Los infectados de COVID-19 sin síntomas sí pueden contagiar
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Según un vídeo que circula en varios grupos de Telegram, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que los asintomáticos no transmiten la COVID-19, algo que pondría en duda la utilidad de mascarillas o distancia social cuando se está con alguien que parece sano. Es falso. Estos contagiados sí han mostrado capacidad de transmisión.
El vídeo, que han visualizado cerca de 11.000 personas en YouTube y 8.000 en los grupos de Telegram consultados por Verifica RTVE, se titula: “Bombazo!!! La OMS: los ASINTOMATICOS NO CONTAGIAN a otras personas. Algo que debería ser obvio”.
Dentro, un urólogo ironiza sobre el hecho de que se haya obligado a la gente al distanciamiento social, las mascarillas y los test y un subtítulo dice “Los asintomáticos no contagian”.
La afirmación se basa en palabras de María van Kerkhove, responsable técnica de respuesta contra el SARS-CoV-2 en la OMS. Esta epidemióloga sostuvo en una rueda de prensa el pasado 8 de junio: “Todavía parece raro que una persona asintomática realmente transmita a un individuo secundario” (min 32:12). Sus declaraciones provocaron polémica, ya que parecían un dictamen oficial sobre una de las grandes cuestiones científicas de la actualidad: cuánto y cómo contagian el coronavirus las personas sin síntomas. La propia Kerkhove tuvo que matizar al día siguiente lo que llamó malentendido: “Sí que sabemos que personas que son asintomáticas pueden transmitir el virus” (min. 2:32).
En su guía más reciente sobre la transmisión de la enfermedad, la OMS introduce una división importante dentro de la gente que no manifiesta síntomas. Distingue entre presintomáticos, contagiados que aún no los presentan porque están en fase previa o de incubación del virus (de 2 a 12 días) y asintomáticos verdaderos o puros, contagiados que no los presentarán nunca.
Según la OMS, la información más detallada es la de rastreo de contactos y sugiere que el grupo general, los individuos sin síntomas, son “menos proclives a transmitir el virus”. No obstante, la propia organización menciona numerosos estudios que muestran que, dentro de ellos, los presintomáticos sí pueden contagiar a otros antes de enfermar ellos mismos, aunque lo que no se puede concretar es la horquilla de riesgo. En una investigación realizada en Singapur los presintomáticos transmitieron el virus en un 6,4% de los casos. En otro estudio de universidades ubicadas en Hong Kong y Guangzhou , esas personas estuvieron tras un 44% de los contagios.
En el caso de asintomáticos puros, que suelen desarrollar una forma suave del virus, la OMS dice que la transmisión que provocan es más difícil de medir. Primero, no hay seguridad sobre su presencia total en el mundo. Segundo, cree que en algunos casos detectados no se ha hecho seguimiento para ver si la persona que contagió sin tener síntomas desarrolló tales síntomas después (es decir, si era presintomático o asintomático real). El dibujo que realiza la institución internacional es el de un escenario donde los no sintomáticos sí contagian pero que está aún abierto al descubrimiento de los detalles.
Agustín Valenzuela, virólogo de la Universidad de La Laguna y miembro del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, asegura a Verifica RTVE que ya hay una evidencia científica abrumadora en el sentido de que estas personas contagian: “El problema de esta enfermedad son precisamente los asintomáticos. Hasta el 80% de quienes se infectan lo son. Por tanto, irte de bares, visitar sitios, pasar horas hablando o bailando sin marcarte normas de seguridad es estar comprando números de una mala lotería. La ciencia no es una opinión, se basa en datos. Y la ciencia ya tiene datos sobre esto. Los asintomáticos tienen carga viral, como los sintomáticos o incluso más elevada, y son transmisores”.
“Los asintomáticos tienen carga viral, como los sintomáticos o incluso más elevada, y son transmisores“
La propia guía de la OMS que se ha mencionado anteriormente muestra una actualización de criterio de la institución internacional en otra materia: la transmisión aérea del virus SARS-CoV-2 en espacios interiores. Primero esta opción se descartó, pero ahora se reconoce tras la acumulación de pruebas en numerosas investigaciones. Algo parecido sucedió con la conveniencia o no de llevar mascarillas. Valenzuela contextualiza: “La OMS es como la ONU de la salud. Es un organismo necesariamente lento a la hora de decidir, porque tiene que tener en cuenta muchas consideraciones complejas, mesurar sus acciones con relación a potencias como EEUU, Rusia, China y también a países en desarrollo. Declarar una alerta internacional puede suponer, por ejemplo, cerrar fronteras. Y eso hay que debatirlo mucho. Pero la OMS nunca toma decisiones contra la ciencia. Hay publicaciones, foros, círculos de investigadores donde esto ya se ha debatido. La OMS terminará decidiendo alineada con la ciencia”.
Otro riesgo añadido es que entre los asintomáticos haya algún “supertransmisor”: “Uno de los primeros casos de coronavirus en España fue un británico residente en Mallorca que había pasado por Los Alpes. No presentaba síntomas, pero cuando se comprobó que tenía la COVID-19 se descubrió que ya había infectado a 11 personas en la estación de esquí”, recuerda este virólogo.
Uno de los trabajos académicos más recientes sobre transmisión sin síntomas, publicado en Nature por investigadores de la Universidad de Padua (Italia) y el Imperial College (Reino Unido), revela que el 42,5% de las infecciones en una ciudad del Véneto partieron de casos de personas que no tenían síntomas y que no los desarrollaron después. Tanto asintomáticos reales como presintomáticos, indican los autores de la investigación, son un factor importante en la transmisión de la enfermedad, siendo esencial su identificación y aislamiento temprano. “Alguien con una infección asintomática es totalmente inconsciente de ser portador del virus y, según su estilo de vida y ocupación, podría tener contacto con un elevado número de personas sin modificar su comportamiento”, ha dicho el profesor experto en medicina molecular Enrico Lavezzo, participante en el estudio.
Por tanto, y aunque todavía quedan muchas incertidumbres con relación al SARS-CoV-2, la evidencia científica disponible en la actualidad sí muestra casos de transmisión desde personas sin síntomas (asintomáticas puras y presintomáticas). Varios bulos internacionales han intentado antes difundir la idea de que “los asintomáticos no contagian”, pero la afirmación es falsa.