El músico y dibujante Víctor Coyote reflexiona sobre el confinamiento en 'Días de alarma'
- "En determinados momentos el humor es lo que nos queda y tenemos que recurrir a ello", asegura
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Víctor Coyote (1958) se hizo muy popular durante La Movida de los 80 con el grupo Los Coyotes y, desde entonces, se ha labrado una larga y exitosa carrera como músico, pero también como dibujante e ilustrador. En marzo acababa de lanzar su nuevo disco en solitario (Las Comarcales), pero solo le dió tiempo a presentarlo porque enseguida nos confinaron. El lo vió muy claro y decidió hacer un diario del confinamiento (en forma de tiras) que publicó en Instagram y que ahora se recopila en el tomo Días de alarma (Salamandra Graphic).
“Me decidí a hacerlo el primer día de confinamiento (15 de marzo), cuando fui a la panadería de mi barrio y tuve que esperar la cola -nos cuenta Víctor-. La panadera tenía muy claras las medidas de prevención y eso me sorprendió. Entonces pensé que ahí había material para un historia”.
“Así que empecé a probar cómo podía hacerlo y a subir las tiras a Instagram, sin pensar que esto fuera a dar para un libro –confiesa-. Pero una amiga con la que hablé me dijo: “Si lo haces con lápiz, vete preparando porque vas a gastar todos los lápices que tengas en casa”.
"No quería que fuese un diario ni algo humorístico"
En cuanto al planteamiento, Víctor nos confiesa que: “No quería que fuese una cosa con un marcado tono humorístico ni que fuera únicamente un diario en primera persona. No quería que fuese ni Jacovitti ni Persépolis. Unas veces la cosa iba más de humor, otras era más “killer”… y casi siempre de reflexión interior. Fue saliendo día a día, dependiendo de mi estado de ánimo”
“Lo que me animó mucho a continuar -añade- fue el formato de Instagram que permite que hagas una especie de “travelling” por las viñetas. Y como dibujante de cómic jugar con eso me interesaba bastante. Las viñetas tenían que ser cuadradas, con la posibilidad de que, al pasar de una viñeta a otra, se podían alargar. Al segundo día pensé que iba a sacar dos formatos, uno de seis viñetas y otro de tres, porque igual era demasiado trabajo para poder mantenerlo a diario”.
Sobre sus influencias en este trabajo, Víctor confiesa que: "Yo siempre he tenido mis referencias en cómic, gente que me gusta, como Christopher Blaine, Jijé, Jacovitti… muchísima gente. Me fui manejando por ahí y a los dos o tres días pensé que los milennials habían aprendido lo que eran los dramas mundiales a través de las series de ciencia ficción de Netflix y HBO; pero nuestra generación lo conoció porque mis padres y mis tías hablaban de la guerra, con lo que era un poco eso. Esto nos ha demostrado que el drama existe y que en este mundo no todos somos Kim Kardashian, viajamos en avión y los seguros nos cubren todo. !o siempre he tenido otro concepto de fragilidad, quizá debido a mi profesión de autónomo”.
"El humor puede ser una salida a las situaciones límite"
En una de sus viñetas Víctor escribe “Que el pánico no te impida escribir un buen chiste”. Pero… ¿Es fácil hacer chistes sobre una pandemia como esta? “Cualquier persona que haya estado en una situación límite, como los soldados cuando van a la guerra… si no entras en pánico empiezas a hacer chistes -asegura-. El humor es una de las salidas a determinados momentos delicados. El humor es lo que nos queda y tenemos que recurrir a ello”
"También había otra parte de esa frase que es que: “el cachondeo no te bloquee y te permita tener unos márgenes de miedo sensatos. Porque el miedo es una cosa a la que hay que enfrentarse pero que también puede hacernos más cautos y servir para protegernos” -añade Víctor-.
En cuanto a la importancia que ha tenido la cultura para sobrellevar el confinamiento, Víctor asegura que no todo ha sido positivo: “Durante el confinamiento la cultura que más ha funcionado ha sido la de las grandes corporaciones, como las plataformas digitales de series y películas y Amazon. Los pequeños generadores de cultura nos hemos visto llevados a esos dos grandes rediles. Eso no me parece muy recomendable ni satisfactorio. Ciertas corporaciones grandes han podido seguir repartiendo libros durante la pandemia, mientras que las pequeñas librerías no".
Sacó su disco una semana antes del confinamiento
Como os comentábamos, Víctor Coyote acababa de sacar su nuevo disco en solitario (Las Comarcales) cuando nos confinaron: “Yo hice la presentación del disco el 6 de marzo en Madrid, el día 8 fue la manifestación de la mujer, y la semana siguiente ya no pudimos tocar ni en Barcelona ni en Zaragoza. A partir de ahí hemos tocado menos que más. Siempre en sitios muy controlados, con aforos reducidos, la gente sentada y con mascarillas. Pero hemos suspendido muchísimos conciertos. Ahora mismo las cosas debían estar mucho más claras en cuanto a la regulación de los sitios”.
"La cultura ahora mismo no sé cómo va a quedar -se lamenta Víctor-. El mundo de la música, y en concreto el mundo de la música popular, los conciertos… eso se ha visto y se va a ver muy afectado. Es verdad que ahora mismo la música popular tiene un componente de contagio potente, pero creo que se podrían hacer las cosas de otra forma y no simplemente cancelando las cosas. Lo que habría que mitigar son las derivas de la música popular que suele acabar en bailes, abrazos y contactos, pero creo que se podían haber promovido conciertos cortándose un poco en esos aspectos. Se podrían hacer conciertos en salas y teatros en aforos reducidos y habría que olvidar durante una temporada los abrazos y las borracheras y eso”.
Dedica varias tiras a los sanitarios
Víctor cree que durante el confinamiento: "Más o menos nos portamos bien en el sentido de hacer una barrera eficaz contra el virus. Pero hay cosas que no entendía… No se puede aplaudir a los sanitarios y después tener a no sé a cuantos autónomos sirviéndonos comida a domicilio de forma arriesgada para ellos, por los míseros sueldos que cobra esta gente. Hay una tira del libro en la que se ve eso, al que aplaudía a los sanitarios y después cerraba la ventana y pedía comida a una empresa de servicio a domicilio. Eso me parecía un tanto extraño”.
Por supuesto, Víctor dedica varias tiras a los sanitarios: “La labor que han hecho médicos, enfermeros, gente de limpieza… esos enfermeros que han sido contratados a tiempo parcial con sueldos muy bajos para los riesgos que asumían. Estaba muy bien aplaudir a los sanitarios o a la gente de los supermercados, pero podíamos haberlos cuidado más. Yo me he emocionado muchas veces con los aplausos a los sanitarios”.
Lo que no le ha parecido tan bien han sido los profetas que se han erigido en Youtube hablando sobre el coronavirus sin tener ni idea: “Pasa una cosa muy graciosa derivada de dos fenómenos: primero la ideología Hippie que nos dice que todo el mundo tiene derecho a opinar. Lo que es verdad, pero en estos temas habría que valorar más la opinión de médicos y científicos que la de cualquier iluminado. Que un youtuber te explique lo que dicen los epidemiólogos es patético. Pero como llevamos tantos años menospreciando y tratando tan mal a los profesores pasa eso".
"El segundo fenómeno es que ahora mismo hay un montón de películas de ciencia ficción de directores que parece que saben ciencia. Y es que actualmente parece que todo el mundo sabe ciencia y yo, desde luego, del virus no tenía ni idea".
Víctor también reflexiona en el cómic sobre el Teletrabajo: "Como autónomo, una gran parte de mis trabajos, como mis ilustraciones, los hago teletrabajando. No es una cosa mala, lo que pasa es que me da la impresión de que el grueso del teletrabajo son vendemotos. Y yo esto en contra de eso. En la venta y la compra hay muchos intermediarios que me parecen profesiones innecesarias. Si la página de Renfe funcionara bien, muchas agencias que te venden billetes no tendrían tantos clientes. Es una pescadilla que se muerde la cola y a mí en la mayoría de las ventas me sobran intermediarios.
“El día que abrieron las terracitas decidí cerrar el cómic”
El cómic termina el lunes 25 de mayo. “El día que abrieron las terracitas decidí cerrar el cómic”, asegura Víctor.
Pero Añade otras 12 tiras con el título de Tiempo de postalarma. “Son una serie de consideraciones postreclusión, viendo cómo se intentaban recuperar las cosas. Sobra gente que dice que tiene la solución a los problemas y que asegura saber cómo hay que hacer las cosas. Yo, desde luego, no la tengo. Simplemente critico las cosas que me parecen mal y digo las cosas que me parecen bien”.
En cuanto a la banda sonora que pondría al cómic: “No tengo ni idea. Supongo que haría lo que hago normalmente en mi música, mezclar muchísimo los estilos y poner una canción de Tom Waits y a continuación una de Mark Anthony, que son gente que me gusta”.
En cuanto a sus proyectos, Víctor nos avanza que: “Me gustaría empezar a tocar el disco que no pude presentar. Y aprovechando que he estado tanto tiempo dibujando en pandemia y he recuperado la rutina del cómic, me gustaría hacer algún tebeo. Es un terreno difícil para mí porque tienes que trabajar con plazos muy largos durante los que hay que comer. Yo no me puedo encerrar dos años y trabajar solamente en un cómic. Sobre todo ahora que las novelas gráficas son de 300 páginas”.
Os dejamos con una de las últimas actuaciones de Víctor antes del confinamiento, en el evento Radio 3 suena por el planeta.