La Sagrada Familia descarta poder finalizar las obras en 2026 por "los efectos de la COVID-19"
- En julio de 2019 hubo una media de 15.600 visitantes al día, mientras que en 2020 no se han superado los 2.000 diarios
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La Sagrada Familia ha descartado finalizar las obras en 2026, como estaba previsto al coincidir con el centenario de Antoni Gaudí, debido a "los efectos de la COVID-19", que ha provocado la paralización de las obras y una caída de los ingresos.
Lo ha anunciado en rueda de prensa este miércoles el presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, Esteve Camps, que ha informado de que las obras se retomarán "en un par de semanas" (máximo tres) y estarán centradas en la construcción de la torre de María, que prevén terminarla a finales de 2021.
"Los efectos de la pandemia nos fuerzan a replantear el calendario que teníamos previsto. Esto afecta a la meta que teníamos marcada para 2026, que coincidía con el centenario de la defunción del arquitecto Antoni Gaudí. El contexto y las circunstancias actuales no permiten dibujar con suficientes garantías horizontes de futuro a largo plazo", ha señalado Camps.
El presidente ha afirmado que la Junta Constructora "ha pasado por momentos muy complicados, pero siempre, en menor o mayor medida, siguió haciendo realidad el proyecto de Gaudí", por lo que ha asegurado que está vez no será una excepción y mantendrán su compromiso para seguir adelante con el proyecto.
Una fuerte caída de los ingresos a causa de la pandemia
Mientras que en 2019, gracias a los ingresos de las entradas, el templo pudo presupuestar 100 millones de euros para las obras, ahora la Junta Constructora trabaja con una previsión de tan solo 17 millones de presupuesto para el año que viene.
Preguntado por el número de visitantes, ha detallado que en el mes de julio han visitado el templo 2.000 turistas cada día, una cifra muy inferior a la del año anterior en el mismo mes, cuando la media era de 15.600 turistas por día.
Por otro lado, ha señalado que hasta que no se llegue a las 3.000 entradas vendidas al día no se abrirá otro día de la semana: "Ni en julio, ni en agosto, ni en septiembre, ningún día que hemos abierto se han superado los 3.000, por consecuente, no se puede abrir", ha sostenido.
Ha dicho también que gracias al remanente que ha tenido la Sagrada Familia, desde marzo hasta ahora, se ha podido garantizar al 100 % el sueldo de sus trabajadores, "incluso estando en ERTE", y ha alertado de que el próximo mes no podrá hacerse.
Ante la falta de ingresos procedentes de la venta de entradas, el director de la junta constructora ha explicado que en noviembre lanzarán una campaña de divulgación de la obra de Gaudí y de sensibilización para animar a la ciudadanía de Barcelona y de todo el mundo a hacer donativos y aportaciones para acabar la Sagrada Familia.
Se retomarán las obras de la Torre de la Mare de Déu
"A pesar de las circunstancias que nos rodean no hemos perdido la ilusión de seguir con el proceso constructivo de la Sagrada Familia. Por esto, con absoluta satisfacción confirmamos que en las próximas semanas retomaremos la obras y nos concentraremos en la torre de la Madre de Dios", ha explicado Camps, que ha detallado que solo falta instalar el terminal de 25 metros de altura.
La torre de la Mare de Déu, con 138 metros, será la segunda más alta de la Sagrada Familia y estará coronada por una gran estrella de doce puntas y más de siete metros hecha de cristal y acero que servirá como punto de entrada de luz para el templo durante el día, mientras que de noche se iluminará y "brillará".
El arquitecto director, Jordi Faulí, ha explicado que todos los terminales contiene símbolos que identifican a la torre y ha detallado que Gaudí ya dijo que la torre de la Madre de Dios tenía que estar coronada por una estrella luminosa que representara la estrella de la mañana tradicional de María.
Sobre la reanudación de las obras, Camps ha explicado que, además de reactivar los trabajo en la Galera, donde se fabrican las piezas del tempo, durante el 2020 se llevará a cabo el derrumbe de una parte del habitáculo que hay en la esquina de las calles Provença y Sardenya como parte del acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para ceder más espacio de acera.
De cara el 2021, aunque la situación es "imprevisible", Camps ha condicionado la posibilidad de avanzar más y acabar otras partes como alguna de las torres de los evangelistas a la evolución de la situación y de los ingresos.