Escepticismo ante el anuncio del hallazgo de indicios de vida en Venus
- La idea de vida en Venus se enfrenta a "sustanciales problemas conceptuales", reconocen los propios autores del estudio
- "Veo complicado que un nicho de vida haya sobrevivido en un ambiente tan hostil", sostiene el astrobiólogo David Barrado
El hallazgo de indicios de vida microbiana en el planeta Venus ha sacudido los cimientos de la comunidad científica internacional, que ha acogido este anuncio con una mezcla de entusiasmo y escepticismo. Los propios autores del estudio, dirigido por la Universidad de Cardiff, reconocen que "la idea de vida en Venus se enfrenta a sustanciales problemas conceptuales".
El equipo internacional, que ha contado con astrónomos de otras cuatro universidades, ha encontrado cantidades significativas de un gas llamado fosfina o fosfano, que se considera un marcador biológico, según un estudio publicado en Nature Astronomy. El hallazgo no permite afirmar con rotundidad que haya vida microbiana extraterrestre pero, según los expertos, indicaría que el planeta tiene el "potencial" de albergar o haber albergado vida.
“David Barrado: Como decía Carl Sagan, las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. “
"Creo hay que tomarse esta noticia con la filosofía de Carl Sagan, que decía que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”, declara a RTVE.es David Barrado, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), quien destaca el ambiente "hostil" de Venus, y ve "complicado" que allí "haya sobrevivido un nicho ecológico, un reservorio de vida". "Puede haber ocurrido, pero sería absolutamente extraordinario", opina, al mismo tiempo que pide que se realice "más investigación para verificar el hallazgo de manera independiente y de diversas formas".
Un gas que se disipa
El descubrimiento podría ser un indicio de que en la actualidad hay vida activa en Venus, cuyo tamaño es muy similar al de la Tierra, aunque con unas características que lo convierten en un lugar más parecido al infierno: una atmósfera con una presión 90 veces superior, nubes de ácido sulfúrico y temperaturas de casi 500 grados centígrados en su superficie. Para poder encontrar fosfano, la vida microbiana tiene que estar activa, ya que se trata de un gas que procede de la degradación de materia orgánica, y además se disipa. En la Tierra, el fosfano -compuesto básicamente por hidrógeno y fósforo- es producido por bacterias que prosperan en ambientes sin oxígeno aunque también, en menor medida, puede producirse a partir de procesos industriales, un origen descartado en Venus.
“Para que la fosfina se disipe, la vida microbiana tiene que estar activa, ya que se trata de un gas que se disipa. “
Llegados a este punto, las especulaciones podrían apuntar hacia un mecanismo natural inerte, aún desconocido, que de alguna manera haya recreado las condiciones necesarias. Tal y como explica Barrado, la fosfina no implicaría necesariamente la presencia de vida extremófila en el segundo planeta más cercano al Sol, ya que "hay actividades geológicas, reacciones químicas que podrían mimetizar reacciones biológicas". "Existe la posibilidad de que haya complejos prebióticos que se forman por procesos químicos inorgánicos, y solo habría que descubrir qué proceso específico lo ha generado de manera alternativa", detalla.
"Desde mi punto de vista, si aplicamos una ortodoxia científica razonable, lo que hay que asumir en primer lugar es que este gas se produce de manera inorgánica por un proceso que todavía no conocemos, ir descartando, ir avanzando, y si al final se prueba que hay vida, pues estupendo, aunque en principio yo asumiría que no la hay", valora este astrofísico.
En esta misma línea, el propio equipo de la Universidad de Cardiff que está a cargo de la investigación cree que el descubrimiento "sugiere que Venus podría acoger procesos fotoquímicos o geoquímicos", por lo que no implicaría necesariamente "una evidencia robusta de vida microbiana" en el planeta.
Una formación natural de momento inexplicable
William Bains, científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha sido el encargado de valorar en este estudio posibles formas naturales de producir fosfina, al margen de microorganismos. Algunas de sus hipótesis incluyen la luz del sol, los minerales lanzados desde la superficie o los volcanes; pero ninguno de estos factores sería suficiente para producir el gas alrededor de ellos. Según sus cálculos, estas fuentes naturales producirían como máximo una diezmilésima parte de la cantidad de fosfina que se ha detectado en los telescopios.
En cambio, para crear la cantidad observada de fosfina en Venus, los organismos terrestres solo necesitarían trabajar a aproximadamente el 10% de su productividad máxima, según cálculos de Paul Rimmer, de la Universidad de Cambridge. Sin embargo, es una comparación que puede resultar engañosa, puesto que las condiciones hiperácidas de Venus podrían haber llevado a los microbios de este planeta, en caso de existir, por caminos evolutivos muy diferentes a los de aquellos que se han desarrollado en la Tierra.
Otra investigadora del MIT, la doctora Clara Sousa Silva, opina que el hallazgo de fosfina en Venus abre muchos interrogantes, comenzando por cómo podrían sobrevivir los organismos. "En la Tierra, algunos microbios pueden hacer frente a aproximadamente un 5% de ácido en su entorno, pero las nubes de Venus están casi completamente compuestas de ácido", manifiesta.
Hacen falta más estudios
El equipo internacional de astrónomos destaca la importancia de su descubrimiento, aunque reconoce que confirmar la presencia de "vida" requerirá mucho más trabajo. Su objetivo ahora será establecer si la fosfina se encuentra en una parte relativamente templada de las nubes de Venus, además de buscar otros gases asociados con la existencia de vida.
“David Barrado: La detección de vida fuera de la Tierra no solo sería una noticia científica, sino también filosófica. “
El ser humano siempre ha soñado con encontrar vida más allá del pequeño planeta que habita. Si alguna vez realiza este descubrimiento, será "una noticia extraordinaria, maravillosa; el bombazo del siglo, del milenio, de la historia de la humanidad", califica David Barrado. "La detección de vida fuera de la Tierra no solo sería una noticia científica, sino también filosófica; un cambio de paradigma de lo que representa la Tierra en el universo, y el papel del ser humano en él. Por eso hay que ser muy cauto antes de avanzar algo así", manifiesta este astrónomo. Bajo sus palabras, vuelve a reflejarse la voz del maestro Sagan.