La justicia libanesa declara culpable del magnicidio de Hariri a un miembro de Hizbulá y absuelve a otros tres
- Los otros tres acusados han sido absueltos finalmente de su responsabilidad en "la conspiración"
- El juicio comenzó en 2014 y el fallo se ha retrasado dos veces: por la COVID-19 y por la explosión en el puerto de Beirut
Los jueces del Tribunal Especial para el Líbano (TEL) han considerado "probados los cargos" contra Salim Jamil Ayyash, presunto miembro del grupo islamista chií libanés Hizbulá, en la preparación del ataque "con intención homicida" contra el exprimer ministro libanés Rafic Hariri en 2005.
"Aunque no actuó solo, tuvo un papel importante en la preparación del ataque, por lo que es culpable de los cargos", ha asegurado el juez presidente de la sala, David Re, que le ha considerado corresponsable de la "comisión de un ataque terrorista con material explosivo", así como el "homicidio intencionado" de Hariri y otras 21 personas fallecidas en el ataque.
En cuanto a los otros tres acusados -Hussein Hassan Oneissi, Assad Hassan Sabra y Hassan Habib Merhi-, la Justicia los absuelve de su responsabilidad en "la conspiración" para la preparación del ataque terrorista de febrero de 2005 porque no se puede probar que conocieran la intención última de matar al exprimer ministro libanés
Un "interés político" en el asesinato
De los cuatro sospechosos del asesinato de 21 personas y del magnicidio del primer ministro Rafic Hariri el 14 de febrero de 2005, solo Salim Jamil Ayyash ha sido considerado responsable "secundario", acusado de "conspiración mediante un ataque terrorista" y de ayudar a organizar y preparar los atentados.Sin embargo ninguno de ellos estaba en la cadena de mando y no había nadie acusado como autor intelectual del magnicidio.
Asimismo, aunque Ayyash sea considerado un miembro de Hizbulá, los jueces subrayan que el tribunal "no recibió ninguna prueba de la participación directa" del Gobierno de Siria o de algún dirigente del grupo chií libanés en el atentado contra Hariri, pero sí reconoce que ambas partes podrían haber tenido "un interés" en su asesinato.
Además, los magistrados han asegurado que los autores "tenían razones políticas" y "la intención de provocar un estado de terror, algo que se demuestra en la forma, el lugar y el objetivo del ataque". También, han indicado, el atentado tenía el objetivo de "causar pánico al menos entre el público de la zona del ataque".
El líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, ya ha advertido en un discurso de que ignorará el veredicto que se dicte, al considerarlo "politizado".
La identidad del atacante suicida tampoco ha podido determinarse, pero a partir de los restos de sangre localizados en 92 fragmentos y muestras de tejido de un diente los investigadores solo han podido concluir que no se trata de Ahmad Abu Adass.
Con esa identidad se presentó en un vídeo divulgado posteriormente un joven de 22 años que dijo que llevaría a cabo el ataque en nombre de una organización denominada "Victoria y Yihad en la Gran Siria", totalmente desconocida.
Basa sus evidencias en muestras circunstanciales de lo ocurrido, principalmente datos telefónicos y múltiples redes de aparatos móviles que utilizaron los acusados durante los días previos al ataque y el mismo día del atentado para comunicarse entre ellos o con terceros
El veredicto de un crimen cometido hace 15 años
Hariri y otras 21 personas murieron el 14 de febrero de 2005 cuando un camión que contenía al menos una tonelada de explosivos estalló en el centro de Beirut, un hecho que conmocionó al mundo entero y provocó manifestaciones masivas por las calles libanesas y fuertes presiones internacionales que llevaron a la retirada de las tropas sirias después de tres décadas de presencia militar.
Seis años después de que se iniciara el juicio en 2014, el Tribunal Especial para el Líbano (TEL), encargado de juzgar el magnicidio, tenía previsto dar a conocer su decisión a mediados de mayo, pero la pandemia de coronavirus obligo a la corte a retrasarlo hasta el 7 de agosto.
La explosión del pasado día 4 llevó de nuevo a posponerlo al 18 de agosto, como muestra de "respeto a las innumerables víctimas de la devastadora explosión", que ha dejado al menos 178 muertos y más de 6.000 heridos.
El esperado veredicto en el caso del asesinato en 2005 del primer ministro libanés Rafic Hariri se ha hecho público este martes en un momento "particular y emocional" para el Líbano tras la explosión del 4 de agosto en Beirut y entre temores a una mayor "tensión sectaria" entre los seguidores de la familia Hariri, musulmán suní, y del grupo chií libanés Hizbulá, cuatro de cuyos miembros son los únicos acusados del crimen.
Los cuatro sospechosos han sido juzgados en rebeldía, puesto que, desde que en 2011 se hicieron públicas las acusaciones, ninguno ha dado señales de vida ni ha entrado en contacto con el tribunal, que se encuentra en la ciudad holandesa de Leidschendam.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, ha dado la bienvenida a la sentencia del Tribunal y ha pedido unidad y evitar la sedición en el país. "Lograr justicia en el asesinato del presidente (del Gobierno) mártir Rafic Hariri y sus compañeros responde al deseo de todo el mundo de que se conozcan las circunstancias de este odioso crimen que amenazó la paz y la estabilidad del Líbano", ha afirmado Aoun en un comunicado.