Al menos dos muertos en un tiroteo en la tercera noche de disturbios en Wisconsin contra la violencia policial
- Un adolescente ha sido acusado de doble homicidio por la muerte de dos manifestantes contra el racismo
- Trump desplegará a la Guardia Nacional ante la cuarta noche de protestas contra el tiroteo a un afroamericano
Al menos dos personas han muerto y una ha resultado herida en un tiroteo durante las protestas del martes en la ciudad estadounidense de Kenosha, en Wisconsin. El tiroteo se produjo justo antes de la medianoche, según el departamento de policía de la ciudad, durante las manifestaciones que, por tercer día consecutivo, tienen lugar en la ciudad contra la agresión sufrida por un ciudadano afroamericano a manos de agentes policiales.
La policía de Kenosha ha confirmado que dos personas murieron, mientras que otra sufrió heridas graves y se desconoce de momento su identidad. El tirador ha sido identificado coo Kyle Rittenhouse, un adolescente acusado formalmente de doble asesinato. Los agentes investigan si si el altercado fue resultado de un enfrentamiento entre los manifestantes y un grupo de hombres armados que al parecer protegían algunas tiendas.
El jefe de la policía del condado, David Beth, ha explicado en rueda de prensa que buscan a un hombre que portaba un arma larga por la calle.
Los manifestantes protestan por los siete disparos por la espalda que recibió el afroamericano Jacob Blake a manos de la policía, un hecho que ha conmocionado al país y ha vuelto a agitar los disturbios raciales. Blake permanece ingresado en el hospital y se teme que pueda quedarse paralítico.
Trump enviará a la Guardia Nacional
Los nuevos disturbios se iniciaron de madrugada, casi dos horas después del inicio del toque de queda en Kenosha, decretado desde las 20:00 horas hasta el domingo, en la ciudad de casi 100.000 habitantes a unos cien kilómetros al norte de Chicago.
Según han informado las televisiones locales, miembros de la policía trataron de dispersar a un grupo de manifestantes que se había concentrado frente al Palacio de Justicia del Condado Kenosha y que estaban participando en una "asamblea ilegal". Los agentes tuvieron que responder a las llamadas de alerta después de que varios individuos armados dispararan contra los manifestantes cerca de la gasolinera de la ciudad, según el boletín policial.
La policía acabo lanzando gases lacrimógenos contra los reunidos, mientras se veía como decenas de antidisturbios salían desde la puerta principal del Palacio para contener a los manifestantes. Según el diario The Washington Post, varios civiles acudieron a las protestas armados con fusiles tipo AR-15, cuchillos y chalecos antibala.
El presidente, Donald Trump, ha anunciado que desplegará a la Guardia Nacional a Kenosha, la misma reacción que tuvo durante las protestas por la muerte de George Floyd. "No toleraremos los saqueos, incendios provocados, violencia y falta de ley en las calles americanas", ha señalado vía Twitter. En esta línea, el gobernador del estado, el demócrata Tony Evers, ha autorizado la presencia de 500 agentes de cara a la cuarta noche de protestas.
Disparado por la espalda en presencia de sus hijos
El incidente en el que resultó herido Blake se ha producido en un momento de especial tensión por el racismo tras las multitudinarias protestas por la muerte el 25 de mayo en Mineápolis (Minesota) de George Floyd, que fue asfixiado por un policía blanco.
Un policía disparó por la espalda a Jacob Blake, de 29 años, cuando abría la puerta de un vehículo SUV, donde estaban sus tres hijos menores de edad, en una escena que fue captada por las cámaras de los teléfonos móviles de testigos y ha causado una gran conmoción en todo el país.
El padre del joven herido ha asegurado que la policía le disparó "como si no importara. Es un ser humano y él importa".
El tiroteo ocurrió a las 17:00 hora local del domingo, después de que los agentes acudieran en respuesta a una llamada que habían recibido sobre un incidente doméstico.