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Coronavirus

El correcto aislamiento de los positivos: el reto clave para controlar la epidemia

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El incumplimiento de la cuarentena obligatoria se ha intensificado en esta nueva fase de la epidemia.
El incumplimiento de la cuarentena obligatoria se ha intensificado en esta nueva fase de la epidemia.

Prácticamente desde que la pandemia irrumpió en España, las autoridades sanitarias han insistido en la importancia de mantener un estricto aislamiento domiciliario en caso de enfermar por COVID-19, ser un contacto estrecho de uno de estos enfermos, o mientras se está a la espera de conocer el resultado de la prueba PCR. Es la única manera de cortar la cadena de contagios y evitar situaciones de transmisión comunitaria.

Sin embargo, el incumplimiento del aislamiento obligatorio se ha venido repitiendo desde entonces, especialmente en esta nueva fase de la epidemia en la que la mayoría de los positivos detectados son asintomáticos o apenas muestra síntomas de la enfermedad. No es lo más habitual, y tampoco es el único factor que ha contribuido al preocupante aumento de infecciones que se ha intensificado en las últimas semanas, pero los epidemiólogos alertan de que mientras no se tapone esta herida, la situación epidemiológica nunca podrá controlarse adecuadamente.

Se trata de un problema generalizado en toda España, a pesar de que quienes lo hacen se exponen a fuertes sanciones. En Cataluña, el 13% de los positivos no se aísla, según datos ofrecidos por la Generalitat. En Madrid, el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero ha asegurado recientemente que allí "no se están produciendo de forma adecuada los aislamientos de los positivos”.

Zaragoza se ha convertido en la primera ciudad que dispone de "patrullas" que acuden a los hogares para comprobar que los positivos cumplen la cuarentena; mientras que en la Comunidad Valenciana y en Cataluña aquellas personas que den positivo tendrán que firmar una declaración de responsabilidad en la que se comprometen a cumplir el aislamiento.

Más frecuente en contactos estrechos

El incumplimiento de esta norma es más frecuente entre los contactos estrechos que en los casos confirmados, incluso cuando la prueba haya dado negativa para ellos. Un problema que se agrava por la marcada brecha socioeconómica asociada al actual repunte de contagios, que ya se ha podido comprobar en ciudades como Madrid, Barcelona o Zaragoza. La epidemia tiene mayor incidencia en los barrios con las rentas más bajas, donde es más habitual la precariedad laboral y la falta de recursos. Factores que también pueden resultar decisivos para que alguien decida saltarse la cuarentena.

No es lo mismo aislarse en una casa con varias habitaciones o baños separados, que en una vivienda donde se convive con mucha gente, y en la que el confinamiento puede resultar físicamente imposible. Además, incluso aunque pudieran aislarse convenientemente, muchos de estos casos no pueden permitirse ausentarse de sus trabajos. La imposibilidad de realizar la cuarentena porque paraliza la actividad laboral ha hecho que los cribados masivos apenas hayan tenido voluntarios en barrios como el distrito madrileño de Carabanchel.

"Como una bola de nieve"

"Hay gente que simplemente porque no puede, otros porque no quieren, o una mezcla de las dos cosas, no sigue las pautas de aislamiento, que en algunas poblaciones son especialmente complicadas", expresa en RNE Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Antoni Trilla, epidemiólogo: "Tenemos que bajar la tasa de contagios en los próximos días sea como sea" - Escuchar ahora

"Esto significa que no cortamos la cadena de contagio y esto es como una bola de nieve... Va aumentando el volumen de casos y sobre todo le perdemos la pista a la cadena de contagios, por lo que entramos en la fase de transmisión comunitaria, que ya la hay en algunas zonas del país, aunque quizá todavía se puedan controlar, -prosigue-, pero si se descontrola irá creciendo y a ver a qué nos enfrentamos en las próximas semanas".

Antoni Trilla: En este proceso intervienen muchos actores, no todos sanitarios, a los que hay que intentar poner de acuerdo.

Las autoridades sanitarias trabajan ya con otros actores, como los Ayuntamientos, para lograr una coordinación más efectiva en el control de las cuarentenas individuales. Los expertos inciden en la importancia de la protección de las personas más vulnerables para contener la epidemia, y piden que se intensifiquen los esfuerzos en barrios con este tipo de población, asegurando la igualdad de oportunidades en el aislamiento y protegiendo económicamente a las familias afectadas.

"Aquí lo que prima es que si alguien está infectado o es un contacto, lo que hay que intentar es facilitar que se quede en casa", opina Antoni Trilla, dejando claro que en este proceso "intervienen muchos actores, no todos sanitarios, a los que hay que intentar poner de acuerdo porque si no, el aislamiento y la cuarentena fallarán como están fallando ahora en bastantes ocasiones". "Es evidente que todavía no estamos haciendo bien ni el rastreo, ni el aislamiento, ni la cuarentena de todo el mundo que debería ser rastreado y después eventualmente sometido a aislamiento y cuarentena", resuelve.

"Arcas de Noé" y hospitales

Para estos casos con un marcado carácter socioeconómico, no faltan propuestas para garantizar que puedan realizar los aislamientos de una manera efectiva. Una de ellas es retomar las "arcas de Noé", que son espacios como hoteles, residencias de estudiantes o recintos públicos donde poner en cuarentena a los pacientes leves o a los contactos estrechos. Otra fórmula que actualmente se está realizando, aunque solo es posible porque de momento la incidencia asistencial es baja, es la de hospitalizar a estas personas durante el período de cuarentena, pero no por la gravedad que reviste su situación, sino por la imposibilidad de realizar el aislamiento en sus domicilios.

La detección precoz de los casos y el rastreo de contactos seguirán siendo dos de los pilares más importantes en el control de la epidemia, pero estarán incompletos si no se cumple con este tercer requisito. El Gobierno ha puesto a disposición de las comunidades autónomas 2.000 profesionales de las Fuerzas Armadas para realizar labores de rastreo, además de pedir a las regiones que no lo hayan hecho que implanten la aplicación digital 'Radar COVID'. Sin embargo, los expertos advierten de que todo esfuerzo será inútil mientras no se cumplan los aislamientos.

"Por muchas pruebas que hagamos, por mucho buen rastreo que podamos hacer, que es mejorable, si después no se hacen bien los aislamientos y las cuarentenas, y la gente no se queda en casa, se encierra en su habitación e intenta evitar el contacto con los demás, pues esto no sirve de nada", concluye Antoni Trilla.