Los pueblos confinados piden que se aumenten los rastreos: "Hay gente que se ha ido sin hacerse la prueba"
- Cerca de 10.000 personas permanecen aisladas en seis localidades de Extremadura y Castilla y Léon
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Cerca de 10.000 personas permanecen aisladas por las autoridades sanitarias en seis localidades de Extremadura y Castilla y Léon para frenar los brotes de coronavirus, una medida que los vecinos piden complementar con un aumento del rastreo de contactos para detectar a aquellos visitantes que han abandonado el pueblo en los últimos días para volver a sus lugares de residencia habituales.
“Hay gente que se han marchado sin hacerse la prueba de coronavirus”, asegura a RTVE.es un vecino de la localidad cacereña de Alcántara, de cerca de 1.500 habitantes, que se encuentra en aislamiento desde el pasado viernes, tras detectarse 43 positivos en un brote que podría estar asociado a un bar. Una situación similar denuncia Antonio en la localidad segoviana de Cantalejo, aislada desde el sábado junto con la vecina Carrascal del Río, y apunta al "aumento de medios" y "rastreos" como receta para intentar frenar los nuevos contagios.
Tras Álcantara, Cantalejo y Carrascal del Río, cierra la lista de localidades afectadas por las restricciones Villamalea (Albacete), en aislamiento desde el jueves, y Villarta de los Montes (Badajoz), donde viven con "preocupación" un segundo confinamiento que ha trastocado el verano. "Más de cuatro meses encerrada y ahora esto", dice Francisca desde el municipio pacense que ha vuelto a la Fase 2 de la desescalada y amplió el viernes durante 14 días más la situación de aislamiento impuesta hace dos semanas. El sábado también se ordenó el aislamiento en Barquilla, una pedanía de la localidad cacereña de Talayuela, con 345 habitantes, para tratar de contener el brote de coronavirus con seis contagios.
Un segundo confinamiento que ha "trastocado" el verano
Los 'insumisos' de las cuarentenas, es decir, ciudadanos que esquivan las pruebas o no cumplen con el aislamiento, están siendo uno de los principales problemas de los rastreadores este verano y que podría verse agravado en las pequeñas localidades aisladas por los brotes.
“En el pueblo se están haciendo muchas PCR y los resultados están siendo rápidos, pero para aquellos que hemos estado en contacto con un positivo, tenemos que hacer la cuarentena de dos semanas igualmente”, explica un joven que veranea desde años en Alcázar y que dice sentir "frustración" al observar que, aunque la mayor parte del pueblo sigue las normas, algunos vecinos "no han respetado el protocolo de seguridad" y se marcharon por temor a quedar aislados en la localidad. "Yo también vine a Alcántara de vacaciones porque nunca pensé que el confinamiento nos pillaría en el pueblo y, aunque nos ha trastocado el verano y muchos planes, hay que ser responsable", asegura.
En Cantalejo, sin embargo, preocupa la organización de eventos de forma clandestina de semanas anteriores y las reuniones en el pueblo, ya que solo está limitada la movilidad desde y hacia el exterior. "En verano, normalmente hay mucho tránsito en esta zona, no solo de gente que llega de la ciudad, sino entre pueblos y jóvenes que organizan 'discotecas improvisadas' en naves aisladas que difícilmente se pueden controlar", lamenta sobre los cuatro brotes que afectan a la región y que arrojan una tasa de 61,18 positivos por cada 10.000 ciudadanos. "Da la sensación de que siempre vamos por detrás del 'bicho'", lamenta y apunta a que "si el aislamiento se hubiera avisado antes, habría producido una fuga de visitantes".
Antes estos comportamientos, desde las autoridades sanitarias se ha hecho un llamamiento a la calma en las últimas semanas y han dicho que se seguirán realizando pruebas en los lugares afectados. Además, recuerdan que no respetar las restricciones podrían conllevar consecuencias legales y sanciones económicas. "La Ley General de Salud Pública contempla que puede ser sancionada desde 3.000 hasta 600.000 euros aquellas conductas que suponga un riesgo para la salud general", recuerda la presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y administración Sanitaria, Josefa Cantera, en una entrevista a TVE.
Miedo entre los mayores, que piden más medios
Este segundo confinamiento está afectando también negativamente a la economía de los pueblos, que difícilmente se habían podido recuperar del primero. "Es época de recogida en el campo y necesito contratar trabajadores. Ya se notaba que había disminuido la gente antes, pero ahora ¿cómo lo hago?¿van a querer venir?", se pregunta Juan, un vecino de la localidad albaceteña de Villamalea, que con más de 4.000 habitantes ya suma un centenar de positivos derivados de una despedida de soltero en Altea (Alicante).
Otra de las vecinas de este pueblo, María, ha decidido confinarse voluntariamente en casa durante los 14 días que duren las restricciones, a pesar de que está permitido moverse por el interior de la localidad. "Tengo miedo porque soy mayor. No salgo ni a hacer la compra, me la traen mis hijos", asegura y pide "tener más en cuenta" a los mayores de las zonas rurales, ya que, muchas veces, no tienen la misma facilidad que en las ciudades para acudir a médicos o especialistas en caso de contraer la enfermedad.
En cuanto a Francisca, local de Villarta de los Montes (Badajoz), dice entender "las ganas de la gente" por verse, pero apela a la responsabilidad individual. "Yo también quiero salir, pero me tengo que aguantar. Para mí, que ya tengo una cierta edad, esperar un poco ahora puede significar la diferencia entre verse más adelante con mi familia o, no, por el contrario no verse más".
Confinamiento voluntario en pueblos de Castilla y León, Andalucía y Canarias
En aislamiento también, aunque de forma voluntaria, se encuentran casi una decena de localidades en todo el territorio. Pueblos como Algarinejo, Alpujarra de Granada, La Taha y Busquístar, en la provincia granadína, Montabán, en Córdoba, San Adrián del Valle, en León o Valleseco, en Gran Canaria, han apostado por el llamado “autoconfinamiento”, pidiendo a los vecinos que se mantengan en sus casas y cerrando sus instalaciones públicas para evitar en la medida de lo posible la actividad social.
"Ellos mismos han decidido estar en casa, porque aquí hay mucha gente mayor y tienen miedo de que se aumente el contagio", declaró en una entrevista a RNE el alcalde de San Adrián del Valle, José Rodríguez Blanco. La localidad cuenta con alrededor de cien habitantes, pero en verano la población se duplica debido a las vacaciones.
"La gente está concienciada de que debe estar en casa y no es por que se le haya impuesto ni mucho menos", apuntaba el alcalde, que asegura que los vecinos salen solo cuando es necesario "igual que durante el estado de alarma".
Fin del aislamiento en Aranda de Duero, Íscar y Predajas de San Esteban
A pesar de la situación, algunos pueblos ya están bajando la incidencia y, durante el mes de agosto, más de 40.000 personas han superado el aislamiento debido a los brotes. Este es el caso de la localidad burgalesa de Aranda de Duero, que el viernes terminaron el encierro en el que se encontraban desde el 7 de agosto tras bajar su tasa de contagios en los últimos días.
Actualmente, la región de más de 32.000 habitantes, tiene una tasa de incidencia en su zona básica de salud Norte de 58,88 y 117 casos en los últimos siete días, mientras que en la zona Sur su tasa es de 43,26 y 70 infecciones. De esta forma, la Junta de Castilla y León ha descartado solicitar una prórroga del aislamiento para la localidad, aunque ha insistido en que si la situación vuelve a empeorar adoptarán todas las medidas necesarias.
También Íscar y Pedrajas de San Esteban, en Valladolid, han pasado sus primeras semanas de agosto confinados. Entre los dos, suman más de 10.000 habitantes y ahora, con la situación epidemiológica estabilizada, vuelven a la nueva normalidad.
Un verano en Fase 2 en Aragón y recomendaciones en Cataluña y Madrid
El verano ha sido también atípico para los cerca de 850.000 aragoneses que se mantienen en la Fase 2 de la desescalada en las comarcas del Bajo Cinca, Bajo Aragón- Caspe, Central, así como las ciudades de Huesca y Zaragoza, y los municipios de Albalate de Cinca, Alcolea, Ontiñena, Osso y Belver. Aragón alcanzó el pico de 699 nuevos casos confirmados por PCR el pasado 7 de agosto, y el viernes confirmaba 347 nuevos positivos, por lo que el gobierno regional ha insistido en la recomendación de no salir de casa si no es necesario.
En Cataluña, que ha registrado algunos de los brotes más numerosos del verano en la comarca del Segrià y Barcelona con su área metropolitana, la Generalitat ha recomendado el autoconfinamiento y ha establecido restricciones en comercios y actividades sociales que continúan en vigor. En cambio, desde este lunes, los municipios de Figueres y Vilafant ya se encuentran en la nueva normalidad.
La última comunidad en ampliar estas recomendaciones ha sido Madrid, cuyo gobierno regional ha instado a no salir de casa en los distritos con más incidencia como Carabanchel, Usera, Villaverde y Puente de Vallecas, así como las localidades de Alcobendas, Móstoles, Parla y Fuenlabrada, donde ya se están haciendo cribados masivos. Además, ha pedido se eviten los viajes innecesarios, aunque descarta, por el momento, confinamientos selectivos.
Esta recomendación también se ha extendido al municipio de Tielmes, donde la Dirección General de Salud Pública madrileña también ha ordenado cerrar los establecimientos de hostelería y restauración y suspender las actividades colectivas de ocio, eventos y mercadillos de la localidad.