Sergio Bleda: "Mis vampiros se parecen a los de Anne Rice"
- El autor de El baile del vampiro realiza un crowdfunding para publicar su nueva obra: Ruina Montium
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Sergio Bleda (Albacete, 1974) se dio a conocer al gran público con El baile del vampiro (Línea Laberinto, 1997), que le valdría una nominación al Premio al Autor Revelación del Salón del Cómic de Barcelona de 1998. Después se centraría en el mercado francés, con series como Doll’s Killer. Pero el año pasado organizó un crowdfunding para publicar un nuevo episodio de su saga vampírica (Redes/La primera vez) y ahora repite el experimento del micromecenazgo con Ruina Montium, una aventura protagonizada uno de los vampiros más populares de la saga.
“El protagonista de Ruina Montium es el Vampiro Blanco, uno de los personajes más misteriosos de la serie -asegura Sergio-. Igual que hice con Inés en su día (en Redes) me he propuesto contar su origen como vampiro, que se remonta al Siglo XVI a.C. en Las Médulas (El Bierzo, León), en un yacimiento de oro dominado por los romanos”.
“Me gusta ambientar mis historias en España porque quiero reivindicar nuestra cultura -asegura el dibujante- ¿Por qué no puede ambientarse una historia de vampiros en El Bierzo? Y la época se me ocurrió porque aquel fue el primer desastre ecológico producido por el hombre del que tenemos constancia”.
“En cuanto al protagonista –añade-, del Vampiro Blanco lo único que sabemos es que es el malo de la serie. Por eso me interesaba mucho contar cómo empezó y por qué piensa que hay que controlar a los humanos para que no la liemos parda. Para él los humanos somos como sus gallinas y no le interesa que nos revolucionemos”.
"Yo creo que para todos los fans de la serie es imprescindible conocer el origen el Vampiro blanco y para los que no son fans les diría que es el mejor momento para entrar en este universo porque ahora es cuando empieza la historia, con el origen del vampiro blanco en el Siglo XVI a.C" -añade Sergio-.
Un cómic con tintes ecologistas
Sergio Bleda nos comenta de donde sale el título del cómic: “Ruina Montium era el sistema que los romanos usaban para perforar la montaña y sacar el oro. Era incluso más perjudicial para la naturaleza de lo que ahora es el fracking, porque se cargaban la montaña y destruían completamente el ecosistema”.
“Perforaban la montaña llenándola de agujeros y luego desviaban el agua de un río cercano y lo taponaban formando una presa. Y en un momento dado soltaban todo esa agua para que destruyese la montaña, haciéndola añicos. Las descripciones de la época dicen que el sonido del agua destrozando la montaña era algo "demoníaco y terrorífico". Una vez que habían destrozado la montaña lo cribaban y sacaban el oro”.
“Ahora mismo -añade. Las Médulas, en El Bierzo, es un paisaje considerado Patrimonio de la Humanidad. Ha quedado muy bonito ahora, que la vegetación ha ido cubriendo ese desastre, pero hubo mucha polémica en su momento porque no querían dar ese título a algo que, en realidad, había sido causado por un gran desastre ecológico”.
Valeria, una patricia romana
En cuanto a los nuevos personajes, Sergio destaca a: “Valeria, que es una patricia romana, que tiene mucho que ver en la conversión de Asur en el Vampiro Blanco. En principio iba a tener menos protagonismo, pero gracias al guion de Francisco Ruizgé ha ido adquiriendo más protagonismo y nos abre a otros temas como la magia. No quiero desvelar mucho más, pero va a dar mucho de que hablar en el futuro de la saga”.
A pesar de ser una saga tan personal, Sergio asegura que ha querido trabajar con Ruizgé porque: “Cuando trabajas con otra persona puede dar una vuelta de tuerca a tus ideas. Yo ya trabajé con Francisco en la serie Mendoza que él dibujó para Glenat Francia y donde yo le coloreé las páginas. Nos une una relación personal, nuestros hijos juegan juntos y teníamos muchas gracias de colaborar. Incluso habíamos preparado varios proyectos para Francia que no salieron. Y como esto es un proyecto personal… ¡Era el momento de hacerlo!".
Sergio nos comenta que: “En Francia también se paralizó todo con el coronavirus, todos los lanzamientos de cómics se retrasaron y todavía estamos publicando cosas allí que tenían que haber salido hace varios meses. El mercado francés es muy complicado porque está muy saturado y cada vez cuesta más colocar un proyecto, sobre todo si es un proyecto personal como este. Por eso he recurrido a la autoedición, que hasta ahora no me había planteado. Y dado el éxito que tuvimos con el anterior episodio de la saga (Redes) he decidido repetir con este. Y espero seguir usando este medio de financiación durante más años”.
23 años de vampiros
Echando la vista atrás, Sergio nos cuenta cómo nació la serie: “Nació para un fanzine albaceteño llamado Panicómic para el que hice una introducción de unas pocas páginas que luego se recopilaron en el volumen de Esto Vende, de Grafito editorial. Eso fue lo que ofrecí a la editorial Planeta para que fuera una de las series de su línea Laberinto (una añorada colección de cómics españoles de corto recorrido)”.
“Además -continúa-, durante todos estos años, el tiempo que no he estado trabajando en los personajes he seguido pensando en ellos. Son mis personajes propios más queridos y yo creo que también los de los lectores”.
En cuanto a cómo ha evolucionado la serie en estos 23 años: “Espero que bien –confiesa Sergio- Espero ser mejor guionista y dibujante y tener un trazo más maduro y mayor maestría a la forma de narrar. Miro las páginas de los primeros números y con algunas viñetas me llevo la mano a la cabeza pensando: ¡Madre mía, qué malo era!"
“He mejorado con la práctica –añade- y, sobre todo, lo que salta a la vista es que los personajes han evolucionado al ritmo de la sociedad. En aquella época, los noventa, la gente no tenía teléfonos móviles, apenas se conectaban a Internet… y hoy en día todos estamos hiperconectados. Y reflejo de esta sociedad es Redes, el episodio del año pasado de la saga donde hay una aplicación para contactar con vampiros, donde los vampiros se integran en la sociedad usando las redes sociales… Cada episodio de esta serie es hijo de su época”.
“Me sigue preocupando cómo atrapar al lector”
En cuanto a sus preocupaciones como autor, Sergio confiesa que: “Me sigue preocupando lo mismo que cuando empecé: Cómo dosificar la información, cómo atrapar al lector con la primera viñeta y cómo mantenerlo intrigado hasta el final. Lo de la planificación de las páginas y la narrativa sigue siendo mi principal objetivo. El dibujo puede ser mejor o peor, la narrativa ser más o menos original… pero en lo que pongo todo mi empeño es en la forma de contar las cosas”.
“Por eso son tan importantes para mí los dibujitos, los layouts, que hago antes de planificar las páginas. Y que están muy pensados” -añade-.
“Mis vampiros se parecen a los de Anne Rice”
La documentación está siendo una de las cosas más complicadas del cómic, según confiesa el propio Sergio: “Tenemos la fortuna de contar con Internet y estamos mirando páginas web de historia. También recurrimos a amigos como Kim Boú, que me señaló que uno de los trajes de romano que yo estaba dibujando en los bocetos no era el correspondiente a la época. Gracias a que existen “frikis” de los uniformes como él, podremos ser más precisos”.
Preguntamos a Sergio si recomendaría la serie a un fan de Crepúsculo: “Sí. Los vampiros de Crepúsculo y los míos no tienen nada que ver, pero si te interesa el tema del vampirismo... por qué no echar un vistazo a algo diferente. Los míos se parecen más a los de Entrevista con el vampiro, de Anne Rice; o incluso a los de Blade. Tienen un rollo muy urbano y no son tan fantasiosos, pero un lector abierto tiene espacio para todo”.
Sus proyectos pasan por el cómic erótico
En cuanto a otras obras que vaya a publicar en España, Sergio reconoce que: “No lo sé. Espero que algún día podamos leer en castellano a serie NSA, que hice con Thierry Glorís en 2015. La hice para Casterman, que es la editorial de Tintín y con la que yo soñaba trabajar. Es uno de mis mejores trabajos”.
“También ha salido hace muy poco, de hecho lo presentamos en Anguleme en enero, la primera parte de Il Faudra me Passer Sur le Corps, con guion de Katia Even, que es un cómic erótico que hicimos para Tabú. Estoy deseando ponerme a dibujar la segunda parte”
Los primeros trabajos profesionales de Sergio fueron para la revista de cómic erótico Kiss Comix (La Cúpula, 1994). “Se puede hacer cómic erótico pero estamos en una sociedad mojigata en el que este tipo de obras parece que están como escondidas. En Francia entras en una librería y la sección de cómic erótico está como escondida y tienes que preguntar por ella. Salvo autores tan mediáticos como Manara”.
"Todo lo que tenga que ver con el erotismo ha sufrido una regresión y está un poco como oculto -añade Sergio-. Creo que el arte erótico es tan digno como cualquier otro. El sexo forma parte de la vida y sin él no estaríamos aquí. Y por tanto... ¿Por qué no se va a poder hacer historias con una gran carga erótica?"