Miles de personas protestan en Bielorrusia contra la investidura no anunciada de Lukashenko
- Alexandr Lukashenko inicia oficialmente su sexto mandato como presidente en plena crisis política
- Los líderes de la oposición exigen "nuevas elecciones" y anuncian acciones de "desobediencia indefinida"
Miles de personas han tomado este miércoles las calles de Minsk y otras ciudades de Bielorrusia en contra de la investidura no anunciada del presidente, Alexandr Lukashenko, a quien acusan de fraude electoral en los comicios de agosto. Según los medios locales, ya hay decenas de detenidos y enfrentamientos con los efectivos antidisturbios, que han utilizado gas lacrimógeno y mangueras de agua para dispersar a los infectados.
La prensa informa de que varios miles de manifestantes han llegado a bloquear la Avenida de los Vencedores en la capital y otras se han dirigido a la Estela de Minsk, el escenario de los violentos enfrentamientos en la noche electoral.
Entre los heridos figura una anciana, varios hombres brutalmente golpeados, una mujer ensangrentada y otra que ha sido golpeada por un policía en el estómago. Las autoridades ya habían desplegado horas antes furgones y autobuses policiales en varias zonas de la capital.
Horas antes, el mandatario ha iniciado su sexto mandato con una ceremonia sin anunciar, en contra del procedimiento habitual, celebrada en medio de la grave crisis política que atraviesa el país.
La oposición anuncia movilizaciones indefinidas
La oposición, que denuncia fraude electoral junto a la Unión Europea, ha respondido con el anuncio de protestas indefinidas. "Nunca aceptaremos las falsificaciones y exigimos nuevas elecciones", ha dicho en Telegram Pável Latushko, uno de los líderes de la oposición bielorrusa.
Latushko, exministro de Cultura y miembro del presídium del Consejo Coordinador para el traspaso pacífico del poder, ha agregado que esta plataforma opositora llama a todos a "una acción de desobediencia indefinida".
La líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, ha tachado de "farsa" la investidura de Alexandr Lukashenko como presidente de Bielorrusia cuando el país está sumido en la mayor crisis política en su historia reciente.
Investidura por sorpresa
Lukashenko ha sido investido en el Palacio de la Independencia de Minsk para su sexto mandato al frente de la antigua república soviética. La ceremonia no se ha anunciado con antelación como suele suceder, según ha informado la agencia oficial bielorrusa Belta, y a la misma han asistido parlamentarios y otras autoridades del país.
Según los datos oficiales, Lukashenko fue reelegido con el 80,1% de los votos en las elecciones del 9 de agosto pasado, resultado que no ha sido reconocido por la oposición ni por Occidente y que ha desatado la mayor ola de protestas en la historia postsoviética de Bielorrusia.
"Al tomar posesión del cargo de presidente de Bielorrusa juro solemnemente servir al pueblo de la república de Bielorrusia, respetar y proteger los derechos y las libertades de las personas y los ciudadanos...", ha dicho Lukashenko, en el acto de investidura, con la mano derecha sobre un ejemplar de la Constitución del país.
A continuación, el mandatario ha firmado el acta del juramento, tras lo cual ha recibido sus credenciales de jefe del Estado de manos de la presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC) de Bielorrusia, Lidia Yérmoshina.
El presidente, en el poder desde 1994, ha anunciado que este año entrará en la historia del país como un período de emociones extremas.