Enlaces accesibilidad
Coronavirus

Padres que rechazan llevar a sus hijos al colegio: "No es absentismo ni insumisión sino una necesidad"

Por
Lo que estas familias quieren es poder elegir entre el modelo presencial y el telemático.
Lo que estas familias quieren es poder elegir entre el modelo presencial y el telemático.

Los tres hijos de Verónica tienen las mochilas preparadas, los libros comprados y los neceseres llenos de gel hidroalcohólico y mascarillas, pero, de momento, no van a ir al colegio. Tanto ella como su abuelo, que convive con la familia, pertenecen a la población que corre mayor riesgo en caso de contraer la COVID-19 y prefieren esperar a que la situación se estabilice en las aulas para dar el paso.

“No es absentismo ni insumisión sino necesidad. Hoy a las tres de la mañana leía mensajes de madres que estaban llorando porque quieren que sus hijos vayan al colegio pero es que nos han llevado al abismo al tener que decidir entre educación y salud. Si entra el virus en mi casa puede que no pase nada, pero también puede que seamos un número más en el listado que ya conocemos desde marzo”, explica a RTVE.es esta madre de Burgos.

Rebelión de padres: piden poder elegir entre una vuelta al cole presencial o a distancia

Piden seguir el curso de forma telemática

Por ley, sus hijos, de 6, 10 y 12 años, deben estar escolarizados y ella es plenamente consciente de la normativa. El problema es que las medidas que se están siguiendo en los colegios, a su juicio, no pueden garantizar un riesgo bajo de contagio. Su hijo más pequeño, explica, entraría en 1º de Primaria con niños de cinco años que no están obligados a llevar mascarilla y los otros dos regresarían a un aula en la que hay 25 niños procedentes de hogares distintos.

“Si pasan diez días y vemos que todo va bien, volveremos al colegio, pero yo por ahora no puedo arriesgarme. Nos dicen que la educación presencial tiene más beneficios que riesgos y no, disculpe, a las familias que les haya tocado este riesgo se les puede ir un miembro de la familia. ¿De qué les vale a mis hijos saber hacer una raíz cuadrada si su madre está en el hospital o si su abuelo le pasa algo? La vida es solamente una y en este momento es jugártela”, argumenta Verónica.

A las familias que les haya tocado este riesgo se les puede ir un miembro de la familia

Lo que ella pide es que sus hijos puedan seguir el curso de manera telemática durante este tiempo --"como en el confinamiento, pero de mejor forma"-- y cree que esto serviría, además, para reducir las ratios en los centros.

“Somos miles de familias las que estamos en esta situación. Yo he estado llorando toda la noche. Te sientes culpable y egoísta porque los compañeros de clase de mis hijos sí habrán ido hoy al colegio, pero tenemos que protegernos”, añade Verónica, que presentará en el centro su historial médico para justificar la ausencia de los menores, con la esperanza de que comprendan la situación.

Quieren tener "la posibilidad de elegir"

Esta empatía es la que reclaman, entre otras, las 7.000 familias que han ideado lo que denominan como ‘Propuesta de Flexibilidad Educativa’, una iniciativa nacida el pasado mes de junio que están presentándole a las formaciones políticas con representación en el Congreso y que, esperan, les ayude a obtener capacidad de elección entre la enseñanza presencial y la telemática.

“No se trata de que cualquier familia a la que no le apetezca llevarlos al colegio no lo haga. La plataforma no es absentista, nosotros queremos que los niños sigan el mismo currículo. No optamos por el ‘homeschooling’, simplemente pedimos que se le proporcione a las familias en circunstancias complicadas la posibilidad de elegir”, puntualiza Gema, una madre que forma parte de esta iniciativa.

Su caso es diferente al que relata Verónica. Ella tiene un hijo de 8 años con trastorno del espectro autista que, si volviera al colegio en estas circunstancias, “sufriría un retroceso que no se puede permitir”, asegura.

“Mi hijo en casa tiene más tranquilidad y avanza muchísimo porque no tiene que adaptarse a un entorno que no se adapta a él. Yo quiero seguir con mi hijo en casa porque las medidas que han impuesto no son para él ni para muchísimos niños con diversidad funcional. No las podrían llevar a cabo y sería un riesgo enorme. Solo pedimos que nos den la opción de seguir el curso desde casa”, insiste Gema, a quien le gustaría que esa flexibilidad llegue “para quedarse” y que se extienda a otras situaciones excepcionales que no tengan que ver con la pandemia.

Familias se oponen a la vuelta al cole por miedo al coronavirus

Piden una respuesta común y critican que se les pongan "trabas"

En cualquiera de los casos lo que sí será necesario, aclara, es que la asistencia no presencial esté justificada y que haya un seguimiento.

“Pedimos una respuesta común porque veo que ahora mismo depende un poco de en qué comunidad autónoma estés. Yo en Castilla y León no me estoy encontrando con tanto problema, pero otras familias de otros lugares sí”, comenta Gema.

Esa apreciación la confirma Claudia, madre de dos niñas de 10 y 11 años. La menor también padece autismo y sufre, además, problemas respiratorios, así que ha decidido que ninguna de las dos acuda por el momento a la escuela para proteger a la más pequeña.

No puedo conseguir ningún informe por ningún lado

“Aquí en la Comunidad Valenciana me están poniendo muchas trabas. Llevo tres días hablando con Neurología y no puedo conseguir ningún informe por ningún lado. La pediatra titular está de vacaciones y hablas por teléfono con los suplentes y te dicen que les han dado orden de que no hagan estos informes porque los niños tienen que asistir al colegio presencialmente”, cuenta.

Desde el centro educativo, señala, están siendo comprensivos con su situación, pero no tiene claro que no vaya a tener problemas a corto plazo porque lo único que va a poder aportar es el historial médico de la niña y, aunque valiese para ella, posiblemente no sea suficiente le para justificar también la ausencia de su hermana.

"No podemos estar con amenazas y con miedo"

“Llevo varios días pasándolo muy mal porque yo quiero que vayan, pero el día de mañana no me perdonaría que mis hijas estuvieran enfermas por haber dudado. Esto son circunstancias distintas y no podemos estar con amenazas y con miedo a que nos abran un expediente, a que vengan los servicios sociales o a que nos metan en un juicio”, subraya Claudia.

Al igual que el resto, considera que desde el Ministerio de Educación y desde las consejerías deben ofrecerles alternativas porque los casos que describen, insisten, nada tienen que ver con el “abandono” al que alude la legislación.

“Mi hija con autismo, por mucho que yo se lo diga, no puede seguir el protocolo de protección. Ella no va a dejarse puesta la mascarilla, igual que otros niños que también tienen patologías respiratorias. Cuando lo decimos, lo único que nos responden es que el personal sí va a estar protegido y que van a estar en una clase burbuja. Pero no nos vale no porque cuando salen del centro la burbuja ya ha explotado”, añade Claudia, convencida de que los niños que necesitan unos cuidados especiales están ahora “más abandonados que nunca”.

A la espera de soluciones

Aunque la posibilidad de sancionar a una familia por no llevar a sus hijos al colegio está recogida en el Código Penal, el Gobierno ha encargado un informe jurídico para analizar el absentismo y, según señaló la ministra de Educación, Isabel Celáa, de momento, se van a evitar medidas coercitivas.

Celaá: "Hay que ir a clase, es obligación y es seguro, aunque no existe riesgo cero"

El Ministerio Fiscal, por su parte, ha recordado que se iniciarán acciones penales contra aquellos padres o tutores que permitan el absentismo escolar presencial de sus hijos al colegio de forma repetida cuando no haya una "justificación clara".

"Aquellos casos que carezcan de justificación clara y terminante para la exención, aun temporal, del deber de asistencia presencial del alumnado al centro motivarán que el Ministerio Fiscal prosiga sus diligencias a los efectos de ejercitar la acción penal contra aquellos padres o tutores que presuntamente hayan infringido los deberes inherentes a la patria potestad en este ámbito", ha señalado recientemente la Unidad Especializada de Menores de la Fiscalía General del Estado (FGE).

De estas palabras se deduce que las familias tendrán una vía para justificar las ausencias, pero hay que esperar para conocer qué casos serán aceptados y qué alternativas les ofrecen para que no se rompa el vínculo entre el alumno y los docentes.