Achero Mañas: "Mi película nace del deseo de mi madre de que cuando fallezca la tire al mar"
- El director ha presentado en Málaga Un mundo normal, su regreso a la dirección 10 años después
- Una película muy personal protagonizada por Ernesto Alterio y Gala Amyach
Diez años después de su última película (Todo lo que tú quieres, 2010) Achero Mañas (El bola, Noviembre) vuelve a la dirección con Un mundo normal, una película profundamente personal que está protagonizada por su hija, Gala Amyach, y por Ernesto Alterio. Una cinta que mezcla el drama y la comedia, que han presentado en el Festival de Málaga, que cuenta con la participación de RTVE y que se estrenará el 11 de septiembre.
Achero nos comenta cómo surgió la historia: “La película nace cuando mi madre me pide que cuando fallezca la tire al mar, que no quiere que la incinere ni que la entierre. Simplemente quiere que la tiremos como una especie de pirata. Y a partir de ahí empecé a reflexionar sobre la vida de mi madre y sobre las singularidades y particularidades de cada cúal. Y me pregunté cómo podemos conseguir que esas particularidades de cada uno sobrevivan en la sociedad. Y que sobrevivan bien, porque muchas veces renunciamos a nuestras singularidades. Pero si renunciamos a ellas tampoco somos felices, lo que es una paradoja en sí misma. No sé si en un futuro me vería robando el cadáver de mi madre y tirándolo al mar, pero gracias a esta película por lo menos he investigado cómo se puede hacer”.
Según Achero, la pandemia de coronavirus es un ejemplo de lo que quiere transmitir con su película: Lo que está claro es que la pandemia nos ha universalizado a todos de una manera salvaje. Hemos pasado una experiencia colectiva, en donde nos hemos encerrado y, al mismo tiempo, esa situación era muy distinta y particular para cada uno porque la vivíamos encerrados en casa. Y, además, esas particularidades y singularidades estaban intentando salir fuera para volver a ocupar su lugar”.
“Hay que luchar por nuestras propias singularidades, no renunciar a ellas y ver cómo podemos encajarlas dentro de lo común. Si no, acabaremos siendo una sociedad frustrada en la que no podremos ni interactuar ni estar en paz. Lo idóneo sería que el espectro se ampliara para que la mayor parte de esas singularidades pudieran convivir sin detrimento de las otras” -concluye-.
“La película es un chute de humanidad”
La película nos cuenta la historia de Ernesto (Ernesto Alterio), un director de teatro excéntrico e inconformista que recibe la noticia de la muerte de su madre (Magüi Mira). De camino al cementerio roba el ataúd para tirar el cadáver al océano, como era su deseo. Su hija (Gala Amyach), cansada de sus locuras, le acompaña con la intención de hacerle cambiar de idea.
“La película es una comedia deliciosa y que tiene una carga humana muy importante -asegura Ernesto Alterio-. Para mí es como un chute de humanidad que te conecta con algo de lo humano, de las relaciones entre padres e hijos, las relaciones de pareja…”
“Yo la definiría –añade Gala- como una comedia negra con momentos muy verdaderos y muy trágicos, pero creo que es muy humana y que va a tocar a la gente. Sobre todo me parece bonito y especial el tema de cómo está tratada la muerte en la película. Al principio mi personaje piensa que su padre se ha vuelto un poco majara e intenta que vuelva a poner los pies en la tierra, pero termina comprendiéndolo. Porque la muerte es la mayor separación que puede vivir un ser humano, pero a la vez se convierte en un vínculo de unión entre la familia. Me gusta esa lectura de la película de cómo la muerte puede unir a los seres humanos y hacer sus vínculos más fuertes”.
“La muerte es parte de la vida –añade Ernesto-. En realidad la vida nace de la muerte, es como un ciclo. Creo que no se puede vivir de espaldas a la muerte. Es algo que nos toca muy profundamente a todos”.
“En cuanto a mi personaje –continúa Ernesto- él siente que tiene que tirar el cuerpo al mar porque se lo prometió a su madre. Que es lo que su madre quería y lo único que puede hacer para honrarla. Es un personaje un poco excéntrico pero con convicciones muy fuertes y siente que si no lo hace está traicionando a su madre. Además es alguien que no se deja arrastrar por las normas y por eso intentara cumplir esa voluntad, aunque vaya en contra de todo lo que está estipulado. Personalmente es un tipo de personajes que me encanta y a los que admiro mucho, tanto en el cine como en la vida”.
“No me veía actuando y dirigiendo a la vez”
Aunque el personaje es completamente autobiográfico, Achero Mañas prefirió no interpretarlo él mismo. “No, porque no me veo la capacidad de la autocrítica continua. Además ahora el cine se hace con menos dinero, menos medios, menos tiempo… y no me veía capaz de dirigir e interpretar a la vez al nivel que yo quería. Si la quería hacer con cariño y con cuidado tenía que estar pendiente de los actores y no de mí mismo, que es una cosa que me agota”
“Y cogí a Ernesto –añade- porque es un actor como la copa de un pino. Aun así, quise que Ernesto ensayara con mi hija porque si no se hubieran entendido no podría haber hecho la película, porque Gala iba en el paquete y porque es una historia muy particular y personal. Aunque luego hay muchos cambios, porque ni yo soy adoptado ni mi hermano es homosexual. Pero Ernesto tiene algo que no tienen todos los actores: una capacidad tremenda para viajar en la comedia, el drama… en cualquier lugar y situación y con muchísimos tonos”.
“Y elegí a mi hija como coprotagonista -continúa- porque la película nace de la anécdota de mi madre, pero además hay otra cuestión: que hemos vivido la pérdida de un ser querido hace muy poco tiempo y la película era una catarsis familiar, no podía hacerse con nadie más. La experiencia de la muerte y el nacimiento de mi otro hijo nos ha llevado a la familia a una mezcla continua de la vida y la muerte y por eso necesitaba actores y gente que entendiera muy bien lo que yo quería y, si eran del entorno familiar mucho mejor”.
“Me imponía meterme en la piel de Achero”
Desde los primeros ensayos surgió la química entre Ernesto y Gala. “Achero quería ensayar mucho y reo que eso funcionó muy bien para crear un vínculo especial entre nosotros -asegura Ernesto-, pero también hubo una química entre nosotros que surgió de una forma natural. Y solo tuvimos que dar forma a esa química”.
“Si no hubiera habido esa química habría sido muy difícil contar esta historia en particular –añade Gala-, porque es un viaje físico y emocional de los dos y esas tensiones, ese carió entre los dos, tenía que notarse, porque si no la historia no se entendería”.
“Me imponía un poco meterme en la piel de Achero Mañas e interpretar el personaje con su hija Gala –reconoce Ernesto-. Sentía que era una película muy personal para él y me imponía estar a la altura de esa generosidad. Pero luego me sentí como parte de la familia de ellos. Todos hemos puesto mucho cariño en este proyecto y ha sido muy enriquecedor para mí tanto humanamente como artísticamente”
Este es el debut cinematográfico que Gala. “Me hizo mucha ilusión que mi padre me ofreciera ser la protagonista. En ese momento yo tenía 18 años y me llamó un día, que yo estaba esperando para realizar una prueba, y empezó a contarme la historia. Y me hizo ilusión que pensara en mí, aunque luego pasaron unos cuantos años. Pero estoy muy contenta. Trabajar con mi padre ha sido estupendo, no ha habido roces, nos lo hemos pasado muy bien, él es un director muy cuidadoso… me he sentido muy cómoda con él”.
En cuanto a lo que ve de su padre en el personaje que interpreta Ernesto, Gala asegura que: “La i mpulsividad y esa cosa que ves en sus ojos que está todo el rato mecanizando, pensando en muchas cosas al mismo tiempo. Eso se lo veo a mi padre en la cara todos los días. También la cosa pasional”.
“Ojalá haya sido fiel a Achero, porque el personaje es tal y como lo ha descrito Gala” –añade Ernesto-.
“Tengo otros seis guiones escritos”
Achero Mañas nos cuenta por qué ha tardado 10 años en volver a dirigir: “He vuelto cuando se han dado las circunstancias que me han permitido hacer la película que yo quería y cómo yo quería”.
Y asegura que, aunque el cine de autor cada vez lo tiene más complicado, él no renuncia a seguir intentándolo: “Llevaba diez años sin dirigir, tengo seis guiones encima de la mesa y voy a empezar a moverlos, pero también me pasó hace diez años y fue imposible”.
Tras este prometedor debut, el sueño de Gala es: “Seguir trabajando en esta profesión. Es lo que más me motiva. Me gustan muchas cosas en la vida, pero esta es de las que más”.
Y en cuanto a Ernesto: “Este miércoles presento otra película aquí, en Málaga (Crónica de una tormenta). Y a finales de septiembre empiezo una gira de teatro y a rodar una serie que se llama No mentirás”.