Biden asegura que el plan de Trump para reemplazar a Ginsburg es un "abuso de poder"
- Dos senadoras republicanas, Lisa Murkowski y Susan Collins, han respaldado la demora en la votación hasta los comicios
- El demócrata ha unido la pandemia con la decisión del magnate en un intento de volver a poner el foco en la gestión de la crisis
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, ha asegurado este domingo durante un discurso en el Centro Constitucional en Filadelfia que los planes del presidente Donald Trump de cubrir la vacante en el Tribunal Supremo antes de las elecciones, tras el fallecimiento de la juez progresista Ruth Bader Ginsburg, es "un puro ejercicio de poder político".
"La Constitución de Estados Unidos les da a los estadounidenses la oportunidad de ser escuchados, y su voz debe ser escuchada. Deben dejar en claro que no tolerarán este abuso de poder", ha señalado Biden en su intervención.
El exvicepresidente estadounidense ha hecho estas formaciones después de que Trump adelantase el pasado sábado su intención de nombrar a su sustituto de Ginsburg la próxima semana y que sería posiblemente una mujer, después de que líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, prometiera que sometería a voto en el hemiciclo al nominado del mandatario.
Dos senadoras republicanas rechazan cubrir el vacío antes de los comicios
Dos senadoras republicanas, Lisa Murkowski y Susan Collins, han respaldado una demora en la votación hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre.
"Durante semanas he afirmado que no apoyaría ocupar una potencial vacante en el Tribunal Supremo tan cerca de las elecciones. Lamentablemente lo que entonces era hipotético ahora es nuestra realidad, pero mi postura no ha cambiado", ha declarado Murkowski, que representa al estado de Alaska, en un comunicado.
"No respaldé aceptar una nominación (de un juez al Supremo) ocho meses antes de las elecciones de 2016 para cubrir la vacante que dejó el juez (Antonin) Scalia -ha recordado-. Ahora estamos incluso más cerca de las elecciones de 2020, a menos de dos meses, y creo que deben aplicarse los mismos estándares".
De esta manera Murkowski se une a la senadora republicana por Maine Susan Collins en su oposición a que Ginsburg sea reemplazada en el Supremo antes de los comicios.
Collins consideró el sábado que "la decisión de un nombramiento vitalicio para el Tribunal Supremo debería ser hecha por el presidente que sea elegido el 3 de noviembre".
Llamamiento a las conciencias republicanas
Ante la decisión de McConnell de celebrar una voto en la cámara antes de los comicios, Biden ha apelado a las conciencias de los senadores republicanos para que no lo permitan.
"No soy ingenuo. No me dirijo al presidente de Trump, que hará lo que quiera, no me dirijo a Mitch McConnell que hará lo que quiera, y lo hace, hablo a esos republicanos que están ahí, a los senadores republicanos que en el fondo saben lo que es bueno para el país y no solo lo que es bueno para el partido", ha apuntado el aspirante presidencial.
Con Ginsburg, el Supremo tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas, con lo que si Trump logra la confirmación de su nominado apuntalaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas y adoptar decisiones de calado en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para su base de votantes.
Los jueces de ese tribunal son designados por el presidente y confirmados en el Senado.
Los republicanos son mayoría en la Cámara Alta con 53 de los 100 escaños, y necesitarían 51 votos para confirmar al nominado por Trump para el Supremo, con lo que solo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente de la Cámara, el vicepresidente del país Mike Pence, pudiera emitir un voto de desempate.
Si aparte de Collins y de Murkowski, otros dos senadores republicanos se oponen a celebrar la confirmación del nominado por Trump antes de las elecciones, los demócratas tendrían entonces apoyo suficiente para evitar que se produjera la nominación.
Biden vincula la pandemia con la decisión sobre el Supremo
El que fuese vicepresidente durante el mandato de Barack Obama (2009-2017), también ha vinculado este domingo la pandemia de COVID-19 con la posible confirmación del candidato de Trump para cubrir la vacante en el Tribunal Supremo, en un intento de volver a poner el foco del debate electoral en la gestión del mandatario de la crisis sanitaria.
Biden ha avisado durante el discurso en Filadelfia de que la cobertura sanitaria de muchos estadounidenses podría estar en peligro si el mandatario logra colocar a su futuro nominado en el Tribunal Supremo.
Dirigiéndose a los votantes estadounidenses ha afirmado: "Conforme hablo estamos sobrepasando las 200.000 muertes por este virus, decenas de millones de estadounidenses están desempleados, la atención sanitaria en este país está en juego en esta corte y ahora en un movimiento político abrupto este presidente y el líder republicano (Mitch McConnell) han decidido forzar un nombramiento vitalicio ante el Tribunal Supremo de EE.UU. en el Senado".
"Es lo último que necesitábamos ahora", ha lamentado el candidato demócrata.
'Obamacare', el blanco favorito de Trump
Biden se refería de esta manera a la ley de Cuidado Asequible (ACA, en inglés), también conocida como 'Obamacare', blanco favorito de Trump, quien durante su campaña electoral en 2016 prometió que "de inmediato y desde el primer día" de su Presidencia abrogaría esa legislación y la reemplazaría por un programa mejor, más barato y que, según él, ampararía a todos los estadounidenses.
Durante estos años, los republicanos han planteado numerosos pleitos en los tribunales contra diversos aspectos de la ley.
Precisamente, una semana después de las elecciones generales de noviembre, se espera que el Supremo estudie el futuro de 'Obamacare', que una coalición de estados en manos de los republicanos espera revocar, incluida una de sus cláusulas que requiere que las aseguradoras cubran enfermedades previas de los asegurados.
Biden ha asegurado que "Donald Trump está ante el Supremo intentado arrebatar la cobertura sanitaria a decenas de miles de familias; arrebatar la paz mental a más de 100 millones de estadounidenses con enfermedades previas. Si triunfa los seguros de nuevo discriminarán o quitarán toda la cobertura a gente con enfermedades previas como asma, diabetes, cáncer y otros muchos problemas".
"Y quizás, lo más cruel de todo es que si Trump lo consigue (quitarán la cobertura) por las complicaciones por la COVID-19", ha augurado.
EE.UU. es el país más afectado por la pandemia con más de 6,7 millones de casos confirmados y casi 200.000 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.