EE.UU. tensa la cuerda con China con el inicio de una polémica visita a Taiwán de su secretario de Salud
- Azar es el funcionario estadounidense de más alto nivel que visita Taiwán desde 1979
- Pekín condena enérgicamente la visita y exige a EE.UU. no enviar "señales equivocadas" respecto a la independencia
El secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, llegó el domingo 9 a Taipéi donde permanecerá hasta el miércoles, en una controvertida visita que no ha sido bien recibida en Pekín, que reclama la soberanía de la isla. Azar llegó al aeropuerto Songshan de la capital taiwanesa, al frente de una delegación a la que se eximirá de cuarentena, aunque no de llevar mascarilla.
Según la agencia taiwanesa CNA, tras ser recibidos a pie de pista, la delegación se realizó un análisis de coronavirus. La agenda del funcionario estadounidense no recoge actividades oficiales hasta el lunes 10, cuando se reunirá con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen y y el ministro de Exteriores, Joseph Wu.
Azar visitará el Centro de Control de Enfermedades de la isla, donde presenciará, en compañía del ministro taiwanés de Salud y Bienestar, Chen Shih-chung, la firma de un memorando de entendimiento entre el Instituto Estadounidense de Taiwán y la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipéi en EE.UU.
Pekín y Taipei, una larga y difícil relación
Su visita se prolongará hasta el miércoles, cuando está programado que Azar dé un discurso en la Universidad de Taipéi. La visita se produce en un momento de alta tensión entre China y Estados Unidos en varios frentes, entre ellos comercial y tecnológico.
Taiwán constituye uno de los asuntos más delicados para Pekín, que ha declarado en varias ocasiones su intención de recuperar el territorio por la fuerza si fuera necesario. China considera a Taiwán una provincia rebelde que ha de volver a su soberanía, mientras que la isla funciona de manera autónoma desde 1949.
Azar es el funcionario estadounidense de más alto nivel que visita Taiwán desde que Washington cortó las relaciones diplomáticas con Taipei en 1979. Aunque EE.UU. rompió las relaciones diplomáticas oficiales con Taipéi en 1979 y las cambió por Pekín, Washington ha seguido manteniendo intercambios con Taiwán.
Reacción china
En respuesta a una ley 'draconiana' impuesta por Pekín a Hong Kong, Washington acaba de aprobar sanciones contra once líderes de la ex colonia británica, incluida la directora ejecutiva Carrie Lam, junto con medidas radicales contra los digitales chinos TikTok y WeChat .
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo que Pekín condena enérgicamente la visita de Azar y exige a Estados Unidos suspender todos los intercambios de alto nivel con Taiwán y abstenerse de enviar "señales equivocadas" a las fuerzas de independencia de Taiwán.
"Este viaje es un reconocimiento a los éxitos de Taiwán en la lucha contra Covid-19 y un testimonio de esta creencia compartida de que las sociedades abiertas y democráticas están mejor equipadas para combatir amenazas a la salud como Covid-19", dijo un alto funcionario estadounidense a los periodistas.
Desafiando las líneas rojas de Pekín
La República Popular de China considera a Taiwán como una de sus provincias. La isla está gobernada por un régimen rival que se refugió allí después de que los comunistas tomaran el poder en el continente en 1949, al final de la guerra civil china. Taiwán no está reconocido como estado independiente por la ONU.
En la década de 1990, funcionarios de comercio exterior de Estados Unidos visitaron Taiwán en varias ocasiones. La diferencia esta vez es el contexto: el secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar va a Taipei en un momento en que las relaciones con China están en su peor momento.
El gobierno chino calificó la visita de Azar como una amenaza a la "paz y estabilidad". Para Douglas Paal, director del Instituto Americano en Taiwán durante la presidencia de George W. Bush, "enviarlo a Taiwán demuestra que respetamos el sistema, mientras desafiamos a China", dijo. "El hecho de que no hayan elegido un asesor de seguridad nacional muestra que están tratando de acercarse lo más posible a la línea roja china, pero sin cruzarla".