El fuego en la costa oeste de Estados Unidos cerca la ciudad de Portland y deja decenas de muertos y desaparecidos
- Casi medio millón de personas están en alerta de evacuación en el estado de Oregón
- El fuego se ha cobrado ya 25 víctimas mortales, aunque se teme que la cifra sea mucho mayor
Casi medio millón permanecen en alerta de evacuación en Oregón a causa de los graves incendios que están afectando a la costa oeste de Estados Unidos. El fuego ha destruido miles de hogares y ha causado al menos 25 muertos, una cifra que podría aumentar debido a las decenas de personas que permanecen desaparecidas, según ha anunciado la gobernadora del estado de Oregón, Kate Brown.
"Jamás hemos visto esta cantidad de fuego descontrolado en nuestro estado", aseguró Brown en rueda de prensa.
Andrew Phelps, jefe de la Oficina de Urgencias de Oregón, ha señalado que los equipos que buscan entre las ruinas calcinadas de media decena de pequeñas ciudades arrasadas por las llamas se preparaban para encontrar "muertes masivas".
El alcalde Portland, Ted Wheeler, declaró el viernes el estado de emergencia en la ciudad, la más poblada del estado de Oregón, y ordenó el cierre de todos los parques y áreas recreativas municipales, ante el rápido avance de las llamas y el humo intenso.
Además del calor y la sequedad extrema -hace meses que no llueve en la región-, los fuertes vientos que han soplado en las últimas horas están propagando los fuegos a gran velocidad, lo que dificulta enormemente el trabajo de los bomberos.
"La tormenta perfecta"
"Esta es una maldita emergencia climática. Esto es real y está sucediendo, es la tomenta perfecta", aseguró a los periodistas el gobernador de California, Gavin Newson, durante su visita a una de las zonas afectadas.
Solo en California, más de 3.900 viviendas y otras estructuras se han quemado durante las últimas tres semanas, mientras que en sur de Oregón el fuego ha dejado una escena apocalíptiva de zonas residenciales y parques de caravanas arrasados en las ciudades de Phoenix y Talent, una de las zonas más afectadas.
Este 220 está siendo un año extremadamente malo en cuanto a los fuegos en toda la zona y muy particularmente en California, que solo en ocho meses y medio ya lleva quemadas 1.214.000 hectáreas, la mayor cifra anual de la historia del estado, y eso que aún no han llegado octubre y noviembre, tradicionalmente los peores meses para los fuegos.
El oeste de EE.UU. se está convirtiendo en un infierno, puesto que incluso en las zonas que no están afectadas directamente por las llamas, el humo es tan intenso que hace que el aire sea prácticamente irrespirable.
Así, según datos de IQAir, que mide la calidad del aire en el planeta a partir de las partículas concentradas en la atmósfera, las áreas metropolitanas de San Francisco, Portland y Seattle tenían este viernes el peor aire de todo el mundo.
La gran cantidad de incendios activos y el hecho de que se estén dando en tantos lugares distintos a la vez está agotando los recursos de los cuerpos de bomberos, que habitualmente recurren a la ayuda de otras jurisdicciones cuando se encuentran ante un fuego de grandes dimensiones, algo que ahora está resultando muy complicado.
El humo de los incendios de EE.UU. llega a Baleares
Una lengua del humo de los grandes incendios forestales que afectan a Estados Unidos llegó en la tarde del viernes a la Península Ibérica, recorrió todo el valle del Ebro desde el Cantábrico hasta su desembocadura en la provincia de Tarragona y, una vez en el Mediterráneo, alcanzó Baleares, según informó el servicio catalán de meteorología Meteocat.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) pronosticó en los pasados días que el humo de esos fuegos podría llegar a finales de semana al oeste del continente europeo propiciado por los vientos en alto nivel.
En la imagen de satélite de Eumetsat, proporcionada por Meteocat, se observa una nube de humo a la altura del golfo de Vizcaya y como una lengua entra en la península por el Cantábrico y recorre todo el valle del Ebro hasta llegar al Mediterráneo.