Muere la jueza progresista del Tribunal Supremo de EE.UU. Ruth Bader Ginsburg

• La magistrada ha fallecido a los 87 años de edad por "complicaciones" debidas al cáncer de páncreas que sufría
• Trump, que tuvo numerosos desacuerdos con Ginsburg, ha dicho que "ella tuvo una vida increíble"

Ruth Bader Ginsburg en una imagen de noviembre de 2018.

La jueza progresista del Tribunal Supremo de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg ha muerto a los 87 años de edad por "complicaciones" debidas al cáncer de páncreas que sufría, ha informado este viernes la corte en un comunicado.

El tribunal ha indicado que la magistrada "falleció esta noche rodeada de su familia en su casa de Washington, D.C."

Imagen de los nueve jueces que componían actualmente el Supremo de EE.UU.

En el mismo comunicado, el jefe del Tribunal Supremo de EE.UU., John Roberts, nombrado por el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), ha rendido homenaje a la magistrada.

"Nuestra nación -ha dicho Roberts- ha perdido a una jurista de estatura histórica. Todos en el Tribunal Supremo hemos perdido a una compañera querida. Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, una campeona de la justicia incansable y resuelta."

Nominada por expresidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg era la jueza de más avanzada edad de los nueve que conforman el Supremo y en los últimos años había tenido problemas de salud que habían forzado varios ingresos hospitalarios.

Una vela y un cartel en el que se lee "Gracias RBG" en las escaleras del Supremo.

La jueza llevaba años luchado contra el cáncer: en 2009 superó uno de páncreas; en 2018 tuvieron que extirparle unos nódulos malignos de su pulmón izquierdo; y en el verano de 2019 reapareció el tumor en el páncreas.

El cáncer también le arrebató al amor de su vida, su esposo, Martin Ginsburg, fallecido en 2010.

9 jueces en el Supremo, 5 conservadores y cuatro progresistas

Ginsburg llevaba casi tres décadas en el Tribunal Supremo, donde llegó en 1993 como la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de toda una carrera dedicada a causas feministas y a los derechos civiles.

Ginsburg acercándose a abrazar a Barack Obama en enero de 2016.

La salud de la magistrada, por su avanzada edad, han tenido en vilo al país, especialmente a las filas progresistas, que temían que si Ginsburg abandonaba el Supremo, su sustituto sería elegido por el presidente, Donald Trump, para ampliar la ya existente mayoría conservadora de la corte más importante del país.

El presidente y la magistrada mantuvieron una difícil relación después de que Ginsburg lo calificara de "farsante" antes de las elecciones de 2016, un comentario del que tuvo que retractarse y que provocó que Trump pidiera su dimisión.

Ginsburg (2ªi) escuchando un discurso de Trump el 8 de octubre de 2018.

El Supremo está compuesto por nueve jueces con puestos vitalicios, actualmente 5 conservadores y 4 progresistas.

Trump ante la muerte de Ginsburg: "Ella tuvo una vida increíble"

Trump logró en su primer año como presidente que la mayoría republicana en el Senado diera luz verde a su primer nominado para el Supremo, el juez Neil Gorsuch, y después, el 6 de octubre de 2018, consiguió lo mismo para que Brett Kavanaugh, acusado de abusos sexuales, se pusiera la toga en el alto tribunal.

Poco después de conocerse la noticia, el mandatario estadounidense ha reaccionado con aparente sorpresa ante la muerte de la jueza progresista, con la que tenía numerosos desacuerdos, pero a la que ha elogiado por haber tenido "una vida increíble".

"¿Acaba de morir? No lo sabía. Ella tuvo una vida increíble, ¿qué más puedo decir? Tanto si estabas de acuerdo, como si no, ella tuvo una vida increíble", ha afirmado en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial Air Force One.

Imagen de una bandera a media asta en el exterior del Tribunal Supremo estadounidense.

Actualmente, los republicanos tienen mayoría en el Senado y su líder, Mitch McConnell, ya ha emitido un comunicado, en el que se ha comprometido a someter a voto el candidato que Trump elija para el Tribunal Supremo.

Biden dice que el nuevo presidente debe elegir al nuevo juez del Supremo

Por su parte, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, ha considerado que el presidente de EE.UU. que salga elegido en las urnas el 3 de noviembre deber ser quien elija a un sustituto para la magistrada progresista del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg.

"Esta noche y, en los próximos días, vamos a estar enfocados en la muerte de la jueza y en su legado imperecedero. Pero para que no haya ninguna duda, déjenme ser claro: los votantes deben elegir el presidente y el presidente debe elegir al juez para que el Senado lo considere", ha afirmado Biden en una declaración emitida en directo desde su casa en el estado de Delaware.

Biden ha recordado que, en 2016, después de la muerte del juez conservador del Supremo Antonin Scalia, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ignoró al sustituto que había elegido el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) y ni siquiera sometió su nominación a voto, con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en un año electoral. Entonces, ha destacado Biden, quedaban casi nueve meses para las elecciones presidenciales y ahora faltan solo 46 días.

"Estamos hablando de la Constitución y del Tribunal Supremo. Esa institución no debería estar sometida a la política", ha subrayado.