La comunidad internacional se compromete a la recuperación del Líbano pero exige una investigación "transparente"
- La conferencia de donantes, promovida por Francia y la ONU, movilizará más de 250 millones de euros en ayudas
- Beirut se recupera tras una intensa jornada de protestas que dejó un policía muerto y cientos de heridos
Los líderes de los principales países se han comprometido a apoyar la recuperación económica del Líbano con más de 250 millones de euros en ayudas pero han exigido a sus autoridades la puesta en marcha de reformas y una investigación "completa y transparente" sobre la explosión que el 4 de agosto arrasó buena parte de Beirut y dejó más de 150 víctimas mortales y unos 6.000 heridos.
Así lo han señalado en el curso de la conferencia internacional de donantes para el Líbano, convocada por Francia, y que ha contado con la presencia de líderes de 28 países, entre ellos el presidente español, Pedro Sánchez, y varias instituciones internacionales, como la Unión Europea, la Liga Árabe, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el comunicado emitido al finalizar la reunión, de carácter telemático, los participantes han mostrado su compromiso en dedicar "recursos importantes" para ayudar a la recuperación a largo plazo de Beirut pero han precisado que la ayuda será "entregada directamente a la población libanesa, con la máxima eficiencia y transparencia".
"Las necesidades son particularmente visibles en los sectores médico y sanitario, educativo, alimenticio y de rehabilitación urbana, a los que se dará prioridad en los programas de asistencia internacional", han añadido los participantes en la declaración final.
Trump y Macron respaldan la ayuda
En su intervención, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que su país está "preparado y dispuesto" para proporcionar ayuda al país árabe en su recuperación pero ha instado a la calma y ha reconocido "los llamamientos legítimos de los manfiestantes pacíficos por un transparencia, reformas y rendición de cuentas".
Trump ha coincidido en su discurso con otros líderes internacionales, como el presidente francés, Emmanuel Macron, que ha pedido a la comunidad internacional el envío de ayuda rápida y eficaz al Líbano.
"Nuestra tarea ahora es actuar con rapidez y eficacia para coordinar nuestra ayuda sobre el terreno, para que llegue lo más rápido posible al pueblo libanés", ha asegurado Macron, quien ha reclamado que Naciones Unidas se encargue de coordinar la respuesta internacional.
"Nuestro rol es estar al lado de Beirut y del pueblo libanés", ha insistido Macron, quien ha reiterado su demanda de reformas y ha instado a hacer "todo" para evitar que reine "la violencia y el caos" porque, a su juicio, "en este momento está en juego el futuro del Líbano y el de toda la región".
El presidente francés ha señalado que la oferta de asistencia al Líbano incluye una "investigación imparcial, creíble e independiente" de las causas de la explosión, cuyas consecuencias han provocado intensas movilizaciones por parte de los ciudadanos de Beitut, indignados con la actuación de su gobierno. Tanto que el primer ministro, Hasan Diab, ha propuesto la convocatoria de elecciones anticipadas.
Este domingo, dos ministros del gobierno han anunciado su dimisión. La primera en hacerlo ha sido la la ministra de Información, Manal Abdel Saman, alegando la incapacidad del ejecutivo libanés para llevar a cabo reformas. Abdel Saman ha pedido perdón a los libaneses por no poder "colmar sus aspiraciones". El cambio "sigue resistiéndose", ha añadido.
También lo ha hecho el responsable de Medio Ambiente, Damianos Kattar, alegando que el gobierno había perdido numerosas oportunidades para llevar a cabo las reformas.
Las protestas se han repetido este domingo, cuando decenas de personas se han reunido en una plaza de la capital libanesa y han arrojado piedras a las fuerzas de seguridad que bloqueaban una calle cercana al Parlamento del país.
Sánchez pide unidad internacional
En su intervención, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reclamado una acción internacional coordinada en apoyo del pueblo libanés y ha confirmado que España enviará un cargamento de ayuda de emergencia el próximo martes, en respuesta a la petición de apoyo urgente de la Cruz Roja, según han asegurado fuentes de Moncloa.
El jefe del Ejecutivo español ha pedido unidad a la comunidad internacional y al gobierno libanés "para hacer frente a la crisis económica y financiera del país", dada su "extrema fragilidad", agravada por la tragedia de este 4 de agosto.
"Esperamos que este terrible evento al menos acelere el camino hacia la acción coordinada internacional y nacional para sentar las bases de un futuro mejor. El pueblo libanés se lo merece y España está dispuesta a contribuir a este esfuerzo colectivo”, ha asegurado.
Sánchez ha recordado también que España está especialmente implicada con la estabilidad en Líbano y en toda la región a través de UNIFIL, ya que es el segundo contribuyente de tropas a la misión de la ONU de mantenimiento de la paz en la zona.
La Comisión Europea aportará 30 millones más
Mientras, la Comisión Europea ha informado de que destinará otros 30 millones de euros de ayuda al Líbano, que se sumarán a los 33 ya anunciados para cubrir las necesidades más urgentes tras la explosión.
"En estos momentos críticos, la UE está proporcionando refugio, atención médica de emergencia, instalaciones de agua y saneamiento, así como ayuda alimentaria", ha indicado en un comunicado el comisario comunitario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
La nueva financiación humanitaria de la UE se canalizará a través de agencias de Naciones Unidas, ONG y organizaciones internacionales y estará sujeta a estrictos controles.
También el Fondo Monetario Internacional (FMI), presente en la conferencia, ha prometido ayuda económica pero ha condicionado la entrega de miles de millones de dólares a que las autoridades libanesas lleven a cabo una serie de reformas, como la restauración de la solvencia en las cuentas públicas.
Profunda crisis política y económica
La conferencia internacional de este domingo, que cuenta con el respaldo de la ONU, se ha convocado con el fin de recabar ayuda de emergencia para el Líbano, un país que antes de la explosión del martes ya se encontraba sumido en una profunda crisis política y económica, agravada ahora por este siniestro.
La reconstrucción de Beirut, una ciudad que ha quedado arrasada en buena parte a causa de la deflagración, costará miles de millones de dólares y, según los expertos, podría suponer el 25% del PIB del país asiático.
La situación ha generado una corriente de solidaridad internacional hacia el Líbano y muchos países han enviado ayuda humanitaria inmediata, como suministros médicos..
La enorme detonación en el puerto de Beirut, que ha dejado un cráter de 43 metros de profundidad, según fuentes de seguridad citadas por la prensa libanesa, fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que fueron incautadas en 2014 al buque Rhosus, de un empresario ruso y con pabellón moldavo, por no pagar las tarifas portuarias.
Más de 150 personas han muerto, la mayoría operarios del puerto a los que la explosión sorprendió en su puesto de trabajo, unas 6.000 han resultado heridas y cerca de 300.000 se han quedado sin casa.