Estados Unidos sufre nuevos episodios de brutalidad policial contra afroamericanos
- Un afroamericano de 18 años, presuntamente armado, murió tras ser disparado en el pecho por la policía
- Las protestas contra el racismo y la brutalidad policial se suceden a dos meses de las elecciones en EE.UU.
Washington ha sido escenario de nuevas protestas en la noche del miércoles y la mañana de este jueves, donde decenas de personas se han manifestado después de que un afroamericano de 18 años, aparentemente armado con una pistola, muriera tras ser disparado en el pecho por agentes de Policía.
Un grupo de manifestantes se ha concentrado, con megáfonos y tambores, frente a la residencia de la alcaldesa de Washington, la demócrata Muriel Bowser, para pedir que despida a Peter Newsham, el jefe del Departamento de Policía, que ha publicado el video del incidente para calmar los ánimos. La concentración nocturna, en cambio, se produjo en las estaciones de policía de la ciudad, con cánticos como "sin justicia, no habrá paz" y coreando el nombre de Deon Kay, el joven que murió tras ser disparado en el pecho, según el diario local Washingtonian.
Por otro lado, en Rochester, Nueva York, un afroamericano de 41 años ha fallecido en el hospital, una semana después de haber sido detenido por la policía. Durante su detención, los agentes le encapucharon y llegaron a presionar su cara contra el suelo durante dos minutos.
Unos hechos que llegan a dos meses de las elecciones generales de Estados Unidos entre el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden, y en un contexto de tensión y fuertes protestas contra el racismo y la violencia policial, después de episodios como la muerte de George Floyd en Mineápolis en el mes de mayo o los siete disparos que recibió por la espalda Jacob Blake a manos de un agente de Policía en Kenosha, Wisconsin, y que le han costado una parálisis.
En el vídeo publicado por el departamento de policía de Washignton DC, grabado con la cámara que llevaba incorporada el agente que realizó el disparo, se aprecia cómo los agentes corren detrás del joven y uno de ellos le dispara en el pecho. La policía asegura en el comunicado incluido en el propio vídeo que "el Departamento de Forenses recuperó el arma del señor Kay y fue tomada como prueba de los hechos".
Kay murió en el hospital de las heridas que le provocó el disparo y jefe del departamento de Policía, Peter Newsham, ha descrito los hechos como una "tragedia".