Madrid pide un plan común sobre cómo actuar ante las familias que no lleven a sus hijos al colegio por el coronavirus

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Una madre y su hija se limpian los zapatos en la puerta de una escuela infantil en Madrid.

El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha reclamado este viernes que las comunidades autónomas tracen una estrategia común sobre cómo actuar ante las familias que decidan no llevar a sus hijos al colegio debido a la pandemia de coronavirus porque, aunque la enseñanza es obligatoria y existe normativa contra el absentismo escolar, la ley no está pensada para el contexto actual.

Según ha señalado en una entrevista en Onda Madrid, el responsable de Educación madrileño quiere un plan común, por ejemplo, para decidir si se acude a la Fiscalía para perseguir estas conductas que pueden tener incluso "consecuencias penales".

Ossorio ha asegurado que las penas de la Fiscalía en estos casos se dirigen a "casos extremos de padres que no llevan a sus hijos a clase nunca", no están pensados para menores que falten 5 o 10 días, sino "para casos auténticamente recalcitrantes".

"En una situación ordinaria, un padre no puede decidir que su hijo vaya al colegio, pero nos encontramos en una situación muy especial de pandemia (...) y esa ley no estaba pensada para esa realidad", ha señalado Ossorio.

También ha querido recordar a los padres que el plan de vueltas a las aulas busca la "máxima seguridad", y asimismo ha destacado que los contagios entre menores son "muchos menos", la enfermedad les incide "muchísimo menos" y se ha visto que "aquellas ideas de que eran supercontagiadores no son ciertas".

Defiende no fijar números para cerrar aulas o colegios

Además, el consejero ha defendido que Madrid no fije "números fijos" de casos para cerrar aulas o colegios, pues estos números pueden ser razonables en unos casos y en otros no, debido a las diferencias en el tamaño de los centros y la concentración de los alumnos.

Respecto al plan consensuado este jueves entre el Gobierno y las autonomías, ha defendido que apoyan el documento porque es "razonable" pero ha agregado que "las decisiones tomadas el 27 de agosto no sirven para nada" y ha afeado "falta de interés" por parte del Ministerio de Educación para coordinar antes una estrategia común.

Además, ha defendido que no se acordaron ratios -aunque Educación señala que no debe haber nunca más de 20 alumnos por aula- porque "el 27 de agosto no se pueden cambiar las ratios para un curso que empieza el 4 de septiembre" y "si eso lo hubiesen hecho hace 20 días podrían haber tratado de homogeneizar esas ratios".

Sin embargo, Madrid las ha reducido solo dos días antes, el pasado martes, tras trazar un primer plan el 9 de junio que planteaba mantener las ratios ordinarias y que finalmente se modificó por la situación epidemiológica.