La policía de Bielorrusia usa gas lacrimógeno en las protestas tras la controvertida reelección de Lukashenko
- Una persona habría resultado muerta al estallarle un explosivo durante las protestas, según fuentes policiales
- EE.UU. señala que las elecciones no han sido "libres ni justas" y pide respeto al derecho de manifestación
Decenas de personas han sido detenidas en Bielorrusia en una nueva jornada de protestas tras la controvertida reelección el domingo del presidente, Alexandr Lukashenko, al que la oposición acusa de fraude y que ha ganado los comicios con más del 80% de los votos mientras las manifestaciones en contra se extienden por todo el país.
La policía acordonó la céntrica Plaza de la Independencia de Minsk donde detuvo tanto a manifestantes que iban a pie como a los que transitaban en bicicleta, según han informado medios locales. Una persona habría resultado muerta al estallarle en las manos un artefacto explosivo durante las protestas, según fuentes policiales.
En algunos casos los efectivos antidisturbios han utilizado porras para maniatar a los activistas, en su mayoría jóvenes, a los que registran en busca de cualquier objeto sospechoso, también han usado pelotas de goma, granadas ensordecedoras y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, al tiempo que los medios informaron sobre la presencia de francotiradores en las azoteas de algunos edificios. También han sido arrestados varios periodistas, tanto locales como extranjeros, como es el caso de un reportero del canal ruso RTP.
La Federación Europea de Periodistas (EFJ, por sus siglas en inglés) ha denunciado la detención de "al menos 19 periodistas, algunos con violencia", durante la cobertura informativa de los comicios y las posteriores protestas contra los resultados electorales que permitirían que Lukashenko, en el poder desde 1994, arrancará su sexto mandato presidencial.
Condena de la comunidad internacional
La condena de la comunidad internacional a la violencia policial no se ha hecho esperar y también han valorado el resultado de las elecciones. El Gobierno de Estados Unidos ha destacado que las presidenciales en Bielorrusia "no fueron libres ni justas" y ha pedido al Gobierno que respete el derecho de manifestación, al tiempo que ha condenado la represión de las protestas.
"Estados Unidos está profundamente preocupado por la conducta en las presidenciales del 9 de agosto en Bielorrusia, que no han sido libres ni justas", ha manifestado a través de un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Una preocupación que comparte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. "Los aliados de la OTAN han expresado preocupaciones serias sobre el desarrollo de las elecciones presidenciales en Bielorrusia. La OTAN condena la violencia contra los manifestantes pacíficos", dijo Stoltenberg en un comunicado.
Amnistía Internacional (AI) ha hecho un llamamiento para que se realice una investigación "exhaustiva sobre los espantosos hechos de anoche, para que todos los agentes responsables de violaciones de derechos humanos rindan cuentas", exigió.
AI recordó que los resultados oficiales de los sondeos a pie de urna anunciados apuntaron a una victoria arrolladora de Lukashenko, en el poder desde hace veintiséis años, "lo que contradice las encuestas no oficiales y el sentimiento público".
La líder de la oposición no reconoce la victoria de Lukashenko
La líder de la oposición unificada, Svetlana Tijanóvskaya, quien se negó a reconocer la victoria de Lukashenko, instó hoy a los bielorrusos “que creen que su voto ha sido robado, a no quedarse callados”.
A su vez, al igual que llamó anoche a los bielorrusos a “cesar la violencia”, se dirigió este lunes a las fuerzas de seguridad para que no utilicen la fuerza contra sus conciudadanos.
Sus portavoces han descartado su participación en las protestas antigubernamentales con el fin de evitar "provocaciones".El ministerio del Interior ha cifrado en unos 3.000 los detenidos anoche durante las protestas opositoras, tras lo que incoó más de una veintena de procesos penales por agresión contra las fuerzas del orden.
Lukashenko, que ganó las elecciones con más del 80% de los votos, según datos oficiales, defendió la actuación de los efectivos antidisturbios, acusó a la oposición de planear la toma de edificios públicos y denunció que las protestas están patrocinadas por países extranjeros como República Checa y Polonia.