Capriles rompe relaciones con Guaidó y rechaza el "régimen autoritario" y una oposición "que hace lo mismo"
- Mientras, el diputado Stalin González ha asegurado que mantiene su voluntad de diálogo
- Este miércoles 13 personas han sido puestas en libertad, entre ellas la opositora Maury Carrero, cercana a Guaidó
El opositor y dos veces candidato a la presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, ha roto este miércoles definitivamente sus lazos con el bloque que encabeza el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y se ha preguntado si el país va a tener una oposición autoritaria que dice "cómo pensar", como ya lo hace "el régimen".
"Si ya tenemos un régimen autoritario que nos dice cómo pensar, ¿vamos a tener una oposición que hace lo mismo?", se ha preguntado Capriles en un vídeo transmitido a través de sus redes sociales en el que se ha referido en numerosas ocasiones a Guaidó pero no mencionó su nombre en ningún momento.
Su ruptura con el bloque de Guaidó se consolidó, precisamente, poniendo en entredicho la principal estrategia para los próximos meses del presidente de la Asamblea Nacional, de no presentarse a las elecciones parlamentarias previstas para el próximo 6 de diciembre, aunque aseguró ser consciente del carácter autoritario del "régimen de Maduro".
"Todo lo hacen porque no es un régimen democrático pero, si deja una rendijita, tenemos que meter la mano en esa rendijista y después meter el pie, para que no se cierre la puerta. Nadie hubiese imaginado que fueran a salir presos, quizás hay una rendijita", ha defendido Capriles.
"La pelea es peleando, no tuiteando", ha sostenido antes de pedir a la Unión Europea (UE) y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que acudan como observadores a las elecciones parlamentarias.
Apela al modelo polaco
Para mostrar las razones por las que Capriles cree oportuno acudir a los comicios es la transición en Polonia que lideró Lech Walesa tras las elecciones legislativas de 1989.
"El Partido Comunista de Polonia en esas elecciones (legislativas de 1989) se reservó todos los escaños menos el 30 % y Walesa dijo 'vamos a pelear por ese 30 %'", lo que llevó al fin del comunismo, ha recordado el líder opositor venezolano en un paralelismo.
Aunque no se ha extendido en detalles, ha detallado que ha estado analizando distintos procesos de transición y ha mencionado también el caso chileno.
Frente a esas opciones planteadas en Chile o Polonia, ha subrayado que en Venezuela "la oposición se ha convertido en algo previsible" que actúa con "improvisación" de planes, según transcurren los acontecimientos, y lo hace de forma "desesperada", sin tener en cuenta las consecuencias.
Por eso, se ha mostrado partidario de trabajar en conjunto por el país, pero sin imposiciones de una persona al resto y sin entrar en luchas de ego o en culparse unos a otros, generando "división" y se ha preguntado si han a entrar "en una guerra de culpas".
Frente a esa división se ha preguntado "¿cuál es el plan?" que tiene Guaidó y ha insistido en que si era "seguir jugando a ser presidente por internet".
El diálogo con Maduro
"Ayer me estaban señalando porque supuestamente Capriles está negociando con el canciller de Turquía", ha asegurado acerca del diálogo que sostuvo con el Gobierno de Maduro a través ministro del país euroasiático y con la intermediación de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, ha aclarado que esa conversación fue apenas una llamada telefónica con el ministro turco, Mevlüt Çavusoglu, que pidió dialogar con él tras tener distintas conversaciones con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya.
Este diálogo, que al parecer tuvo como fruto distintas medidas de gracia a 110 personas, lo mantuvo porque "en este momento, a la mayoría de los venezolanos no le interesa los problemas de la oposición" o peleas entre líderes, sino tener un país con menos crisis.
"Aquí el dilema es luchar o no luchar y he decidido luchar, no me voy a quedar de brazos cruzados", añadió antes de recordar que ni siquiera es candidato a las elecciones porque tiene una inhabilitación.
El opositor Stalin González mantiene su voluntad de diálogo
La grieta se ahondó con la antigua mano derecha de Guaidó, el diputado Stalin González, que fue su vicepresidente en la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) y que este mismo miércoles ha asegurado que mantiene su voluntad de diálogo.
González fue la otra persona que conversó con el Gobierno a través del ministro turco, y ha explicado en Twitter que dialogará "las veces que sea oportuno" para evitar que "este conflicto escale y sea más doloroso" para los ciudadanos.
"Por mi parte intentaré las veces que sea necesario encontrar una solución a la crisis. La política se trata de ayudar a la gente. Si una negociación evita que este conflicto escale y sea más doloroso para los venezolanos, lo haré las veces que sea oportuno", ha escrito en Twitter.
El exvicepresidente de la AN ya fue el enviado de Guaidó al breve intento de negociación con el Gobierno venezolano en 2019 que no fructificó.
Continúan las excarcelaciones
Por otro lado, las excarcelaciones de opositores han continuado este miércoles en Venezuela, tras la medida de gracia que otorgó el pasado lunes el presidente Nicolás Maduro a 110 personas, de las cuales 50 estaban encarceladas, mientras que el número de liberados asciende ya a 37, de acuerdo con los cómputos de la ONG Foro Penal.
Este miércoles, 13 personas han abandonado la prisión y se han sumado a los primeros 10 que fueron liberados el pasado lunes y los 14 puestos en libertad este martes, mientras otros 11 se mantienen en arresto domiciliario hasta recibir la notificación que dé por finalizada su condena, de modo que solo dos continúan en centros de reclusión.
"Gracias a Dios, a Santo Cristo de la Grita, a mi Nazareno, a tantos ángeles y querubines que han estado conmigo, con mi familia", ha señalado al dejar las celdas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) la opositora Maury Carrero, detenida el pasado 2 de abril tras un allanamiento a su vivienda, en Caracas.
Trabajaba en el despacho del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, a quien medio centenar de países reconocen como presidente interino (entre ellos España), y fue acusada de asociación para delinquir y ocultamiento de armas de fuego.
"Gracias a Dios estoy afuera, estoy con un gozo que me cabe en el pecho", ha agregado Carrero.
Su liberación ha sido la única con resonancia mediática este miércoles en Venezuela, después del revuelo de las primeras excarcelaciones.
Los indultos, que Maduro ha defendido como una "medida política", favorecieron también a otras 60 personas que se encontraban exiliadas, asiladas o eran reclamadas por la justicia, o diputados a los que se les había allanado la inmunidad.
El Foro Penal ha indicado que se esperan las excarcelaciones de esas 11 personas, un dato que sugiere que aún hay presencia policial en sus casas y que no han recibido aún la excarcelación, por lo que no podrían salir de sus casas hasta concretar el proceso.
Además, se esperan las liberaciones de dos personas más, una de ellas recluida en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas.