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Coronavirus

Sin ayudas y abocados al cierre en caso de cuarentena: así es la vuelta al cole en 'la piel' de un autónomo

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El colectivo de los autónomos continúa sufriendo los efectos de la pandemia
El colectivo de los autónomos continúa sufriendo los efectos de la pandemia

Imagine que su hijo debe guardar cuarentena porque un compañero de clase ha dado positivo por coronavirus. Imagine también que no tiene con quien dejarle, por lo que durante esos 14 días no podrá ir a trabajar. Imagine, además, que su centro de trabajo es su propio negocio, el cual tendrá que cerrar durante al menos esas dos semanas, lo que significa no obtener ningún tipo de ingreso. E imagine, por último, que además de no recibir ingresos, deberá seguir pagando la cuota, alquiler del local, facturas...

Es el drama al que se enfrentan a diario los más de tres millones de autónomos que hay en España. A la pérdida de la actividad por la pandemia, se unen ahora la vuelta al cole y las cuarentenas asociadas a contactos estrechos positivos.

Jesús, que posee una floristería en el centro de Madrid, explica a RTVE que el colectivo se siente en una situación de agravio comparativo respecto a los trabajadores por cuenta ajena, ya que ante los posibles casos de contagio o aislamiento de sus hijos los autónomos deben "elegir entre su familia y su negocio", mientras que los asalariados están amparados por el programa 'Me Cuida', con el que el Gobierno propicia facilidades a los trabajadores para reducirse la jornada o acceder a excedencias para el cuidado de sus hijos.

“Mis hijos tienen el mismo riesgo frente al coronavirus que los de cualquier trabajador por cuenta ajena y yo el mismo derecho a cuidarlos en caso de cuarentena”, denuncia este trabajador, quien asegura que no existen alternativas “viables” para los que son a la vez progenitores y autónomos: “O bien pido ayuda a mis padres, con el riesgo que ello supone para su salud, o directamente cierro mi negocio”, señala.

Si me vuelven a confinar, tendré que cerrar el negocio para siempre

En la misma situación se encuentra Carmen, actualmente fundadora de una firma de ropa y antes consultora, contable y secretaria de dirección de una multinacional. Nos cuenta que ha cerrado en tres ocasiones su negocio durante los últimos seis meses, la primera a raíz del estado de alarma y las dos últimas por cuarentenas asociadas a sus dos hijos. "Si me vuelven a confinar, tendré que cerrar el negocio para siempre. Una vez más", lamenta.

Para la empresaria, que ha tenido que reinventarse en “un millón de ocasiones” durante su vida laboral para poder sacar a su familia adelante, el coronavirus se ha "cebado" especialmente con las mujeres, una situación que incluso se ha agravado ahora con la vuelta al cole. “De nuevo, las trabajadoras autónomas nos vemos obligadas a sacrificar nuestra carrera profesional por el cuidado y la atención de los hijos”, lamenta, a la vez que pide al Gobierno que otorgue una especie de permiso retribuido para los padres de niños que tengan que estar en cuarentena y que tenga especialmente en cuenta a las familias monoparentales.

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Un 20 % se plantea cerrar en caso de confinamiento

El colectivo pasa por una delicada situación desde el pasado mes de marzo, cuando las medidas restrictivas impuestas para contener la pandemia impactaron de lleno en sus balances anuales. De hecho, según se desprende en el barómetro 'Situación Autónomos' realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el 20,1 % de los trabajadores por cuenta propia cree que un nuevo confinamiento supondría el cierre definitivo de su negocio, mientras que un 16,4 % dice que tendría que reducir su tamaño para poder continuar.

Prácticamente hay un millón de autónomos que están en la cuerda floja

Prácticamente hay un millón de autónomos que están en la cuerda floja, si les empujamos un poquito caen porque tienen pérdidas superiores al 60 % con respecto al año anterior”, nos explica el secretario general de ATA, José Luis Perea, para quien la situación del sector es “mala” y existe “mucha incertidumbre” ya que cuando acaben las prestaciones puestas en marcha durante el estado de alarma -el 30 de septiembre- “muy pocos podrán sobrevivir”.

En palabras de Perea, a partir del 1 de octubre va a haber una caída importante de trabajadores autónomos y, de seguir así, su previsión es que más de 300.000 profesionales cierren sus negocios en lo que resta de año. Todo ello unido a la vuelta al cole, una situación “paradójica” y “completamente injusta”, señala el secretario general, ya que “se nos prohíbe trabajar, pero tenemos que seguir cumpliendo con nuestra obligación mensual de cotizar”.

En esta situación se encuentra Rosaline, fundadora de un estudio de pilates en Alcañiz, en la provincia de Teruel. Su marido, Raúl, nos cuenta que durante los 15 días que estuvo de cuarentena, con una PCR negativa, no ha recibido ningún tipo de ayuda, pero sin embargo sí ha tenido que integrar la cuota de autónomos, la devolución del préstamo ICO al que se acogió durante el estado de alarma, los pagos a la gestoría, el alquiler del local, así como las facturas de luz y agua. “El negocio no resistirá otra cuarentena si siguen llegando los pagos y no tenemos ingresos”, advierte.

Comercios históricos que agonizan por el parón económico del coronavirus

“Abandono” por parte del Gobierno

Los representantes de los autónomos se reunieron la pasada semana con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para negociar las prestaciones que cubrirán a este colectivo una vez venzan las medidas actuales. De momento solo hay un punto en común: su prórroga hasta el 31 de diciembre, con la esperanza de que la actividad económica cobre cierto impulso en 2021.

"Desde el inicio de la crisis, cerca de 1,5 millones de autónomos han recibido la prestación extraordinaria por cese de actividad, que suponía una cuantía mínima de 660 euros al mes y la exoneración temporal de cotizaciones sociales", recuerdan desde el Ministerio. Dicha prestación finalizó en junio y fue sustituida por una prestación ordinaria, además de una exoneración de cuotas del 100 % en julio, el 50 % en agosto y el 25 % en septiembre.

Sin embargo, desde el colectivo denuncian que no es suficiente ya que "deja fuera a los autónomos que tienen tarifa plana, a los que no han cotizado 12 meses y a los que tienen pluriactividad", señala Perea. De hecho, solo 143.000 trabajadores se han beneficiado de estas ayudas, a pesar de que hay 280.000 autónomos que no tienen actividad.

Enrique Hernández, que posee una empresa de servicios y comercio en Las Palmas de Gran Canaria, denuncia el “abandono” por parte de las autoridades, cuando más de 800.000 puestos de trabajos dependen de los trabajadores por cuenta propia en España. “De nuevo volvemos a sentir que creen que somos inmunes a todo y que ya "nos apañaremos" si nos sucede algo”, subraya.

No nos pueden poner contra la espada y la pared

Según Hernández, los autónomos necesitan garantías económicas y seguridad jurídica en el caso de tener que volver a cumplir con la obligación sanitaria del confinamiento, que ya en marzo lo hicieron "ejemplarmente". "No nos pueden poner contra la espada y la pared", recalca.

La solución en este tipo de casos, destacan desde ATA y coinciden el resto de autónomos consultados, es que el Gobierno recupere la prestación extraordinaria para los negocios que estén obligados a cerrar, que se prolonguen los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta abril de 2021 y que se modifiquen los plazos de devolución de los créditos ICO ampliando el periodo de carencia entre 18 y 24 meses.

Asimismo, el cobro de una baja laboral asimilada a accidente de trabajo, junto con una exoneración de la cuota del pago de autónomo serían dos herramientas para, por lo menos, paliar el desastre económico que va a suponer un contagio o cuarentena de nuestros menores y mayores dependientes, señala Hernández. “Mientras tanto solo podemos cruzar los dedos, porque el colegio ya ha comenzado y todavía no sabemos qué sucederá”, concluye.