La vuelta al cole rural
- 73.000 alumnos estudian en las escuelas rurales españolas. No llegan ni al 1% del total del alumnado
- Los recortes aplicados a la educación desde el año 2012 afectaron especialmente al medio rural
73.000 alumnos estudian en las escuelas rurales españolas. No llegan ni al 1% del total del alumnado. Es la consecuencia del azote de la despoblación sobre la España interior, que ha dejado a los pueblos de menos de mil habitantes sin niños, sin escuelas.
Los recortes aplicados a la educación desde el año 2012 repercutieron negativamente en todo el sistema educativo, pero especialmente afectaron al medio rural, que registró desde entonces un alarmante y constante goteo de cierre de unidades. Solo la pandemia del coronavirus ha frenado coyunturalmente ese ritmo atroz que dejaba sin cole a un pueblo tras otro.
De forma llamativa, durante el curso 2020-2021 se ha observado un fenómeno extraordinario en el panorama: la reapertura de colegios en la España vaciada.
Las ratios bajas y la seguridad sanitaria animaron a muchas familias españolas a buscar refugio en la escuela rural: en una pequeña comunidad es más fácil evitar los contagios y formar grupos burbuja.
Aulas cerradas durante cuarenta años
Sucede en Cabañas de Yepes, Toledo, 300 habitantes: “La escuela cerró hace 41 años por falta de alumnos, de niños. Este año hemos conseguido 12 y podemos ponerla en marcha”, nos dice María del Carmen Navarro, la flamante directora y única maestra de la escuela unitaria del pueblo, mientras mide distancias de seguridad entre pupitres y pega los primeros carteles de medidas anti-COVID.
El alcalde de Cabañas de Yepes, Ángel Vega, subraya el importante papel dinamizador del colegio para el pueblo: “Es un motor para que la gente no se vaya, para que venga. Lo primero que te preguntan cuando quieren venir a vivir a una zona rural es si el pueblo tiene colegio. Es importantísimo. Si no hay, la gente no se anima”.
A favor de la escuela rural: la calidad educativa. Los últimos informes PISA equiparan el nivel educativo que reciben los niños en los centros rurales a la que reciben los alumnos en las ciudades.
En España hay 723 Colegios Rurales Agrupados (CRA). Todos son colegios públicos, no existen escuelas privadas en núcleos de población con menos de mil habitantes. La baja ratio alumno/profesor impide la rentabilidad económica que interesa a las empresas dedicadas a la educación.
Educación personalizada y trato próximo
Sin embargo, la peculiaridad de una ratio baja beneficia el trato próximo y personalizado entre profesores y alumnos; entre padres y responsables educativos, entre comunidad escolar y entorno social. En los pueblos se pueden aplicar métodos que estimulan a todos y promueven una participación directa y cómplice.
“A mí me encanta mi colegio”, dice la directora del CRA de Agramón (Albacete), Eva María Sánchez, “somos 120 alumnos con 21 profesores, con una ratio de 7 a 14 niños por clase. Si solo se tuviera en cuenta eso, sería un chollo. Pero hay que ver que cada clase tienen tres niveles educativos dentro”.
Educar en el medio rural tiene sus peculiaridades. Mientras aumenta el trato humano e individualizado y se hace trasversal la relación entre alumnos, padres y profesores, se hace evidente la enorme brecha social y digital que separa al campo de la ciudad.
"En los pueblecillos así no suele llegar mucho el wifi”, reconoce Eva. “Vemos que hay muchas familias que no pueden quedarse en casa con los niños y, aunque tengan un ordenador y una conexión, no son capaces de bajar un archivo, ni de subir un documento que le pidamos”.
Los Centros Rurales Agrupados son un reflejo de todos los problemas derivados del abandono de la España interior, de la falta de inversión, de la enorme carencia de recursos y servicios. Solo la reapertura circunstancial de escuelas debido a la pandemia y la prometida inversión de fondos europeos ante el alarmante índice de despoblación en España ponen esperanza en el horizonte.