Aumenta la tensión entre Pekín y Washington tras el cierre del consulado chino en Houston
- El Gobierno de Estados Unidos ha dado 72 horas a China para cerrar la institución
- Desde el país asiático aseguran que tomarán represalias "legítimas y necesarias"
El Gobierno de Estados Unidos ha dado 72 horas a China para cerrar su consulado en Houston (Texas), una decisión que ha sido duramente criticada por Pekín, que ha amenazado con tomar represalias si no rectifica. La orden dictada por Washington se produce en medio de las tensiones políticas que enfrentan a las dos mayores economías del mundo desde hace meses.
Según la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, el cierre del Consulado General de China en Houston se ha producido para proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos, informan medios locales.
Horas después del anuncio, preguntado por el conflicto en una comparecencia ante los medios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que "siempre es posible" el cierre de más consulados chinos en territorio estadounidense, mientras su administración señala a la delegación china por quemar documentos durante la noche.
EE. UU. acusa a China de interferir en sus asuntos internos
La Convención de Viena establece que los diplomáticos deben "respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor" y "tener el deber de no interferir en los asuntos internos de ese Estado", ha defendido la decisión Morgan Ortagus, citada por la cadena CNBC.
La portavoz ha agregado que Washington "no toleraría las violaciones de la República Popular de China a la soberanía estadounidense y la intimidación de nuestro pueblo", del mismo modo "que no hemos tolerado las prácticas comerciales injustas de este país, el robo de empleos estadounidenses y otros comportamientos atroces", cita la cadena.
"Desde hace tiempo, el Partido Comunista chino roba propiedad intelectual. Esto cuesta cientos de miles de trabajos, buenos empleos de gente que trabaja duro por toda Europa y Estados Unidos", ha asegurado el secretario de Estados, Mike Pompeo.
El consulado de Houston fue el primero que China abrió en Estados Unidos en el año 1979, nada más reestablecerse las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Da servicio a ocho estados estadounidenses -Texas, Oklahoma, Luisiana, Arkansas, Alabama, Florida, Georgia y Misisipi- y a Puerto Rico.
China amenaza con tomar represalias
China había denunciado que Estados Unidos le había exigido el cierre inmediato de su consulado general en Houston, una medida que ha calificado de provocación "sin precedentes".
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin ha afirmado que "Estados Unidos ha pedido el cese inmediato de todas las operaciones del consulado a partir del día 24 de julio", lo que supone "una violación de las normas internacionales y de los acuerdos consulares entre los dos países, así como un intento de socavar las relaciones bilaterales".
"EE. UU. ha argumentado que hay un desequilibrio en las relaciones bilaterales, pero esta es su excusa habitual sin fundamento. De hecho, a juzgar por el número de diplomáticos y de instituciones diplomáticas, Estados Unidos tiene muchos más que China", ha indicado Wang.
"Pedimos a EE. UU. que se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias", ha dicho Wang, quien ha añadido que el cierre del consulado "en un periodo de tiempo tan corto" supone "un aumento sin precedentes de las acciones que ese país ha llevado a cabo contra China".
Una escalada de tensión
China y Estados Unidos llevan años inmersos en una escalada de tensión que está provocando no solo guerras comerciales, como la de los aranceles o la del 5G, que ha llevado a Trump a restringir la compra de componentes a empresas tecnológica como Huawei y a imponer restricciones de visados para sus empleados, sino también a nivel político y sanitario.
Así, el nuevo incidente entre ambas potencias se produce un día después de que EE. UU. acusase a los servicios de Inteligencia de China de apoyar los ciberataques de dos 'hackers' contra empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna para el coronavirus y secretos de tecnología militar.
Desde Pekín, se han hecho eco de la teoría de que el ejército estadounidense había importado el virus a China y señalaron en mayo "errores y deficiencias" en el manejo de la epidemia por parte de Trump, que respondió que "fue la incompetencia de China" la que causó la crisis sanitaria. El mandatario estadounidense acusa a las autoridades chinas de haber ocultado el alcance de la pandemia, que apareció a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, facilitando así su propagación.
El conflicto diplomático también ha llevado a la expulsión de los periodistas estadounidenses en China y a la reducción del número de profesionales chinos a los que se les permite trabajar para los medios de comunicación de Pekín en Estados Unidos.
El pasado 14 de julio, Trump firmó un decreto para poner fin al trato económico y comercial especial que el Gobierno estadounidense daba a Hong Kong, además de una ley por la que impondrá nuevas sanciones a China por haber "extinguido la libertad" de la ciudad con la ley de seguridad nacional.