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El veredicto por el asesinato del primer ministro Hariri llega en la peor crisis de Líbano

  • Rafic Hariri y otras veintiuna personas murieron en febrero de 2005 cuando un camión bomba estalló en Beirut
  • El juicio comenzó en 2014 y el veredicto se ha retrasado en dos ocasiones por la COVID-19 y por la explosión del puerto

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En esta foto de archivo tomada el 16 de febrero de 2005, la tumba del ex primer ministro libanés asesinado Rafiq Hariri (retrato) está cubierta de flores después de su funeral en el centro de Beirut.
Tumba del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, asesinado el 14 de febrero de 2005, cubierta de flores tras su funeral en Beirut.

El esperado veredicto en el caso del asesinato en 2005 del primer ministro libanés Rafic Hariri está previsto para este martes en un momento "particular y emocional" para el Líbano tras la explosión del 4 de agosto en Beirut y entre temores a una mayor "tensión sectaria" entre los seguidores de la familia Hariri, musulmán suní, y del grupo chií libanés Hizbulá, cuatro de cuyos miembros están acusados del crimen.

Hariri y otras veintiuna personas murieron el 14 de febrero de 2005 cuando un camión que contenía al menos una tonelada de explosivos estalló en el centro de Beirut, un hecho que conmocionó al mundo entero y provocó manifestaciones masivas por las calles libanesas y fuertes presiones internacionales que llevaron a la retirada de las tropas sirias después de tres décadas de presencia militar.

Seis años después de que se iniciara el juicio en 2014, el Tribunal Especial para el Líbano (TEL), encargado de juzgar el magnicidio, tenía previsto dar a conocer su decisión a mediados de mayo, pero la pandemia de coronavirus obligo a la corte a retrasarlo hasta el 7 de agosto.

La explosión del pasado día 4 llevó de nuevo a posponerlo al 18 de agosto, como muestra de "respeto a las innumerables víctimas de la devastadora explosión", que ha dejado al menos 178 muertos y más de 6.000 heridos.

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Los ojos puestos en Hizbulá

Los cuatro sospechosos del asesinato son Salim Jamil Ayyash, Hassan Habib Merhi, Hussein Hassan Oneissi y Assad Hassan Sabra, todos responsables "secundarios", acusados de "conspiración mediante un ataque terrorista" y de ayudar a organizar y preparar los atentados.

Sin embargo ninguno de ellos estaba en la cadena de mando y no hay nadie acusado como autor intelectual del magnicidio.

El fiscal jefe Norman Farrell argumenta que los cuatro acusados, a los que se juzga en rebeldía al no haberse personado nunca ni ante el tribunal ni ante los abogados que los representan de oficio, están vinculados con Hizbulá y cree que su culpabilidad es evidente por las grabaciones telefónicas en poder de la Justicia.

No obstante, el líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, ya ha advertido en un discurso de que ignorará el veredicto que se dicte, al considerarlo "politizado".

Tensión y justicia

Para Karim Kadissi, director del Programa de Política Pública y Asuntos Internacionales en la Universidad Americana de Beirut, la atención estará puesta en cómo reaccionarán ambas partes ante el fallo del Tribunal Especial para el Líbano, con sede en Leidschendam, a tan solo unos minutos de La Haya.

El veredicto, indicó a Efe, "seguramente causará tensión y será explotado por aquellos que quieren empujar al país a un callejón sin salida y, en el peor de los casos, una ruptura ". "No creo que haya nada seguro. Hay tantas partes móviles que dependerán de cómo reaccionen", añadió.

Rima Tarabay, asesora de Rafic Hariri durante trece años, afirmó en una entrevista telefónica a Efe que el periodo que ha transcurrido hasta la sentencia ha sido "efectivamente largo", pero, agregó, este veredicto es un "símbolo", ya que "nunca" se ha establecido un tribunal en un país de Oriente Medio para un asesinato de este calibre.

Según Tarabay, se trata de "un primer paso, un símbolo de que nunca más se podrá matar personas y no ser juzgados".

La primera sesión del TEL tuvo lugar el 16 de enero de 2014 y fue un auténtico hito tras casi una década de espera.

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"A nivel de mi país, considero que este es el momento en el que se hará justicia; a nivel personal, Rafic Hariri era muy importante para mi país, que se encontraba en plena reconstrucción tras la guerra civil" (1975-1990), señaló su antigua asesora. Tarabay subrayó que "Nasralá puede decir lo que quiera, pero nada cambiará porque es un tribunal internacional".

"Aparte del Ejército libanés, solo Hizbulá está armado (...) No piense que habrá repercusiones de guerra civil en el terreno, los partidarios de Saad Hariri (ex primer ministro e hijo del fallecido) no están armados para una guerra", puntualizó.

Aunque sí piensa que podría haber "incidentes" tras el veredicto.

Un dictamen que va a tener lugar en un momento en el que el Líbano se encuentra inmerso en un vacío político por la dimisión del Gobierno de Hasan Diab tras la explosión de casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio almacenado sin custodiar durante seis años en el puerto de Beirut y que arrasó con gran parte de la ciudad.

"Todo el mundo en el Líbano tiene un arma en su casa. Tras el veredicto ¿puede haber incidentes? Hay jóvenes que puede que bajen (a las calles), puede haber incidentes, pero no una guerra", zanjó.