Zaragoza aumenta la vigilancia ante los 'insumisos' de la cuarentena: "Es responsabilidad de todos"
Zaragoza es ya la ciudad aragonesa que más positivos concentra, al registrar ocho de cada diez contagios de la comunidad autónoma, especialmente en el barrio de Delicias, uno de los más poblados con cerca de 10.000 habitantes. Dichas cifran han determinado que la consejería de Sanidad de Aragón desplegara a partir de este fin de semana un dispositivo que vigile que aquellos que estén infectados o sean contactos estrechos en esta zona cumplan la cuarentena obligatoria.
"Se realizará una labor de información exhaustiva de que condiciones se deben cumplir para realizar el aislamiento en caso de positivo y un análisis de los contactos estrechos y no tan estrechos de esa persona", anunció el viernes la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, quién además recordó que de no llevar a cabo el aislamiento se incurrirá en sanciones.
La medida ha tenido una buena acogida entre muchos de los vecinos, que han cerrado filas al respecto ante el temor de un nuevo confinamiento en la región. "Me parece bien que se haga. Es responsabilidad de todos", asegura a RTVE.es, Azucena, una vecina del barrio, que declara sentir "miedo" a contagiarse por "las conductas de unos pocos". "Ponerse la mascarilla, lavarse las manos, distancia con las personas... nos lo repiten todo el tiempo, pero hay gente que sigue sin cumplirlo", lamenta, por su parte, Antonio, otro residente en Zaragoza, mientras enumera las medidas sanitarias recomendadas.
Habilitar cuarentenas "con dignidad"
La vigilancia estricta de la cuarentena, que por ahora solo se aplica en el barrio de Delicias, constará de visitas domiciliarias de trabajadores sociales, mediadores, policías o sanitarios que les informarán de las condiciones habitacionales para aislarse, como la de tener un baño propio, y les asegurarán las necesidades básicas de alimentación. Si no se dan estas circunstancias, se ofrecerá la posibilidad de acudir a residencias u hospitales habilitados para ello.
"Después de lo que ha pasado a nadie nos gusta tener que volver a estar en casa, pero es necesario", asegura Juana, otra vecina de Zaragoza, que achaca precisamente la falta de cumplimiento de las medidas al calor, las vacaciones o a personas que no tiene "condiciones económicas adecuadas" y que "no se pueden permitir quedarse en casa" en referencia a los temporeros, uno de los colectivos afectados por los brotes.
"Es urgente. Hay que habilitar espacios como los que se habilitaron para las residencias COVID para las personas mayores, pero, por favor, con dignidad", comenta a este respecto Isabel Antón, una trabajadora social, en una entrevista a RNE.
Confinamiento obligatorio para asintomáticos y contactos estrechos
Las autoridades aragonesas también han recordado que asintomáticos y contactos estrechos deben mantener obligatoriamente la cuarentena. "Si yo soy un contacto estrecho, no sé si lo podemos decir más claro, me tengo que quedar en casa. No puedo salir porque es probablemente uno de los aspectos que nos están planteando ahora debilidades en el control de la infección", ha recalcado el director gerente de Salud Pública de Aragón, Javier Falo, en una rueda de prensa.
Uno de los problemas para los rastreadores están siendo precisamente los insumisos de las cuarentenas que rechazan hacerse las pruebas o no cumplen con el aislamiento, lo que podría llevar consecuencias legales y sanciones económicas. "La Ley General de Salud Pública contempla que puede ser sancionada desde 3.000 hasta 600.000 euros aquellas conductas que suponga un riesgo para la salud general", recuerda la presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y administración Sanitaria, Josefa Cantera, en una entrevista a TVE.
Continúa la Fase 2 en Zaragoza
Esta medida se une a las restricciones puestas en marcha por el Gobierno de Aragón en las últimas semanas, después de que el 23 de julio Zaragoza y su comarca, el Bajo Aragón-Caspe, el Bajo Cinca y Monegros tuvieran que retroceder a Fase 2. Aunque en un principio, se trataba de focos de contagios múltiples vinculados a los temporeros que trabajan en la Franja de Huesca, limítrofe con Lleida, finalmente se ha generado transmisión comunitaria en la provincia de Zaragoza, afectando incluso a residencias de mayores lo que ha puesto nuevamente en jaque a uno de los colectivos más vulnerables de la pandemia.
Dichas restricciones incluyeron la limitación horaria hasta la una de la madrugada de bares y restaurantes en estos territorios, con excepción de Huesca capital. Esta prohibición se extendió el pasado miércoles a todos los locales de hostelería y alimentación de toda la comunidad autónoma, lo que provocó la sonora protesta de las asociaciones de hosteleros que recurrieron la orden. La medida ha sido finalmente revocada este sábado por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón ante "la falta de justificación suficiente frente a la grave repercusión" económica.
La incertidumbre ante las directrices también preocupa a los vecinos de Zaragoza. "A veces ya no sabes si está cumpliendo las medidas o no, hay que estar muy pendiente. Parece que no se acaba", asegura Azucena, que espera que, no solo en el barrio de Delicias, sino en toda la región, se piense en la "salud general". "Ojalá pronto todos los maños y mañas podamos volver a sentirnos seguros y recuperar algo de la comunidad sonriente que éramos antes", dice esperanzada.