EE.UU. despide a la jueza Ruth Bader Ginsburg ante la inminente nominación de su sustituto

• El país celebra un funeral de Estado para la jueza progresista del Tribunal Supremo
• Trump anunciará el sábado al candidato al cargo vitalicio a pesar de la polémica por no esperar a las elecciones

El féretro de Ruth Bader Ginsburg, a su llegada al Tribunal Supremo estadounidense.

Estados Unidos ha iniciado este miércoles tres días de funeral de Estado de la jueza progresista del Tribunal Supremo, Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes a los 87 años de edad. Cientos de personas, entre magistrados, políticos y ciudadanos, se han congregado en el Alto Tribunal para rendir homenaje al icono feminista. Su féretro, envuelto en la bandera estadounidense, permanecerá allí hasta el viernes.

Antes de sacar el féretro al pórtico del tribunal, familiares amigos y otros jueces del Supremo han celebrado una ceremonia privada en el interior.

"Ella eligió el derecho, sujeta a discriminación en la Escuela de Derecho y en el mercado laboral por ser mujer, Ruth se convirtió en una defensora principal que luchó contra esa discriminación en la corte. Su voz en la Corte y en nuestra sala de reuniones era suave. Pero cuando hablaba, la gente escuchaba", ha señalado el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, durante una ceremonia privada marcada por el distanciamiento social por la pandemia del coronavirus en la que no se permiten flores, velas ni demás ofrendas.

Fuera, el público espera para dar su último adiós a la jueza. "Es como si hubiera sentido las manos de Dios en mi hombro diciéndome que tenía que venir a mostrar mi respeto a una feroz campeona de la voz de las mujeres y sus derechos", ha señalado a Reuters una mujer del público que ha conducido 12 horas desde Chicago a Washington.

Ginsburg, que trabajó toda su vida por la lucha por la igualdad y otras causas liberales, se había convertido en los últimos años en todo un icono de la izquierda estadounidense. De hecho, Ginsburg se convertirá en la primera mujer sepultada en el Capitolio el viernes.

Cientos de personas rinden homenaje en Estados Unidos a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg

Trump anunciará a su sustituto el sábado

La muerte de la jueza ha abierto una batalla política en Washington a poco más de un mes de las elecciones presidenciales porque el presidente, Donald Trump, pretende nombrar a su sustituto antes de la cita electoral, en lugar de dejar la decisión en manos del ganador de los comicios.

El líder republicano, que visitará el féretro de la jueza el jueves, ya ha anunciado que nominará el sábado por la tarde a su posible sustituta. Una decisión rodeada de polémica, puesto que Ginsburg dejó escrito antes de morir que su "deseo más ferviente" era "no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente".

Trump anunciará la próxima semana su candidato al Tribunal Supremo, posiblemente una mujer

En 2016, cuando otro deceso dejó una vacante en el Supremo, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ignoró al sustituto elegido por Barack Obama al argumentar que no tenía sentido aprobarlo en pleno año electoral. Sin embargo, McConnell sí ha aceptado someter a votación la candidata que seleccione Trump, una decisión para la que se requiere mayoría simple y que saldría adelante con todos los votos de los senadores republicanos.

Entre las candidatas más sonadas al puesto vitalicio destaca Amy Coney Barrett, una magistrada conservadora de 48 años; la cubano-estadounidense Bárbara Lagoa, de 52 años; Allison Jones Rushing, de 38; y una abogada de la Casa Blanca, Kate Todd, según el diario The New York Times.

Todas se ajustarían a los criterios que busca el presidente: la oposición al aborto y la férrea defensa del derecho a portar armas. De salir adelante, la confirmación de otra jueza conservadora en el Supremo inclinaría a la derecha la composición del tribunal durante décadas con seis jueces conservadores y tres magistrados progresistas.