El rey de Tailandia conmuta la pena capital al español Artur Segarra
- El indulto sobre la pena capital abre la puerta a que pueda iniciar la solicitud de traslado a una cárcel en España
- El reo confesó en 2019 ser el autor del crimen en una carta para pedir clemencia al monarca y evitar su ejecución
El rey de Tailandia condenado por el asesinato en 2016 de su compatriota David Bernat en Bangkok- por la cadena perpetua, lo que allana una futura extradición.
El Departamento de Correccionales ha confirmado este lunes a la agencia Efe que el español está entre los reos que se han beneficiado del perdón real con motivo del 68 cumpleaños del rey Vajiralongkorn de Tailandia, que se publicó el pasado viernes.
El indulto sobre la pena capital y la imposición de la cadena perpetua abre la puerta a que el reo, quien lleva en prisión desde febrero de 2016, pueda iniciar la solicitud de traslado a una cárcel en España una vez cumpla al menos ocho años de encarcelamiento.
Además, conforme al dictamen de los jueces, el condenado deberá devolver a la familia de la víctima unos 20.000 euros que logró sustraer de las tarjetas de crédito del fallecido.
Segarra admitió la autoría del crimen en 2019
El 20 de noviembre de 2019, el Tribunal Supremo de Tailandia dejó en firme la sentencia y mantuvo la pena capital contra el español por el secuestro, robo y asesinato premeditado de Bernat, entre otros delitos.
Segarra, quien durante todo el proceso judicial mantuvo su alegato de inocencia, confesó por primera vez, el 23 de diciembre del año pasado, ser el autor del crimen en una carta para pedir clemencia al monarca y evitar su ejecución. El convicto admitió en la misiva que la noche del 19 de enero de 2016 mató a Bernat al reaccionar de manera violenta durante una abrupta pelea con la víctima, aunque evitó pronunciarse sobre lo que sucedió después del asesinato.
Según las investigaciones aceptadas por la Justicia, Segarra planeó el secuestro de Bernat con el objetivo de apropiarse del dinero que la víctima tenía en una cuenta bancaria en Singapur, antes de asesinarlo entre el 26 o 27 de enero, descuartizar el cadáver y arrojarlo al río que cruza Bangkok.
Entre las pesquisas está la compra antes del crimen de un congelador para guardar el cuerpo sin vida o el alquiler de una casa a las afueras de Bangkok donde escondió parte del material utilizado en el asesinato.