PNV y PSE cierran un acuerdo para reeditar el Gobierno de coalición
- Ambas militancias en una consulta mixta, telemática y presencial, ratificarán el 31 de agosto el pacto
El PNV y el PSE-EE han cerrado un pacto de Gobierno de coalición para esta legislatura, que tiene como principales objetivos reconstruir económica y socialmente Euskadi, con la defensa y refuerzo de los servicios públicos esenciales, como el de salud, tras la crisis generada por la pandemia del coronavirus, y sobre la base de "más autogobierno".
Este pacto dará la mayoría absoluta al lehendakari Iñigo Urkullu, que podrá ser investido en primera votación por mayoría absoluta, con los 41 votos que suman PNV y PSE-EE.
Ambos partidos se proponen aprobar de manera urgente una estrategia de crecimiento sostenible para situar la tasa de paro por debajo del 10% y revisarán la fiscalidad. También se comprometen a lograr en este mandato un nuevo Estatuto "para una nueva generación".
El documento, denominado 'Bases para el acuerdo entre EAJ-PNV y PSE-EE para la reactivación económica y el empleo desde la defensa de los servicios públicos y las políticas sociales, sobre la base de más y mejor autogobierno', afirma que en esta crisis generada por el Covid-19 escala mundial, Euskadi ha quedado "gravemente afectada" en términos sociales, económicos y emocionales.
El futuro del autogobierno
El PNV y el PSE se comprometen a defender el autogobierno y el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y a lograr "un nuevo pacto estatutario para una nueva generación", con el objetivo de conseguir "más y mejor autogobierno".
Esta es la única referencia al futuro del autogobierno que se hace en la comunicación hecha pública por ambos partidos sobre el contenido del preacuerdo, similar a la que recogieron sobre esta materia en el acuerdo de gobierno suscrito hace cuatro años, en el que se comprometían a "promover un proceso que culmine en la necesaria actualización del pacto estatutario vasco" y se daban libertad para defender sus respectivas posiciones.
Los dos partidos remarcan la necesidad de seguir trabajando en la "tarea pendiente" de consolidar la convivencia, la justicia y la seguridad de las personas, y defender los derechos humanos y su materialización efectiva en todas las situaciones.
Una sociedad cohesionada para no dejar a nadie atrás
El acuerdo apuesta por responder a los desafíos que la pandemia ha puesto de manifiesto y fijar las bases para la reconstrucción social y económica de Euskadi, desde la convicción de que "el acierto en esta fase de emergencia será decisivo para que la legislatura culmine con una Euskadi no sólo más cohesionada, sino mejor preparada para todos los desafíos" que tiene por delante.
Ante el aumento de las situaciones de pobreza como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia, los dos partidos comparten la necesidad de reforzar los servicios públicos, la "apuesta decidida" por las políticas sociales y la solidaridad con los colectivos más vulnerables, para conseguir salir de la crisis "sin dejar a nadie atrás".
Para ello, consideran "herramientas esenciales" la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos, la mejora de la educación de acuerdo con la comunidad educativa, la extensión del derecho a la vivienda y la "defensa inequívoca" de la igualdad entre hombres y mujeres. También promoverán una revisión de la fiscalidad, a la que ya se habían comprometido, para hacerla "más progresiva y equitativa", aunque deberá tener en cuenta la nueva realidad surgida de la crisis de la Covid-19, la evolución del empleo, la competitividad de las empresas y las aportaciones del Estado y de la Unión Europea, en un modelo que tienda a la convergencia fiscal en Europa.
Según las fuentes de los partidos, tras cerrar el acuerdo, queda por negociar en los próximos días la estructura del gabinete, el reparto de carteras. Hay más plazo, ya que la investidura del lehendakari en el Parlamento Vasco está fijada para el día 3 de septiembre.
La figura de un vicelehendakari socialista
La Asamblea Nacional de los jeltzales ratificará el próximo 31 de agosto el pacto, y lo mismo hará la militancia de los socialistas, en una consulta mixta, telemática y presencial.
El acuerdo se dará a conocer en vísperas de que mañana, día 28, concluya el plazo para la presentación de candidaturas para la sesión de investidura del Lehendakari, que se celebrará el próximo día 3 en el Parlamento Vasco.
Una de las incógnitas es si la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, accede al Gobierno para reforzar el peso político de los socialistas en el gabinete y, de hacerlo, si lo hace como consejera o se recupera la figura de vicelehendakari.
Fuentes nacionalistas admiten sus reticencias a esta fórmula de un vicelehendakari socialista ya que "obligaría" a nombrar a otro vicelehendakari nacionalista, para "compensar".
Es una fórmula que ya se usó con José Antonio Ardanza en los años 90, con Fernando Buesa (PSE) y Jon Azúa (PNV) como vicelehendakaris, -o la que se utiliza en el gobierno de Pedro Sánchez- pero hasta ahora Urkullu no ha tenido ningún "número dos" en sus ocho años de mandato.