Un nuevo incendio vuelve a azotar el campo de refugiados de Lesbos
- El fuego se ha producido en una zona del campamento que no había sido muy afectada en el incendio del martes por la noche
Un nuevo incendio ha estallado este miércoles por la tarde en el campo de refugiados de Moria menos de 24 horas después del fuego que ha asolado la mayor parte de este centro de migrantes. El incendio se ha producido en una zona del campamento que no había sido muy afectada el martes por la noche.
Según informan los medios locales, las familias que se habían quedado allí porque sus carpas no se había incendiado han salido corriendo para escapar de las llamas, muchas con bebés en brazos. "Moria terminó", han gritado algunos de los migrantes mientras se dirigían a la carretera que une el pueblo de Moria con Mitilene, el puerto y la capital de la isla.
Aunque la gente está pudiendo aparentemente salir de la zona inmediata de peligro, no pueden dirigirse hasta la capital debido al cordón policial que bloquea todo acceso a la ciudad para evitar una propagación del coronavirus. Así, las personas que han tenido que huir se han unido a los miles de migrantes que esperan ser trasladados a carpas o los barcos que servirán de alojamiento provisional.
El incendio del martes destruyó el 80% del campo
Se espera que en unas horas lleguen a Lesbos los tres barcos -un ferry comercial y dos embarcaciones de la Armada- que albergarán provisionalmente alrededor de un millar de las en torno a 3.500 personas que se han quedado sin techo. El plan del Gobierno es que el resto se quede en los alrededores de Moria en carpas traídas de otras islas.
En el incendio de la pasada madrugada, que milagrosamente no ha dejado víctimas, quedó destruido el 80 % del recinto interior del campo, pero muchas zonas del olivar que lo rodea, donde vivía la mayoría de los migrantes, habían podido salvarse.
El campo llevaba una semana en cuarentena tras la aparición de un primer caso de COVID-19 en un refugiado somalí y la detección posterior de 35 personas que habían entrado en contacto con él. El incendio estalló precisamente después de que las autoridades comunicaran a estas personas que debían ser aisladas, una circunstancia que el Gobierno heleno considera una prueba de que fue intencionado.
Según ha informado esta tarde el ministro de Migración, Notis Mitarakis, hasta el momento las autoridades solo han dado con ocho de estas 35 personas. El resto están mezclados al parecer entre el resto de la población que huyó del campo.
Mitarakis ha señalado que se calcula que de las cerca de 13.000 personas que se encontraban en Moria se han quedado sin techo unas 3.500, las que estaban albergadas en el recinto cercado. El resto vivía esparcido en el olivar.
Cornille Ndama, de origen congoleño, huyó de Moria durante la noche del martes al miércoles. "Hemos perdido todo. Como me ves, me quedo así. No tengo nada, nada conmigo y aun así no sabemos dónde vamos a dormir", le ha dicho a la agencia Afp. "Nuestra casa se ha ido, nuestra comida se ha ido, todo. Nuestro dinero ha desaparecido. No sabemos qué va a pasar", continúa.