Un incendio arrasa el campo de refugiados de Lesbos y deja a unas 4.000 personas sin hogar
- La instalación, que albergaba a cerca de 13.000 personas, casi cuatro veces su capacidad, se encontraba en cuarentena
- El Gobierno griego ha declarado el estado de emergencia para los próximo cuatro meses y ha anunciado medidas inmediatas
El campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, donde se albergaban cerca de 13.000 personas, ha quedado prácticamente destruido y ha tenido que ser evacuado en su totalidad por un gran incendio. El fuego se ha originado de madrugada tras producirse enfrentamientos entre los migrantes en el campo, que estaba bajo cuarentena después de que 35 personas dieran positivo por coronavirus.
El alcalde de Moria, Yiannis Mastroyiannis, ha explicado, en declaraciones a la cadena de televisión Skai recogidas por Efe, que el fuego está controlado y los residentes que salieron huyendo se encuentran en su mayoría en las inmediaciones de Moria.
El Gobierno griego ha situado entre 3.000 y 4.000 el número de habitantes del campo que se ha quedado sin techo y según ha asegurado el ministro de Estado, Yorgos Yerapetritis, en declaraciones a la cadena privada Skai, una primera evaluación ha permitido comprobar que se ha quemado la estructura central del campo, pero en el pinar que la rodea, donde vive la mayoría, la destrucción no ha sido total.
Los refugiados serán trasladados a barcos y nuevas carpas
El Gobierno griego ha declarado el estado de emergencia para los próximos cuatro meses y ha anunciado medidas inmediatas para realojar a estas personas. La primera, esta mañana, fue bloquear la carretera que lleva desde Moria a Mitilene, la capital de la isla, situada a unos siete kilómetros, para evitar así la propagación del coronavirus.
La Comisión Europea financiará el traslado y alojamiento a la parte continental de Grecia de los 400 menores no acompañados que siguen en el campo de refugiados tras el incendio, según ha anunciado la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson. "La prioridad es la seguridad y el refugio para toda la gente en Moria", señala la comisaria a través de su cuenta en Twitter.
Estos menores están siendo llevados ya a la parte continental del país, en una operación llevada a la práctica por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), según ha confirmado el Gobierno griego.
Además, se habilitará un ferry y dos transbordadores de la Armada para acoger a casi un millar de los alrededor de 3.500 refugiados que se han quedado sin techo por el incendio. El ministro de Migración, Notis Mitarakis, ha informado de que el ferri llegará esta misma noche a la isla y los otros dos buques mañana jueves, y en ellos serán alojados los grupos de personas más vulnerables.
Miles de personas huyen del campamento
Según ha declarado la OIM en un comunicado, se calcula que el incendio ha destruido el 80 % del recinto de Moria. Sin embargo, muchas de las cerca de 13.000 personas que componen la población total de este campo viven en carpas en el olivar que rodea el recinto organizado, y que, según Mitarakis, no ha sufrido tal magnitud de destrucción como el interior.
Las llamas se desataron después de que 35 personas que habían dado positivas de coronavirus se negasen a que les trasladaran a un centro de aislamiento, según ha informado el alcalde de la pequeña población de Moria, al que cita Efe. A partir de ese momento, comenzaron enfrentamientos entre los propios refugiados y algunos empezaron a provocar incendios, tanto dentro del recinto cerrado como en el olivar que rodea al campo, en donde viven miles de migrantes.
Debido a los fuertes vientos, las llamas se propagaron con rapidez y arrasaron prácticamente todo, especialmente los contenedores y carpas.
Después de que miles de personas que huyeron del campo empezaran a dirigirse hacia la capital, Mitilene, la policía bloqueó el acceso a la ciudad, situada a unos ocho kilómetros, para evitar una emergencia sanitaria, ya que el campo se encontraba en cuarentena por el brote de COVID-19.
Con las llamas desatadas se ha podido ver a refugiados huyendo del campamento cargando con sus equipajes. Los incendios forestales avivados por fuertes vientos también ardían en dos otras zonas de la isla.
Al menos 25 bomberos con 10 camiones, ayudados por la policía, han trabajado en la extinción de las llamas tanto dentro como fuera de la instalación, según ha señalado el cuerpo de bomberos que ha agregado que durante estas tareas han sido rechazados por los migrantes.
La instalación de Moria superaba más de cuatro veces su capacidad declarada y ha sido criticada por los grupos de ayuda por las malas condiciones de vida.
Un campo de refugiados aislado por el coronavirus
El incendio se produce una semana después de la aparición del primer caso de COVID-19 en Moria, y un día después de que las autoridades sanitarias confirmasen que entre las 2.000 personas que tuvieron contacto con el paciente, 35 dieron positivo en la prueba y debían ser aisladas. De todas estas personas, solo una presentaba síntomas.
Lesbos, que se encuentra frente a la costa turca, estaba en la primera línea de un movimiento masivo de refugiados y migrantes para Europa en 2015-2016, pero debido a la pandemia de COVID-19, desde 1 de marzo, todos los migrantes que llegan a la isla han sido puestos en cuarentena lejos de los campamentos.
En el campamento de Moria, los grupos de ayuda han advertido que las medidas de distanciamiento e higiene básicas son imposibles de implementar debido a las condiciones de vida.
El paciente cero es un somalí de 40 años que ya había obtenido el estatus de refugiado y que en agosto se había trasladado a Atenas para buscar empleo. Al no tener suerte, había optado por volver a Moria, donde se había instalado en una carpa en el olivar que rodea el campo.
Muchas organizaciones humanitarias llevan meses advirtiendo de que, debido a las pésimas condiciones sanitarias, Moria es un polvorín y desde hace tiempo exigen que como mínimo se evacúe a toda la población vulnerable. Desde el estallido de la pandemia, el Gobierno ha trasladado al interior del país a más de un millar de personas que pertenecen a este grupo.
En un comunicado conjunto Oxfam Intermón y el Consejo Griego para los Refugiados han pedido el traslado inmediato de los refugiados del campo de Moria y han asegurado que se trata de una "tragedia totalmente evitable", consecuencia de años de "una respuesta equivocada de la UE y sus estados miembros a la llegada de personas que huyen del conflicto y la persecución". Además, han reclamado un cambio radical de la política migratoria de la Unión Europea.