Reino Unido suspende "indefinidamente" el tratado de extradición con Hong Kong
- El Gobierno también extenderá a la excolonia británica el embargo de armas que ya aplica a China desde 1989
- El ministro de Exteriores británico ha condenado la nueva ley de seguridad interna que impone Pekín a Hong Kong
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, ha anunciado este lunes que suspenderá el tratado de extradición con Hong Kong "de manera inmediata e indefinida" y extenderá a la excolonia británica el embargo de armas que ya aplica a China desde 1989.
En una intervención ante el Parlamento, Raab ha condenado la nueva ley de seguridad interna que impone Pekín a Hong Kong, que compromete su independencia judicial, y ha explicado que el Gobierno del Reino Unido "siempre protegerá" los "intereses vitales" de este país.
Ambas decisiones llegan en un momento en que las relaciones diplomáticas entre Londres y Pekín están en su punto más tenso, enfriadas por las críticas británicas al trato que China da a su minoría uigur y tras la expulsión la pasada semana de la empresa china de tecnología Huawei del desarrollo de la red británica de 5G.
Una "clara violación" del tratado entre China y Reino Unido
"Déjenme ser claros sobre este asunto: queremos trabajar con China. Hay un margen enorme para que exista una implicación positiva, constructiva, grandes oportunidades con relación a un mayor comercio y cooperación para erradicar los efectos del cambio climático", ha indicado el ministro.
Pero, aunque el Ejecutivo británico es partidario de fomentar esa "relación positiva", Raab ha señalado que es muy consciente de los "desafíos" que ello conlleva cara al futuro, lo que incluye la actitud de Pekín hacia la excolonia.
"Hemos sido claros sobre la nueva ley nacional de seguridad que China ha impuesto a los hongkoneses, una grave y clara violación de la declaración conjunta entre Reino Unido y China, y con ello, una violación de las obligaciones internacionales libremente asumidas por China", ha dicho el político tory.
Embargo de armas que puedan ser usadas para reprimir
Raab ha explicado que, "dado el papel desempeñado por China para la seguridad interna de Hong Kong y la autoridad que está ejerciendo con la imposición de la legislación, el Reino Unido extenderá a Hong Kong el embargo de armas que ya aplica a China desde 1989".
Con relación a este punto, el ministro ha puntualizado que la extensión de ese embargo "implicará que no habrá exportaciones del Reino Unido a Hong Kong de armas potencialmente letales, sus componentes o munición, y también implicará una sanción a la exportación de cualquier equipamiento que no esté ya vetado, que podría ser empleado para represión interna (...)".
Además, ha añadido, "el Gobierno ha decidido suspender el tratado de extradición de manera inmediata e indefinida" y no considerará reactivar esas disposiciones hasta que haya "salvaguardas claras" que eviten que la extradición desde el Reino Unido se mal emplee bajo la nueva legislación nacional de seguridad.
La suspensión del tratado de extradición se produce después de que Estados Unidos, el Canadá y Australia hayan adoptado medidas similares.
China considera las medidas una interferencia en sus asuntos
Tras la decisión de suspender el tratado de extradición, China ha respondido que el Reino Unido "asumirá las consecuencias si insiste en ir por el camino equivocado". El gobierno de Pekín responderá decididamente a los actos de interferencia en sus asuntos internos, según ha afirmado el martes un portavoz de la embajada del país en territorio británico, que ha criticado lo que consideran una violación del derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales.
La promulgación por parte de China, tras una ola de protestas por la libertad en Hong Kong, de la Ley de Seguridad Nacional -que incluye el castigo de las actividades separatistas, "terroristas", la subversión y la interferencia extranjera en este territorio autónomo chino- ha acelerado aún más el deterioro de las relaciones entre ambos países.
Dominic Raab ya había anunciado la extensión de los derechos de inmigración a los millones de hongkoneses que poseen el "Pasaporte Británico de Ultramar", o BN(O). Esta primera sanción provocó la ira de China. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, amenazó a Reino Unido con represalias, sin especificar cuáles serían, contra lo que él consideraba una interferencia en sus asuntos.