marzo, apenas decretado el estado de alarma por pandemia de COVID-19, este asunto volvió a primera línea informativa tras diversas informaciones publicadas en la prensa suiza y británica, provocando que la Casa Real anunciara que Felipe VI renuncia a la herencia que podría percibir de su padre y suspendiendo su asignación anual.