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La muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg desata una nueva batalla en las presidenciales de Estados Unidos

  • El escaño que deja en el Tribunal Supremo norteamericano, clave para las elecciones
  • Trump, dispuesto a cubrir su puesto "sin demora", mientras los demócratas piden esperar hasta después del 20 de enero

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Cientos de personas rinden homenaje en Estados Unidos a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg

La muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg ha abierto en EE.UU. una nueva batalla por el escaño que deja vacante en el Tribunal Supremo norteamericano. Bader Ginsburg, decana de este órgano, se había convertido en un verdadero icono de la izquierda por su talante progresista y férrea defensa de la causa de las mujeres, las minorías y el medio ambiente.

Delicada de salud desde hacía años por un cáncer de páncreas, había sido hospitalizada dos veces este verano. Su muerte, como ha ocurrido, hacía temer que el presidente Donald Trump se apresurase a designar un sucesor que amplíe su mayoría conservadora con un tercer nombramiento en un momento de profundas divisiones en EE.UU.

Bader Ginsburg, principal voz liberal de la corte, deja un cargo vacante con grandes poderes, lo que augura una intensa batalla política de cara a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre. Trump, que busca la reelección, ya consiguió el nombramiento de dos jueces conservadores al Tribunal Supremo: Neil Gorsuch en 2017 y Brett Kavanaugh en 2018.

14 horas Fin de Semana - La muerte de Ruth Bader Ginsburg abre un nuevo frente en la lucha presidencial en EEUU - Escuchar ahora

Trump urge a sustituirla "sin demora"

Sin tiempo que perder, Donald Trump ha instado a los republicanos, este mismo sábado, a cubrir "sin demora" la vacante dejada tras la muerte de la jueza. Trump ha tuiteado: "Se nos ha puesto en una posición de poder e importancia para tomar decisiones para la gente que nos eligió con orgullo, la más importante ha sido considerada durante largo tiempo la selección de los jueces del Tribunal Supremo de EE.UU. ¡Tenemos esta obligación, sin demora!".

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ya había afirmado nada más conocer el fallecimiento de la jueza, su intención de poner en marcha cualquier nominación que hiciese el presidente Donald Trump, mientras los demócratas no han dejado de pedir que la vacante se mantenga hasta después del 20 de enero, cuando el ganador de las presidenciales del 3 de noviembre tome posesión.

Para David Gergen, asesor político que ha estado al servicio de cuatro presidentes de Estados Unidos, tanto republicanos como demócratas, "esto va a desencadenar una batalla titánica y podría afectar seriamente las elecciones", avivando tanto a las bases conservadoras como a las demócratas, que temen un cambio en el equilibrio de poder en la Corte Suprema.

Desviar el foco de la gestión del coronavirus

Algunos analistas consideran también que la muerte de la jueza podría servir a Trump para distraer la atención sobre su gestión del coronavirus que ha costado la vida a casi 200.000 norteamericanos.

Según las encuestas de opinión, Donald Trump ha estado durante meses detrás de su oponente, el demócrata Joe Biden quien ha tratado de plantear las elecciones presidenciales como un referéndum sobre Trump y, en particular, sobre su gestión de la crisis de salud pública que ha supuesto la pandemia del coronavirus.

Para Joel Payne, estratega demócrata que trabajó para la candidatura de Hillary Clinton a las elecciones presidenciales de 2016, "cada semana que Donald Trump no tiene que hablar del coronavirus es un punto que se anota ". Payne añade que esto puede ser un estímulo inesperado para animar el voto republicano pero asegura también que "los demócratas entienden en esta ocasión mejor que nunca lo se que juegan en estas elecciones".

Homenajes a "la magistrada más célebre de EE.UU"

Desde Minnesota, Joe Biden, contendiente demócrata a las presidenciales norteamericanas, ha rendido homenaje a la que se considera la magistrada más célebre de Estados Unidos. "Ruth Bader Ginsburg luchó por todos nosotros y fue muy querida", ha dicho, llamando a no apresurarse a reemplazarla.

Era una heroína estadounidense

Ella era "una heroína estadounidense" y "una voz incansable en la búsqueda del ideal estadounidense supremo: la igualdad de todos ante la ley", ha dicho Biden. Frente a la sede del Tribunal Supremo en Washington, las banderas estadounidenses ondean a media asta mientras cientos de personas han acudido a rendirle homenaje con flores y velas.

El Tribunal Supremo, un órgano decesivo en la política norteamericana

El Tribunal Supremo de EE.UU. está compuesto por nueve magistrados con puestos vitalicios que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas. En concreto, juegan un papel crucial en temas como el aborto, los derechos de los migrantes, la privacidad, la pena de muerte y la tenencia de armas.

Los magistrados son nombrados por el presidente y tienen que ser confirmados por el Senado. Para la derecha cristiana, el Tribunal Supremo es un asunto central y, por eso, este mismo mes, Trump renovó su promesa de nombrar a jueces que se opongan al aborto y prometan proteger el derecho a portar armas.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se comprometió a someter a voto al candidato que Trump seleccione para el Tribunal Supremo. Para confirmar a un nuevo juez, McConnell necesita mayoría simple, algo que conseguiría si 53 de los 100 senadores republicanos se mantienen fieles a Trump. No obstante, el proceso de confirmación podría complicarse si hay deserciones entre los senadores republicanos más moderados.